En esta nueva aventura, Liz Asiria, la sirena bruja, se embarca en una travesía con su variado grupo de amigos: Kai, un vampiro con habilidades sobrenaturales; Basil, un dragón legendario conocido como Leviatán; Demian, un semidios con la esencia de Anubis en sus venas; Sirius, un hombre lobo Alfa con un instinto agudo; y Melissa, una cazadora experta. Juntos descubren una antigua puerta escondida en las profundidades del océano que los transporta a Akvy, un mundo lleno de enigmas y desafíos.
En Akvy, el grupo debe enfrentar una serie de pruebas mágicas y secretos oscuros que podrían desestabilizar tanto su mundo como el nuevo al que han llegado. Cada uno utilizará sus habilidades únicas para resolver misterios, luchar contra criaturas y descubrir la verdad detrás de la puerta interdimensional. La aventura pondrá a prueba su valentía y la solidez de su amistad mientras exploran este enigmático y peligroso nuevo reino solo para cumplir con la profecía de la "hija de Poseidón."
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Capitulo 23: El hermano menor
Con Nessbit derrotado y la Llave del Olvido al alcance, Basil sintió una oleada de alivio, pero también un cansancio profundo que pesaba en sus músculos. A pesar de su victoria, sabía que no podía permitirse descansar todavía; el peligro no había pasado del todo. Lentamente, se inclinó hacia el cuerpo inerte del dragón marino y, con cuidado, desenganchó la Llave del Olvido de su cuello. La pieza emitía un leve resplandor plateado, y al sostenerla en su mano, Basil pudo sentir un poder antiguo y misterioso vibrando a través de ella.
Liz, que había estado observando la batalla con el corazón en un puño, se apresuró a acercarse a Basil. Sus ojos, llenos de preocupación y admiración, se encontraron con los de él mientras le ofrecía una mano para ayudarlo a incorporarse.
"¿Estás bien?" - preguntó ella, su voz suave, pero cargada de una preocupación sincera.
Basil asintió lentamente, guardando la Llave con cuidado antes de aceptar la mano de Liz. -"Lo estaré. Pero ahora tenemos lo que vinimos a buscar." -Dijo mientras esbozaba una leve sonrisa de alivio.
Sirius y Demian se unieron a ellos, ambos con signos de desgaste por la batalla, pero con la misma determinación reflejada en sus expresiones. Sirius, aún recuperándose de su enfrentamiento con la serpiente, miró a Basil con respeto.
"Eso fue impresionante, Hermano. Sin tu poder, no habríamos tenido ninguna oportunidad contra Nessbit." - dijo Sirius muy animado.
"Gracias, pero todos jugamos un papel importante." - respondió Basil, intentando restar importancia a su propio sacrificio. -"Y no olvidemos que aún tenemos que salir de aquí y llevar la Llave a salvo."
"Hades no parece tan impresionado"- murmuró Liz, lanzando una mirada de reojo hacia el dios que permanecía en un rincón de la cámara, observándolos con su típica expresión de desdén.
Hades, al notar que todos lo miraban con una mezcla de expectación y desconfianza, dejó escapar un suspiro teatral y se acercó lentamente al grupo. -"Bien, han logrado no morir." - comentó con indiferencia, su tono sarcástico rebosante de desdén.- "Supongo que eso es un logro digno de alguna felicitación menor. Aunque, francamente, esperaba más de ti, Basil. Si hubieras liberado todo el poder del Leviatán desde el principio, habrías terminado esto mucho más rápido. Y si me hubieras dicho desde un principio quién eras realmente, tal vez no te habría subestimado tanto."
Basil, manteniendo la calma, sostuvo la mirada penetrante de Hades. —"El poder no se trata solo de la fuerza bruta, Hades." —replicó, su voz firme pero serena—. "También es saber cuándo usarla y cómo proteger a quienes dependen de ti. Liberar todo el poder del Leviatán, el dragón más poderoso de todos, no es algo que pueda tomarse a la ligera. Los dioses, incluidos tú, conocen mi historia, o me dirás que jamas has escuchado sobre esta mítica criatura. Si lo hubiera desatado completamente, no solo habríamos derrotado a Nessbit más rápido, sino que podríamos haber causado una catástrofe de proporciones inimaginables."
Hades alzó una ceja, claramente intrigado pero aún escéptico. -" Claro que la conozco pero... ¿Catástrofe? ¿Estás diciendo que sellaste tu propio poder por miedo a las consecuencias? Parece una excusa conveniente."
Basil no retrocedió ante el escepticismo del dios. -"No es miedo, Hades, es responsabilidad. El poder del Leviatán no es solo una fuerza destructiva; es un poder que puede desestabilizar el equilibrio de este mundo y de cualquiera. Si lo liberara sin control, arrasaría con todo a su paso, incluidos mis propios aliados. Es por eso que lo mantengo sellado, para usarlo solo en el momento adecuado y de la manera adecuada. Es un sacrificio necesario para proteger a quienes me importan y asegurar que nuestra misión no termine en desastre."
Hades observó a Basil con una expresión que oscilaba entre el respeto y la irritación. Finalmente, bufó, aunque no con la misma arrogancia que antes. -"Filosofía barata" - murmuró, aunque había un destello de comprensión en sus ojos.- "Pero tal vez... no sea tan insensato como pensaba."- volvió a murmurar.
Basil asintió levemente, entendiendo que Hades había captado al menos una parte de lo que estaba tratando de decir. Sin embargo, sabía que el dios de los muertos no se rendiría fácilmente en su postura crítica.
Justo cuando el grupo estaba a punto de girarse para continuar su camino, un resplandor verdoso empezó a rodear el cuerpo inerte de Nessbit. Todos se detuvieron en seco, mirando con cautela mientras la forma del dragón marino comenzaba a cambiar. Las escamas se desvanecieron, los colmillos retrayéndose, y su gigantesco tamaño comenzó a encogerse. En cuestión de segundos, el temido dragón se transformó en un pequeño chico de cabello verde y ojos azules, que yacía inconsciente en el suelo.
Liz se acercó rápidamente, agachándose para examinar al chico. -"¿Qué… qué ha pasado?" - preguntó, incrédula, mientras observaba al niño que, momentos antes, había sido una bestia formidable.
El chico comenzó a moverse ligeramente, abriendo los ojos con una mirada perdida. Al ver al grupo rodeándolo, se incorporó lentamente, su expresión vulnerable y asustada. Basil y los demás lo miraron sin saber qué pensar.
"¿Quién eres?"-preguntó Basil con cautela.
El chico los miró con ojos temblorosos, como si estuviera despertando de una pesadilla. -"Soy Nessbit…"-respondió con una voz suave y temblorosa.- "Antes era un dragón marino, un guardián obligado a proteger la Llave del Olvido. Pero al ser derrotado, volví a mi forma humana.
El grupo se miró entre sí, procesando lo que acababan de escuchar. Demian fue el primero en hablar. -"Entonces, ¿estabas obligado a luchar contra nosotros?"
Nessbit asintió lentamente, sus hombros hundiéndose mientras bajaba la mirada con una profunda tristeza reflejada en sus ojos azules. -"Sí…" -murmuró, su voz quebrándose ligeramente.- "No quería luchar contra ustedes, ni con nadie, pero estaba atrapado en esa forma dracónica por una obligación que no podía evitar. Un antiguo hechizo me mantenía encadenado, forzándome a defender la Llave del Olvido con mi vida, sin la capacidad de transformarme a mi forma humana a voluntad."
Liz frunció el ceño, sintiendo la angustia en las palabras del joven. -"¿Quién te hizo esto?" -preguntó, su voz llena de compasión.
"Fue el Devorador de Corrientes." -confesó Nessbit, levantando ligeramente la vista.- "Él es un ser temido en las profundidades, conocido por su crueldad y su deseo insaciable de poder. Me encontró hace siglos y, al percibir el poder que poseía como guardián, me maldijo. Me mantuvo en mi forma dracónica, para que vigilara la Llave del Olvido, asegurándose de que no cayera en las manos equivocadas, pero lo hizo a un costo terrible. Me robó mi libertad, obligándome a atacar a cualquiera que intentara acercarse a la Llave.
Las palabras de Nessbit resonaron en el silencio de la cámara, dejando una sensación de pesadumbre en el aire. El grupo se miró entre sí, comprendiendo la magnitud del sufrimiento que el joven había soportado durante tanto tiempo.
"Entonces, todo este tiempo…" - comenzó Basil, su voz suave.- "Fuiste una víctima más de la crueldad del Devorador de Corrientes."
Nessbit asintió nuevamente, una lágrima solitaria deslizándose por su mejilla.-"Ahora que he sido derrotado, el hechizo se ha roto. Soy libre, pero… no sé qué hacer con esta libertad. He pasado tanto tiempo como una criatura aterradora que casi he olvidado cómo ser yo mismo, ademas esta no es mi tierra, yo vivía en un lago, pero como saben los mares están conectados entre mundos."
Basil, siempre compasivo, se inclinó hacia el chico y le puso una mano en el hombro. -"No estás solo, Nessbit. Ahora eres libre de decidir tu propio destino y este dragón te protegerá como un hermano menor."
"Si nos acompañas, te protegere, después de todo ya eres como el hermano menor de mi mejor amigo." - añadió Sirius, mostrándole una pequeña sonrisa para calmarlo.
"Y podrías sernos de ayuda en lo que viene." -dijo Demian, aunque sin tanta calidez como los demás.
Hades, por su parte, observó al chico con indiferencia. -"Mientras no te interpongas en nuestro camino, haz lo que quieras."
"Vamos Nessbit, salvemos a Akvy" - dijo Liz mostra dile una sonrisa tranquilizadora.
"Señorita, usted es una criatura muy hermosa. ¿Sería posible que pueda llamarla hermana mayor?"- dijo Nessbit en un tono tierno.
"Muchas gracias Nessbit, me encantaría ser tu hermana mayor, después de todo nunca he tenido hermanos." - dijo Liz con una sonrisa.
"Si!! Tengo una hermana mayor muy bonita y un hermano mayor increíblemente fuerte!"- mirando a Basil.- "ah y otro hermano mayor que da algo de miedo..."- dijo Nessbit muy feliz y sonriente, aunque lo último lo dijo mirando a Sirius.
Con la Llave del Olvido en su poder y un nuevo aliado inesperado en su grupo, el equipo se preparó para lo que vendría a continuación. Sabían que la verdadera batalla aún estaba por comenzar, pero ahora, más que nunca, estaban decididos a enfrentarla juntos, confiando en su fuerza y en su unidad para superar cualquier desafío.
el detalle también es el siguiente Liz prácticamente lo que hizo es el 20% que fue la destrucción porque lo demás lo estaban debilitando ella lo que hizo es alzar la llave abrir la broma del templo emergió la luz lo lancé hace al devorador y listo se acabó se destruyó o sea que ella prácticamente no se agitó o sea así se agitó por el poder que se emergió en en la llave pero prácticamente ni siquiera saltó ni brincón y ni hizo el esfuerzo de atacar al otro solamente se quedó parada allí mirando con me imagino con una mirada así como quien dice de desesperación pero tampoco hizo algo para salvar o para como quien dice apoyar porque fueron los demás que apoyaron a ella mientras que ella estaba parada allí solamente pensó la parte de los juramentos y yo la llave y destruyó prácticamente con ese poder ancestral eso es todo lo que hizo en este capítulo lo demás estaban allí como que luchando lo que pueda y debilitando lo que pueda allí y por eso nuevamente lo digo Melisa tiene mi admiración y mi respeto porque ella es la única humana del grupo que logró en primera instancia retroceder el devorador de corriente y eso es de admiración bravo por ella... aplausos para Melisa
Ay Dios mío ya falta como quien dice poco para el final Ay qué emoción
o sea estás esperando que todo el mundo se muera para que Tú comienzas a expulsar los poderes de poseído por favor movilízate... va a tener que estar Nessbit para resguardar te a ti
Liz aprende de Melisa que no se esconde detrás de los pretendientes.. fue la que dio la iniciativa de atacar y que retroceda el devorador tienes que aprender de ella no me interesó se intentó matarte pero ese personaje siempre me cayó bien A pesar de que te que te mataron.. ella sí es digno de mi admiración...😂😂😂😂😂