Tú Mi Casualidad Perfecta.

Me quedo sentada en el mueble de la sala admirando las luces de la ciudad.

Quiero cerrar los ojos y poder ver a mi bebé, quiero poder sentir sus movimientos nuevamente. Tengo miedo de no poder volver a tener un hijo. El miedo me invade hasta los huesos. No voy nada bien. Me quedo dormida junto a la ecografía pensando en mi bebé y no me queda más remedio que tener que solo recordar.

... Busco a Lizzie por la casa y no está... Me pongo nervioso pensando en que ella se marchó.

Es una idea que vengo teniendo desde hace semanas, ella no volvió hacer la misma aunque quiso creer que no cambió nada en ella. Lizzie cariño donde estás...

Llego a la sala y avanzo en silencio y verla así me rompe el alma...

Ansío verte sonreír nuevamente no aparentando sino sintiéndolo. Lizzie cuéntame tus penas, dime lo que sientes cariño vamos hazlo. Nadie dijo que era fácil. Pero tampoco dijeron que sería tan duro. Vamos de vuelta al inicio.

La miro junto a mí en mis sueños. Pero ahora estamos solos tú y yo.

Espero que mejores, cariño estoy aquí, pero tú no estas. Verte y no poder devolverte lo que eras. Por qué todo se torna difícil ahora. Cielo vuelve a mí, me quedo observando su rostro y veo que ha llorado mucho. Quise dejarla sola para que no sienta presión. La dejo aquí. La cubro con una manta y me voy a buscar una botella de algún trago.

Hundo mis penas y lágrimas en este trago amargo que me raspa la garganta, maldigo una y otra vez al destino en el que me llevo a cruzar con esa desgraciada que nos arruinó la vida a los dos. Aunque esté muerta ella dejó su venganza en nosotros.

Lizzie, mi dulce Lizzie, vuelve a mí. Estoy mal, estoy en el fondo de la botella sumido en rabia y pena a la vez.

Golpeo mi copa en el piso y lo poco que puedo sentir es como la sangre va cayendo sobre la alfombra. Río como un loco al saber que la mujer que tanto amo, no es feliz conmigo. Tengo en mi mano la ecografía de nuestro bebé y soy una basura al no poder lograr una vida de tres, Siento que no importo lo que soy yo.

¿Podrá ser esto el final?

Quiero ... Quiero que Lizzie sea la misma de antes... Antes de dañarla.

Lizzie perdóname ... Lizzie te amo...

No vivimos en un cuento de hadas, donde la felicidad esta siempre, aquí estamos en la realidad y los problemas van siempre, donde el pasado se queda para herirte y recordarte lo que hiciste.

Aquí todos está hecho para romperse. Yo solo quiero que sepas que te amo.

... No sé cuanto he dormido ni que hora es, pero diviso la claridad neutra del cielo... Me quedé dormida en el mueble de la sala.

Me doy cuenta de que la ecografía de mi bebé ya no está en mis manos, tengo una manta y... Franco.

Subí a la habitación y la cama no está dañada, como si Franco no estuviera aquí. Lo busco por la casa y un miedo profundo va creciendo en mí, cuando veo manchas de sangre que van desde el salón hasta el baño de invitados.

Mi corazón se acelera al verlo tirado en el piso, el olor a licor es fuerte. Trato de despertarlo y no reacciona, tiene la mano con cortes. Llamo a Celso para que me ayude.

En cuestión de minutos llega. Yo no puedo creer lo que nos está pasando, reacciono y veo que nos estamos haciendo daño con nuestro pasado, tomo una decisión.

Veo que está dormido con la mano vendada, saco mis cosas y me marchó a un hotel, lo nuestro con lo que paso se congeló yo no soy la misma y estoy haciendo daño al hombre que amo. Salgo a primera hora, le digo a Celso que no pregunte a donde voy, solo digo adiós y me giro a ver por última vez la que fue mi casa el lugar donde fue feliz, pero también aquí mismo culminó esa felicidad. Basta ya de hacernos más daño.

Llego a la ciudad, después que una mujer adulta decidió subirme a su auto para jalarme en el camino. Esa mujer es Clara y me decía que la vida no es fácil, pero si hay personas que la pueden hacer fácil. Me da una tarjeta que yo guardo en mi bolso. Pido una habitación en el hotel y enseguida me pongo a buscar algún lugar donde pueda vivir. También envío currículos a algunas empresas.

Tengo que seguir adelante.

... Me despierto y no veo a Lizzie por ningún lado de la cama. Me levanto y un dolor de cabeza hace que me vuelva a acostar, los recuerdos vagos vienen a mi mente. Estuve bebiendo hasta perder el control, vaya también mi mano paso estragos en la noche.

Llamo a Lía y pregunto por Lizzie.

° Vamos lía, te pregunté por la señora. A caso ella no quiere verme.

○ Señor yo... Señor la señora Lizzie se fue por la mañana. No quiso que nadie la acompañe.

... Mi mente se congela junto a mi corazón... Ella se fue.

CELSO ... CELSO...

Maldita sea ella se fue...

NOOOOO...

○ Jefe. Jefe yo...

° Dime que sabes donde está mi mujer.

○ Jefe. No lo sé.

...No puedo creer que Lizzie no esté aquí estoy perdido en este momento, cada momento que estuve con ella viene a mi mente. Su risa, sus gestos...

QUIERO ESTAR SOLO MALDITA SEA.

Lizzie ... Lizzie

Tiro la lámpara de noche y con ella se cae el cuadro de Lizzie. Lizzie no, no puedo estar sin ti.

Llamo a su teléfono y este se escucha en el closet, me paro y veo que dejo la mayoría de sus cosas, falta una maleta pequeña y el teléfono está aquí.

Hago un par de llamadas y espero una respuesta rápida.

Pero pasan horas y no hay ningún resultado de su ubicación.

Simplemente,, no está... 😔 Mi corazón se desespera y grito como un loco, estoy desconsolado sin ella. No puede ser que todo cambio y ella ya no está. Me hundo en su perfume de su pijama. Me quedo solo, estoy solo...

He perdido... BRAVO PERLA DESDE EL INFIERNO ESTARÁS RIENDO DE LO QUE ME PASA.