Mi Pequeña Muda

Luego de que Karla recibiera la llamada de su prima, Camila, se dirigió rápidamente a las noticias para comprobar si lo que le había dicho Camila era cierto o era una más de sus bromas.

Aunque una parte de Karla sabía muy bien que las palabras que le había dicho Camila no eran una broma.

Después de todo, aquella chica de ojos azulados nunca haría una broma de ese tipo.

Cuando Karla leyó los encabezados de las noticias que circulaban en Internet, no pudo salir de su estupor.

Ella no podía creer que aquella chica que se había mantenido tan alta y tan soberbia había declarado que el caso de plagio era solo un malentendido de manera pública.

Mientras Karla recordaba las palabras que Jeremy le había dicho, ella supo que aquel chico de ojos oscuros tenía algo que ver con todo esto. Sin embargo…

¿Qué fue lo que hizo para que esto suceda? ¿Cómo pudo hacer que Sofía diga ese tipo de cosas?

Sea como fuere, Karla dejó de pensar en ello. Después de todo, a pesar de que las cosas para ella parecían mejorar, ella no se sintió diferente, solo un poco más liviana como si la carga de sus hombros se hubiera aliviado un poco más.

Karla suspiró mientras se dirigía a la cocina con la intención de cocinar algo para Jeremy.

Después de todo, eso era lo único que ella podía hacer para agradecer lo que aquel joven había hecho por ella.

— Señora, ¿otra vez va a cocinar para el joven? — cuestionó una mucama cuando vio la aparición de Karla.

Karla asintió en acuerdo mientras se dirigía hacia el refrigerador con la intención de buscar algo de carne para hacer un platillo exquisito que le gustará a aquel hombre quisquilloso que era un gran amante de la carne.

— Me avisa si necesita algo.

Ante la oferta de la mucama, Karla hizo un ademán de que no había problema.

El tiempo pasó volando, el olor de la carne frita hizo que no solo el estómago de Karla gruña, si no el de los pocos empleados que se encontraban dispersos también lo hagan.

— Luce delicioso — mencionó una mucama con una sonrisa amable — El joven ama comer carne, creo que estará encantado con este platillo. ¿Debería ir a llamarlo para que cenen juntos?

Al escuchar su pregunta, Karla negó con la cabeza al recordar las palabras que había dicho Jeremy la primera vez que ella había cocinado para él.

Ciertamente, aunque la relación de ellos parecía haber progresado, ella no quería arriesgarse a que la malinterprete de nuevo.

Después de todo, él había sido muy claro al decirle que no se entrometiera demasiado en su vida.

Por lo que Karla sacó su celular y tecleó un par de palabras a la mucama.

“No es necesario, solo haga el favor de llevarle la cena hasta su habitación”.

La mucama asintió como si entendiera el meollo del asunto. Quizás lo hacía, después de todo, ella había estado trabajando para esta casa durante algún tiempo y conocía muy bien el genio de su jefe.

— Está bien, se lo llevaré — comentó con una sonrisa amable.

Karla sonrió encantada debido a que pudo notar que los empleados ya no parecían tratarla con frialdad.

Cuando ella terminó de empacar los platillos, buscó una hoja en blanco junto con un esfero y empezó a escribir una nota para Jeremy.

"Gracias por limpiar mi nombre y resolver este asunto que había estado perturbando mi memoria durante mucho tiempo. Realmente, no sé cómo agradecerte. Sin embargo, espero que este plato de alimentos que he preparado para ti demuestre mi sinceridad”.

Luego de que Karla escribió aquello le entregó la nota a la mucama la cual la aceptó gustosa.

Karla no sabía si Jeremy apreciaría su esfuerzo, tampoco estaba segura de si se comería lo que ella había preparado o lo tiraba a la basura. Sea cual sea la decisión que tomé era el problema de Jeremy.

Durante la noche, Karla se dedicó a ver sin ningún prejuicio algunas de las series y películas en las que Jeremy había actuado.

Realmente, las habilidades de actuación de Jeremy en sus inicios eran un asco. La mayoría del tiempo tenía el rostro tieso como si tuviera alguna parálisis facial. Sin embargo, su apuesto rostro y cuerpo, que parecía haber sido esculpido por los dioses, lo compensaba por completo.

Si ella pudiera contar las veces que Jeremy se había quitado la camisa a lo largo de todas las películas o series, ya sea los dedos de los pies o de las manos, no le alcanzan a Karla para contarlo.

Pero, también Karla podía ver qué Jeremy realmente se esforzaba por mejorar sus habilidades de actuación debido a que en su última película en la que interpreta a un villano hubo un cambio radical.

Incluso Karla olvidó por completo que el hombre dentro de la televisión era su esposo por contrato.

Cuando ella terminó de ver aquella película tuvo un nuevo nivel de respeto por Jeremy.

Hasta le sirvió de inspiración para seguir escribiendo la historia de Varen y Casandra. Ciertamente, el tipo de personalidad de niño de primaria le iba de las mil maravillas.

A la mañana siguiente, Karla despertó un poco malhumorada. Después de todo, se había acostado cerca de las tres debido al destello de inspiración que había tenido.

Con algo de confusión entró al baño a asearse para ir a desayunar.

Al momento en el que llegó al comedor, Jeremy se encontraba ahí.

Sin querer, Karla tragó saliva mientras miraba el torso de Jeremy que se encontraba bien vestido.

Pero debido a todas las veces que lo había visto sin camisa detrás de la pantalla del televisor.

Karla sintió una sensación de perdida.

Recién ahora ella se daba cuenta de que estaba casada con una estrella.

Esta sensación de aturdimiento es normal, ¿cierto?

— Buenos días — la saludo Jeremy.

Karla asintió mientras sonreía de manera nerviosa.

Ella esperó que Jeremy mencionara algo sobre el asunto entre Sofía y ella. Pero, parecía que ya había quedado cerrado debido a que Jeremy no sacó el tema a colación.

— Hoy será un día frío, así que será bueno que utilices un buen abrigo — comentó Jeremy.

Karla sonrió divertida al escucharlo hablar del clima de nuevo.

Jeremy frunció los labios antes de volver a hablar.

Parecía que tenía algo que pedirle.

— El papel que voy a interpretar es el de un prodigio del piano. Por lo que me preguntó si me puedes enseñar la postura básica de los pianistas. Eso… solo si quieres — comentó.

Karla no pudo evitar mirarlo sorprendida ante su petición.

Realmente, ella nunca esperó que Jeremy solicitará su ayuda para este tipo de asunto. Sin embargo, ella se sintió muy feliz por poder ayudar.

Después de todo, Jeremy la había ayudado tanto que sintió que era lo normal devolverle algo de su favor.

Por lo que Karla asintió en acuerdo.

— Entonces, deberías acompañarme al set de grabación para hablar con el director y productor. Yo… ya sabes, ahora que el problema de plagio entre tú y Sofía está resuelto ya no debe temer tocar el piano. Nadie te señalará o dirá pestes sobre ti.

Karla bajó la mirada tratando de contener las emociones que habían despertado sus palabras dentro de su corazón.

El sueño que alguna vez ella tuvo parecía no haber desaparecido por completo. Pero, las heridas dentro de su alma tampoco habían desaparecido.

Rápidamente, ella tomó la libreta que siempre cargaba consigo y empezó a escribir.

“Lo sé. Y estoy agradecida contigo, Jeremy. Por ayudarme a mantener la cabeza en alto y caminar bajo la luz del sol. En cuanto a mi carrera como pianista, ya el tiempo lo dirá”.

Jeremy sonrió de manera discreta antes de levantarse de la mesa.

Él dejó de lado el tema debido a que sabía que todo tomaba su tiempo. Después de todo, las heridas de Karla aún estaban frescas.

— Haré las llamadas correspondientes. También, deberías alistar lo necesario, porque el rodaje de la película durará dos meses.

Karla mentras escuchaba las indicaciones de Jeremy se dio cuenta de que aquel hombre había dejado sus alimentos aún parecían intactos. Al notar sus malos hábitos alimenticios, ella no pudo evitar sentirse preocupada por él.

Por lo que escribió rápidamente.

“Deberías comer más. No es saludable para tu cuerpo”.

Jeremy, al leer lo que Karla escribió, tomó una manzana de la cesta de fruta y le dio un mordisco.

— No te preocupes. Karla. Mi cuerpo es lo que menos importa, lo que realmente me importa es grabar este tipo de película literaria y ganar el premio que mi madre no pudo obtener. Cuando lo haga, yo… yo podré descansar en paz.

Luego de que Jeremy dijo aquello salió del campo de visión dejando a una Karla preocupada.

Ese hombre tonto.

¿Acaso no sabía que si se llegará a enfermar ni siquiera podría actuar?

Karla resople, mientras seguía comiendo.

Ella sintió que sus dientes picaban para regañarlo.

Ahora que ella se había comprometido a ayudarlo. Tenía mucha presión con todo lo que debía hacer.

Karla pensó en cómo debía preparar una valija con todo lo necesario para pasar dos meses fuera debido a que ella había leído que la grabación iba a ser en otra ciudad algo alejada.

En cuanto a los otros actores que iban a participar.

Ella no tenía ninguna idea debido a que todo en esta película era algo confidencial.

Por lo que cuando ella llegó al lugar del rodaje y vió a su ídolo de toda la vida, el grandioso Dominik Powell. No pudo cerrar la boca durante mucho tiempo.

Incluso ella no podía dejar de mirarlo.

La fangirl que Karla llevaba dentro le gritaba para acercarse a él y pedir un autógrafo. Después de todo, Karla había tenido tantas oportunidades para hacerlo, pero debido a que no era el momento adecuado no lo hizo.

Sin duda alguna ella pensó que este era un llamado del destino.

— ¿Acaso no quieres un babero para que recojas tus babas? Si lo sigues mirando más siento que el pobre caerá muerto debido a lo fulminante que es tu mirada — comentó Jeremy haciendo que Karla se sienta avergonzada.

Él parecía un poco molesto por su escrutinio hacia Dominik.

Karla se preguntó la razón…

¿Acaso está celoso?

Ante este pensamiento el corazón de Karla empezó a latir rápidamente.

No…

No debería ser eso.

El diálogo sería ja, ja, ja

— Ya cálmate Jeremy, él es solo mi ídolo.

— Ah, ¿acaso yo no soy tu ídolo?

Gracias por el apoyo ❤️