Ella ganó una beca para estudiar en una de las universidades más prestigiosas del pais.Nada será fácil ya que nadie está feliz con su presencia.. Pero encontrará el amor,podrán estar juntos??
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Capitulo 24
Isabella mientras iba en viaje recordaba las caricias de Eric, la forma en la que la hizo mujer. Unas lágrimas cayeron sobre su rostro, lamentaba haberse ido sin despedirse de Eric, miró su teléfono celular y encontró las llamadas de él, no podía creerlo realmente pensaba que con lo sucedido la noche anterior él no le prestaría más atención, pero allí estaba. Una sonrisa iluminó su rostro quería contestar su mensaje, pero reflexiono sabía que era capaz de ir a buscarla, eso la sujetó, ya que no estaba lista para tener una relación. La noche anterior solo se dejó llevar porque sabía que ya no lo volvería a ver y él había sido el único hombre capaz de hacerla sentir especial.
Tenía miedo de lo que él opine ahora sobre ella. "Debe creer que soy una cualquiera, que me entrego a cualquier hombre que me cruce". Pensó, pero no se arrepentía de haberlo elegido.
Ya lejos de la ciudad, Isabella ya estaba en pueblo ,llegando a la terminal pudo ver a su abuela que la esperaba en la plataforma con un niño, bajó del micro y corrió a abrazarla no podía creer que ya estaba allí con ella.
-Ay mi nietita hermosa! Que grande que estas. -Exclamo su abuela mientras la miraba de arriba a bajo.
-Si abuela, he crecido mucho.
-Ya estás hecha una mujer.
-Ja, ja, ja ay abuela no diga eso, aún soy joven.
- Estás grande Isa..-Contestó con determinación.
-Buenoo-Contesto virando sus ojos en broma.
-Bueno pequeña, toma tu maleta que nos está esperando el taxi.
-Bueno abuela, vamos.-Isabella tomó su maleta y fue detrás de su abuela.
El taxista que las esperaba era un joven de al menos 20 años ,cuando la vio se sorprendió tanto que no pudo disimular, la abuela de Isabella se dio cuenta y le lanzó una mirada amenazante que hizo que el joven guardara rápido la maleta en el maletero y vuelva a subir al automóvil sin emitir sonido.
-Ay mi niña ha pasado tanto tiempo que no venías.. Te extrañé tanto.
-Si abuela, siento mucho no haber venido antes.-Contestó con su mirada hacia abajo.
-No te preocupes pequeña, me hace feliz que estés aquí. ¿Cómo está tu madre?
-Ay abuela si supieras...
-No es necesario que me digas, ya me imagino todo. Yo cuando conocí a ese hombre me di cuenta de que era una mala persona.-Contestó sería.
-Si abuela es tan malo con mamá.
-Bueno, Isa, en casa me cuentas todo.
-Está bien abuela.
Continuaron el viaje hasta su casa y al llegar el joven taxista ayudo a bajar la maleta, Isabella quedó perdida mirando la casa de su abuela, hace algunos años que no iba de visita y le traía mucha nostalgia estar allí de nuevo.
- En casa están tus tías esperándote. -Le dijo su abuela acercándose por detrás.
-¡Que lindo abu! Hace tanto que no las veía.
Al ver llegar el taxi, sus tías salieron a recibirla, comenzaron a abrazarla y darle besos, una de ellas lloraba. Ese era el pueblo donde su madre creció, allí conoció a su padre y fueron hacia la ciudad en busca de una mejor vida, pero luego él se fue abandonándolas y Miranda quedó allí sola con Isabella, hasta que conoció a Andrés, pensando en que sería feliz comenzó una relación con él y ya casi no visitaba a su madre porque sabía que a su madre no le caía bien. Ella podía intuir que él era malo, además con únicamente observar a Miranda sabía que él la sometía, pero Miranda no dejaba que su madre la ayudara, ella quería seguir con Andrés.
Sus tias la llevaron al interior de la casa , allí estaban algunos de sus primos , todos estaban ayudando con el almuerzo, ya que habían preparado algo delicioso para recibirla.
Al ver a Isabella sus primos corrieron hacia ella abrazándola, le costó un poco reconocerlos luego de tantos años.
-¡Primaa que linda estas!-Exclamo Abril.
-Tú también, cuanto has crecido.
-Tenemos la misma edad.
-Si, pero hace tanto tiempo que no te veo.
-Si, pero ahora me quedaré por un tiempo aquí con ustedes.
-Bueno ven, siéntate aquí con nosotros. Traigan jugo para Isabella-Grito Abril para que sus hermanos trajeran.
-Gracias.-Contestó Isabella con modestia.
Todas sus tías y primos se sentaron junto a la mesa y comenzaron a llenarla de preguntas.
- ¿Y tú madre como esta??
-Está bien tía.
-¿Sigue con ese descarado?
-Si tía, en verdad que no sé por qué mi madre sigue con él.
-Él golpea a tu madre ¿Verdad??
-Si ...
-¿Y por esa razón has venido?
-Si, ya no aguantaba estar allí.
-Me imagino, todos los días maltratándola, que triste por mi hermana.
-Tu hermana quiere seguir con él.-Contestó su abuela enojada.
-Pero tengo dudas sobrina. ¿Por qué has decidido venir aquí? Eres una chica de ciudad.
-Es que no aguantaba más tía, necesitaba un nuevo aire.
-¿Él te maltrataba a ti también? -Pregunto su abuela.
-Si abuela, y ya no quería estar allí.
-Es lo mejor que te hayas ido de ese lugar, nosotros aquí te cuidaremos, estarás con tu familia.
-Es lo que más me emociona de estar aquí.
-Bueno, puedes quedarte a vivir aquí con nosotros.
-Si abuela ,igualmente me gustaría conseguir un trabajo.
-Abril .. ¿Necesitan a alguien para trabajar en la terminal?-Exclamo su abuela.
-Si! El lunes mismo hablaré por ella.
-Esta bien, ya te conseguiremos trabajo Isabella.
-Muchas gracias abuela. Y a ustedes por haberme recibido así.
-Es que aún no has probado la pasta que estamos preparando.-Exclamo su primo con felicidad.
-Muero por probar.
-Bueno preparemos la mesa entonces.
Todos comenzaron a poner vasos, cubiertos y demás para el almuerzo, todos estaban felices con la visita de Isabella.