ERES MI ESPOSA! ME PERTENECES! : ENTRE LAS GARRAS DEL CEO

El día en la Universidad terminó, ella con suerte pudo librarse de sus nuevas "amigas", lo que le llevaban otra carga encima, que era, actuar como su hermana al lado de ellas.

Habrían límites, y uno de ellos era que no intimidaría a nadie. Porque ella sabía lo que se sentía estar bajo los pies de los demás, que te pisoteen cuando quieran y que nadie haga nada para evitarlo. Así fue como vivió y sigue viviendo hasta ahora.

Madeline caminó hasta la salida de la Universidad, dónde un auto la esperaba, por sus características y el color ella supone desde el instante en que lo vió, de quién era el auto.

Siguió caminando hasta llegar a estar frente a él, el chofer le abrió la puerta, y ella esperando que no haya nadie se sorprendió al ver a Thomas sentado en la parte izquierda, apoyando el brazo en la ventana.

Estaba vestido con un terno y llevaba puesto un reloj de último modelo, por la marca y el diseño, Ella supo que era un modelo único al que estaba hecho sólo para él.

Ella se paralizó y se quedó parada sin entrar al auto, mientras lo observaba.

-Qué esperas. Entra.

Madeline volvió en sí y entró al auto, sentándose lo más cerca a la ventana para evitar tener contacto con Thomas, ella no quería más problemas.

El chofer cerró la puerta y condujo, ninguno de los dos se dirigió la palabra durante un trayecto de cuatro minutos.

Madeline qué estaba acostumbrada a mirar el camino por la ventana, se dió cuenta que las calles por las que manejaba el chofer no eran las mismas que las de la mañana.

Aunque no quería hablarle a Thomas, tuvo que hacerlo, ya que debía saber por lo menos a dónde la estaban llevando.

Se mordió el labio levemente y habló

-A dónde vamos.

Thomas volteó la mirada y lanzó una tarjeta envuelta de un plástico transparente.

Madeline sostuvo la tarjeta y la sacó de la envoltura, leyendo

..."Me complace invitar a su esposa y a usted a una celebración en nombre de mi querida hija, me honraria su presencia durante esta velada, espero con ansias su aceptación"...

-Esto qué tiene que ver con el lugar al que me llevas?

-Tendrás que venir conmigo, te guste o no- la Miró fijamente- Iremos a comprarte un vestido, luego de eso me acompañarás

-Si voy contigo... me quitarías la pulsera?

Está que aprieta mi mano y me está doliendo...

-Lo pensaré luego de ver cómo te comportas.

-* "lo pensaré" siquiera... tengo la oportunidad... de hacer que lo pienses?* Está bien.

El auto se detuvo frente a una gran tienda de vestidos, por fuera se podía ver que no había nadie dentro.

-Baja

Madeline siguió las órdenes de Thomas y bajó del auto, dejando sus cosas dentro, y entrando a la tiendo junto a él.

Dentro de la tienda habían varios probadores y un montón de vestidos, de todos los diseño, dimensiones y colores. Eran hermosos

Thomas se sentó en una silla y dió la orden "Denle todos los vestidos que sean de su talla, sin importar el color"

Inmediatamente las modistas le llevaron varios vestidos al vestidor, ella entró y se quitó la ropa para ponerse uno de los vestidos.

dónde el primero fue uno color blanco

-Quítate ese y ponte otro

Madeline se puso vestido tras vestido, todos tenían algo que molestaba a Thomas.. y ese era la sensualidad. Lo que traían la mayoría de los vestidos era un escote profundo en el pecho, o sino en la espalda.

Después de una hora, Ella ya se había cansado de probarse cada vestido, hasta llegar a uno color negro con gasa en las mangas.

-Si sigo con los vestidos, no llegaremos a tiempo a la celebración. Este está... mejor que los demás.

Thomas aceptó que llevará ese vestido y pagó el costo con su tarjeta

Salieron de esa tienda y subieron al auto,

"Llevanos al hotel Goldfryth "

-Ahora puedo quitarme la pulsera?

No he causado problemas, he hecho lo que has pedido todo este tiempo.

-ugh... quítatelo

Madeline se quitó la pulsera y la guardó en la mochila, su muñeca tenía líneas y puntos a causa de la pulsera que apretaba su muñeca.

Cuando llegaron al hotel, Thomas bajó primero y le dió la mano a Madeline para ayudarla a bajar, ella se sostuvo de su mano y salió con facilidad.

Ambos caminaron, con Madeline agarrada de su brazo hasta estar dentro del hotel.

Habían varias personas tomando copas de vino y algunos otros con champán, conversaban entre ellos y la mayoría parecía estar "alegre"

Thomas guió durante el camino hasta al que organizó la fiesta, El señor Klein.

-Joven Thomas, Qué hermosa está su esposa

-Si, es una mujer excelente

-Un gusto conocerla, señorita Estela- dijo extendiendo su mano para un saludo formal.

-El placer es mío- aceptó el saludo.

-Quisiera presentarles a mi hija, acaba de cumplir 20 años, es toda una jovencita

Madeline estaba un poco distraída pero seguía sonriendo, prestando atención a lo que el señor Klein decía.

-Hija, ven aquí. Te presento a Thomas Harrison y a su esposa Estela Hylar.

Una chica se acercó llevando un vestido color rojo, con un escote en V y la espalda descubierta.

Ella se acercó rápidamente y le dió la mano a Thomas, mientras inclinaba su pecho luciendo su vestido.

-Es un gusto conocerlo señor Thomas.

Madeline solo fingió que no se daba cuenta de nada y desvió la mirada.

-Ella es mi hija Jazmín.

-Es un muy bello nombre.

Jazmín miraba a Thomas de una manera diferente a las miradas "comunes", era obvio que su objetivo era el acercarse a él.

La fiesta era tranquila, hasta que pusieron una canción.

-Hija, vas a bailar?

-Si, padre, me preguntaba.... si el Joven Thomas me daría el honor de acompañarme en esta pieza.

Thomas Miró a Madeline esperando una respuesta o reacción por parte de ella, pero ella estaba inexpresiva.

-Señorita Estela, esto no le molesta, verdad? - se expresó Jazmín en un tono de inocencia.

-ah... para nada, es sólo un baile, puedes llevártelo por el tiempo que quieras.

*así... podré estar un rato en paz*- sonrió dulcemente soltando el brazo de Thomas.

Jazmín sonrió y sostuvo a Thomas por el brazo, llevándolo al centro, y bailando al son de la música.

Los ojos de los demás se posaron en ellos.

..." qué hermoso baile"...

Madeline caminó hacia un rincón a tomar una Copa desde donde podía observarlos bailar, ella disfrutaba del tiempo a solas, tal vez Thomas no la vería y se tardaría un tiempo encontrarla entre tanta gente.

Sin embargo esto no duró mucho porque un joven se acercó a ella, a hablarle.

-Debes ser Estela.

-Si soy yo, usted es...

-Soy Iam, pensé que estarías todo el tiempo con uno de los Harrison.

-Jaja.. es mi esposo, no crees que es lo más normal?

-Comprendo que una mujer casada no permitiría que su Marido bailara con otra mujer aparte de ella.

-Yo... no soy una mujer celosa..

-Hum... No es muy problemático tener un vínculo con él?.. la mayoría no resistiría con tantas mujeres... a su alrededor.

-Qué tratas de decir?

-Thomas Harrison... un completo playboy, con la mayoría de mujeres a su disposición, solo puedo decir que se ha acostado con varias mujeres, debió protegerse muy bien para que ninguna salga embarazada.

-Comprendo muy bien lo que dice, pero no es de mi gusto seguir escuchando esto... me retiro.

Madeline dejó la Copa en una mesita y quiso irse a otro lado, pero en uno de sus pasos ella pisó su vestido y se resbaló.

Antes de caer Iam la sostuvo de la cintura y evitó que ella cayera.

-Por poco y no llego a sostenerte.

dió un suspiro y le agradeció- Gracias.

Iam todavía seguía sosteniendo su mano y en el momento en que ella le iba a pedir que la apartara llega Thomas.

-Aquí estás- dijo mirando las manos enlazadas de Madeline e Iam.

-Sobre esto..

Thomas robó a Madeline de los brazos de Iam y le dijo "No quiero que te vuelvas a acercar a ella"

-No creo que sea correcto, ordenarme y prohibirle a ella.

Él mostrando oposición atrajo a Madeline y la besó frente a Él, soltando un suspiro al terminar de besarla.

La sostuvo de la cintura y la mano diciéndole a Iam "ella es mía, no puedes tocarla"