Me Enamore De La Hermana Equivocada.

Después de más de un día Emma, por fin llega a Argentina, allí están Esteban y tomas, sus empleados de confianza, esperándola en el aeropuerto de ezeiza. Con tantas horas de viaje en avión y las horas que le falta para llegar a la estancia, tuvo mucho tiempo para pensar en todo lo que sucedió con Andreas, su matrimonio, Sara, la abuelita Sofía. ¿Habrá visto Andreas, la grabación de la cámara de seguridad? ¿O seguirá tan terco? Igual eso ya no importa, están en lugares diferentes del mundo, a miles de kilómetros de distancia, en unos días termina el contrato y enseguida se pondrá en contacto con su abogado para pedir el divorcio, pero lo que más le interesa en este momento es gitana, debe hablar con Andreas para saber como hizo para llevar a la yegua hasta Grecia y ella hacer lo mismo para estar de nuevo juntas.

Cuando finalmente esteban y tomas divisan a Emma entre tanta gente, corren hacia ella y los tres se abrazan, a pesar de ser sus empleados, son sus amigos, desde chiquitos compartían aventuras y travesuras juntos.

-Emma querida, no sabes cuanto te hemos extrañado - dice tomas al borde de las lágrimas, el niño siempre había sido muy sentimental.

-hola mi niño, feliz cumpleaños atrasado, ya eres todo un mayor de edad, ahora si legalmente podemos tomarnos unas cervezas juntos.

-esta noche iremos al bar a festejar tu regreso.

-así es tomas - asiente Emma.

-Emma... No sabes la falta que nos hacías y haces en la estancia - dice esteban un tanto misterioso, dejando a Emma preocupada.

-esteban ha sucedido algo en mi ausencia? - pregunta Emma.

-no Emma, olvida lo que dije, ahora disfrutemos el viaje de regreso, seguro tus padres estarán contentos de verte, tanto como nosotros.

-que raro mi padre no ha venido con ustedes - será que estará pasando algo en la estancia, con su padre?, hace semanas que no puede hablar con el y ahora no ha ido a buscarla, cuando siempre lo había hecho, con ella y Anna.

-no debes preocuparte Emma, el señor Leonardo esta... Trabajando en la estancia, estaba muy ocupado por eso nos mandó a nosotros por ti. - dice Esteban mintiendo para tranquilizar a Emma, cuando llegue finalmente a la casa sabrá realmente lo que esta pasando.

-cuéntanos qué ha pasado Emma, porque has regresado antes de tiempo? - pregunta tomas, además de sentimental siempre fue muy curioso.

-pasaron muchas cosas, chicos... Solo puedo decirles que estuve a punto de morir.

-que? - dicen los dos muchachos al unísono.

-que sucedió Emma? Estás bien? - pregunta Esteban, qué a pesar de ir manejando, va concentrado en la conversación.

-en un ataque de nervios gitana me tiro al suelo, donde me golpee la cabeza muy fuerte y perdí mucha sangre.

-gitana? Estamos hablando de la misma gitana? - pregunta tomas muy sorprendido por la actitud de la yegua, siempre había sido muy dócil, con ellos por supuesto, allí fue a otro lugar, con personas diferentes.

-si tomas, gitana sufrió mucho el desarraigo, le costó acostumbrarse a su nuevo lugar, pero además gitana estaba nerviosa y asustada porque la habían lastimado mucho y no nos habíamos dado cuenta.

-Dios mío, quien golpeó a gitana? Si fue ese estúpido de antonopulos ya mismo estoy tomando un viaje a Grecia - dice Esteban furioso - gitana es el animal más bueno que existe, no se merecía esos golpes.

-te equivocas Esteban, Andreas jamás le haría daño a los animales, tiene muchísimos defectos, pero ama a los caballos con toda su alma, fue Sara su prima, ella intentó matarme...

-intento matarte?... Dios mío es increíble todo lo que estoy escuchando - Esteban esta furioso, al fin y al cabo Emma solo fue a Grecia para sufrir al lado de ese bastardo.

-Sara esta enamorada de Andreas... Y como pensó que yo iba a sacárselo, porque nadie sabía que nuestro matrimonio era arreglado, intento sacarme del camino.

-Emma... ¿Me estás diciendo que su prima Sara estaba enamorada de él? Eso es muy enfermizo.

-es una larga historia chicos, pero...-jamás podría revelar el secreto de Andreas... De que no es un verdadero antonopulos - no se preocupen ya estoy aquí y nada ni nadie me hará volver a Grecia.

-estás enamorada de antonopulos Emma? - pregunta Esteban, pero conoce a su amiga, sabe muy bien la respuesta.

-Esteban yo... Sí, estoy profundamente enamorada de él, fue muy bueno conmigo, hasta que descubrí qué Sara había intentado asesinarme y él no creyó en mí.

-un hombre que no confía en su esposa, no sirve para nada Emma, te olvidarás de él, y serás feliz con la persona indicada.

-lo dudo esteban... Dudo poder enamorarme otra vez.

Después de más o menos dos horas de viaje, finalmente llegan a la estancia. Por lo que Emma puede observar el lugar está muy bien cuidado y sus animales en perfecto estado de salud , sus empleados siempre fueron muy eficientes, nunca dudo de que harían un buen trabajo.

Una vez que baja de la camioneta se acerca a la puerta de entrada y en ese momento sale su madre, ambas se funden en un abrazo demasiado fuerte, Emma presiente qué las cosas no están tan bien como parecen.

-hija mía - las lágrimas de leila comienzan a salir de sus ojos sin control - no puedo creer que estés aquí, pensé que no llegarías.

-llegar mama? ¿A que no llegaría? - dice Emma muy nerviosa y confundida - qué es lo que sucede mama? Que es lo que me estás escondiendo - en ese momento Emma puede ver que su madre perdió mucho peso, siempre había sido muy flaca, pero ahora estaba piel y hueso - mama has perdido mucho peso, ¿qué sucede? Tienes que contarme...

-hija querida... Desde que tu te fuiste de aquí han pasado muchas cosas, pero preferí no contarte, porque estabas lejos y no quería mortificarte, pero ya no queda mucho tiempo y me alegro que estés aquí.

-mama qué sucedió? - dice Emma al borde de un colapso nervioso... ¿Es que acaso la vida se ha ensañado con ella? ¿Podrá algún día ser feliz realmente?

-ven conmigo mi amor, Esteban por favor sube las valijas de Emma a su habitación.

-si señora. - leila, sin decir una palabra, tomó del brazo a su hija, subieron las escaleras juntas y finalmente entran por la puerta de la habitación de sus padres.

Emma no puede creer lo que ven sus ojos... Su padre... El amor de su vida, yace en una cama, dormido, esta tan flaco que ya parece un cadáver, conectado a una zonda... Emma puede darse cuenta que a su padre no le queda mucho tiempo de vida. En un momento de desesperación lleva su mano a la boca, como para intentar detener el llanto, pero es imposible, Emma se arroja al suelo de rodillas a llorar desconsoladamente, leila se arroja a su lado para contenerla.

-siento no habértelo contado antes mi niña, pero ahora entiendes por qué tenía tanto interés en que vengas.

-mamá, es que me lo tendrías que haber dicho desde el principio, estar con él... ¿Dime que sucedió?

-después de que tu te fuiste tu padre empezó a sentirme descompuesto, varios días con vómitos, pero no le dimos la suficiente importancia porque pensamos que era stress por tu partida, hasta que leonardo empezó a vomitar sangre y cuando le hicieron unos estudios ya tenía todo el cáncer por el cuerpo y no había más nada que hacer. Empezó sus tratamientos de quimioterapia, pero no pudo tolerarlas, así que el doctor le dijo que no querían hacerlo sufrir más, que regrese a casa e intente pasar sus últimos días en familia.

-mamá, pero como no vas a decírmelo, tu sola tuviste que cargar con todo esto... Yo podría haber venido a estar con ustedes y darles fuerzas.

-ya esta hija, lo bueno es que estás aquí y que podrás despedirte de él, lamentablemente Anna no podrá hacerlo-dice leila muy angustiada por su otra hija, que vaya a saber donde esta.

-intente comunicarme con ella mama, pero no contesta mis mensajes.

-em…ma-en ese momento siente una voz que a duras penas se escucha, es su padre, qué está intentando hablar con ella, pero ya no tiene fuerzas.

-papá! Papá acá estoy contigo, soy tu Emma, no me volveré a ir de tu lado. - dice Emma qué se acerca al lado de la cama de su padre y lo toma de la mano, una mano huesuda, ya sin nada de masa muscular, Leonardo esta consumido por la enfermedad.

-hija... Querida, me alegra tanto... Escuchar tu voz... Y saber que... Puedo despedirme... De ti.

-no digas eso, papá, te levantarás de esta cama y saldrás adelante, tenemos dinero, te llevaremos a la capital, allí podrás tener el mejor tratamiento.

-ya lo hemos hecho hija... Pero el tratamiento... De la capital... Tampoco sirvió de nada... Lamentablemente...no podré... Despedirme de Anna - Emma puede ver como las lágrimas de su padre comienzan a caer y ruedan por sus mejillas.

-encontraré a Anna papá... Solo aguanta un poco más... Juro que la encontraré.

Pero Leonardo murió días después, sin poder despedirse de su otra hija. Emma está desconsolada, sin poder creer que su padre, la persona más importante de su vida se había ido y ahora tenía que llevarle flores al cementerio.

Finalmente, Andreas llega a la estancia de la familia Harris después de varios días de viaje, pero no puede creer lo que esta viendo, en la casa se está llevando a cabo el velatorio de Leonardo Harris y al lado de su ataúd esta Emma, llorando desconsoladamente, al parecer había perdido varios kilos de la última vez que la vio, esta demacrada y con los ojos hinchados de tanto llorar.

Andreas sin pensarlo y sin importarle lo que piensen los demás se acerca a Emma y la abraza con todas sus fuerzas... Cuando ella lo ve, abre muy grande sus ojos y luego se arroja a sus brazos para seguir llorando en ellos. Después de varios minutos de llorar, por fin las palabras salen de su boca.

-no sabes cuanto te necesite Andreas, no te imaginas cuanto.

-pero ahora estoy aquí Emma, contigo, y nada ni nadie hará que vuelva a dudar de ti, y mucho menos volver a dejarte ir - Andreas siguió abrazándola durante todo el día, hasta que llego el momento del entierro y Emma se arrojó al ataúd de su padre y no dejaba que lo tocaran. - Emma, mi amor, por favor, no te lastimes más. - Andreas se acerca a ella y la toma en sus brazos alejándola del féretro para que puedan seguir con el entierro.

Emma no puede seguir viendo la escena, el dolor es demasiado fuerte, por lo que decide salir de allí, yéndose a su auto, seguida de Andreas. Una vez dentro del vehículo, ella comienza a hablar

-que haces aquí Andreas? - pregunta Emma, un tanto sorprendida, pero a la vez agradecida de que el este allí conteniéndola. Si él estaba en Argentina era porque había visto el video y descubierto la verdad.

-necesitaba verte Emma... Necesitaba pedirte perdón y decirte cuanto te amo.