Manuela necesitaba un padre para Luis.Solo por un día, nada que no pueda solucionar. Recordó al mendigo al que le pago la cena y fue a buscarlo.Le dió plata para hotel, baño y ropa. Solo tenía que presentarse al colegio para que el niño esté feliz. Todo sería sencillo pensó. Pero estaba muy equivocada.
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Capitulo 24. La noche del perdón.
Manuela no podía creer que su Clark ya la estaba engañando, supo disimular bastante bien mientras recibía las marchitas flores de Marcelo dándole un beso en la mejilla y hasta quedó mirándole marchar con gesto de actriz que le dan un Óscar.
_ Manu querida. Te presento a mí abogada - dijo con cara de niño desvalido Clark.
_ Mucho Gusto doctora - dijo seria como una monja Manuela - permiso. Y sin mirar al pobre Clark salió derechito hacia donde estaba su padre, la señora flor y su hijo.
_ Hola papá, Señora Flor, hijito - dijo besando a todos.
La charla se hizo general, se enteró de la táctica de la directora después de lo del gorro de su hijo, de las feministas y su fijación en Clark, de la triste historia de la hermana de doña flor y de la maravillosa chica que era la abogada de Clark.
Hasta aquí nuestra Manuela lo estaba llevando bastante bien, miraba por el rabillo la pareja que seguía de charla, pero cuando escuchó las dotes de la abogada Luff, no pudo más y se fue al ala del edificio que había alquilado.
En el camino tiró en el basurero del corredor el ramo de flores del estúpido Marcelo y marchó a su salita.
Allí como una poseída por un mal inexplicable se prendió de la computadora y empezó a revisar vida y obra de la abogada Marina Luff. Para desgracia suya la mujer no solo era linda, era una profesional exitosa, de la más rancia aristocracia y tenía un estudio famoso por todos los casos ganados en las más diversas áreas del litigio.
Hasta había descubierto manejos sucios de dinero de las feministas de varias localidades.
El mundo virtual estaba lleno de artículos escritos por ella sobre el empoderamiento femenino, el valor de las mujeres en la sociedad, estaba en contra del aborto y decía que la mujer era muy capaz de cuidar y hacer progresar una familia sola sin necesidad de tener un hombre a su lado.
Era tan perfecta, que si viviese su madre, seguro que cambiaría a Manuela por ella.
Entro a bañarse, miró a su viejo Short, la prenda que le trajo tanta gloria y como un acto de rebeldía se lo puso.
Se secó su cabello y se puso a mirar su heladera. Había una docena de huevos, un pedacito de apio, dos cebollas, un pedazo minúsculo de queso y varias botellas de remedio. No había provisto su heladera y no quería ir al comedor de Clark muerta de hambre y de celos.
Los celos eran el condimento inesperado que no se vio venir. Todos sus razonamientos sobre la vida solitaria se veían afectados por los celos, que como si fuera pimienta de las más fuertes le habían infectado a las pobres mariposas que se transformaron en Gordas y venenosas abejas africanas.
_ Mami ! El abuelito y yo vamos a comer en lo de la abuela porque nos invitaron. El abuelo no pudo salir a comprar mercaderías. -
_ Está bien hijito - dijo.
_ Vendrás también ? El tío Clark dijo que por favor vayas y la abuela quiere que duerma allá porque me contara el capítulo de Tom Sawyer -
_ No hijo. Mami está cansada. De veras quieres dormir allá ? - preguntó.
_ Si, mami. Porfa ..
_ Está bien hijo. Buenas noches - dijo besando y abrazando a Luis como si se fuera a la Antártida .
Empezó a batir dos miserables huevos, a cortar un solitario talle de apio y rallar el pedacito de queso.
Pensó que le habían sacado todo. Su seguridad, su tranquilidad, su hijo, su padre.
Su tortilla a pesar de su sencilla preparación, salió igual en la sartén, como un pequeño milagro.
_ Manu...- escuchó la voz en la puerta del culpable de todos sus desdichas- puedo pasar?
Manuela no podía decir nada. La tortilla estaba sobre la mesa y ella tenía sus ojos inmensos prendidos en los de ese hombre.
_ Se que estás enojada por mi comportamiento con Briggite. Te juro que esa mujer no significa nada para mí. Era solo una forma de pasar el tiempo. Yo no tenía idea que te conocería y me enamoraría tan locamente de ti. - dijo con unos ojos de perro salchicha enamorado.
_ Mira Clark. Yo creo que lo que pasó entre nosotros ya no va a funcionar - dijo caminando como por instinto hacia el borde del precipicio.
Clark London vio a esa mujer, su Manu, con el Short de sus sueños, sintió que su corazón y otras cosas se le pararon.
Abrió sus brazos y ella cayó en ellos.
_ Te juro que si me dejas me moriré - decía su Clark abrazándola._ Mañana se terminará la historia de esa loca Brigitte.-
Briggite ya estaba hacía rato muerta y sepultada para Manuela.
En su cabeza estaba la belleza de la abogada. Solo que la abogada se había ido. Y ahora estaba sola, con el, y una triste tortilla como única compañía.
Y las mariposas regresaron y eran muchas. Entonces lo beso con toda su alma.
_ Manu... Manu... repetía Clark adentro de su boca- te extrañé tanto ! - dijo.
La tortilla siguió esperando mientras los dos iban entrelazados al dormitorio y cerraban la puerta. Se besaban y se tocaban como si recién hubieran venido de la guerra.
_ Te quiero Manu. Estoy loco por vos.-; Decía el mientras se movía como un poseído sobre Manuela.
Manuela no decía nada. Solo sentía. Y lo que sentía le llevaba a la gloria total.
Don Marcos comió como un bendito esa noche. Salió del comedor, se despidió de todos. Se fue a su ala del edificio. Su hija Manuela estaba tan cansada que no comió una tortilla que había hecho.
Se fue a su dormitorio y se acostó en su nueva y hermosa cama. Habló un rato con Elena y escuchó los sonidos guturales que hacia el agua en las cañerías de ese lugar, parecían gemidos, pero el sabía que eran ruidos de caños. Cerró los ojos y sus pastillas lo llevaron rápido al mundo de los sueños.
Pobre Don Marcos, por un tris no adivino el origen de los ruidos. Eran si de una bomba que entraba y salía. Pero no era una bomba de agua.
En esa hermosa noche unas mariposas locas que habían ganado la batalla con las abejas africanas rodearon el ala oeste del chalet de doña Flor.
Ella eligió un camisón rosa de muselina. Se puso sus cremas. Caminó despacio por el corredor y fue a mirar en la heladera si había suficiente comida y bebida para el polizón nocturno. Luego sonriendo se fue a dormir.
FELICITACIONES ‼️‼️‼️