La Apuesta De Angel

Leo se había transformado en la personificación de una persona helada, fría, incapaz de sentir amor por una mujer.

Los últimos ocho años le habían enseñado a protegerse de los sentimientos, hasta convertirlo en un hombre inquebrantable, duro, indiferente ,estar del lado oscuro era lo que le mantenía equilibrado.

Habían madurado sus facciones, su cuerpo tenía más músculos marcados, pasaba tiempo en su gimnasio privado en su “penn house" Era imponente, realmente bello, y ya tenía 34 años.

El trabajo era su única responsabilidad en el que estaba comprometido. El viñedo de su familia, sus negocios.

Las relaciones, como la que mantenía con Anna, eran solo para descargarse físicamente, acuerdos que tenían solo por placer sin ataduras, donde la libertad de cada uno se respetaba. Ella, una mujer tan desapegada como él, entendía el juego: buen sexo, compañía de a ratos y nada de esperar amor en esta relación ni compromisos reales.Y aparte salían con otras personas , la fidelidad entre ellos no existía.

Aquella tarde Anna había viajado para Italia, para darle una sorpresa a Leo y para invitarlo a una fiesta muy importante para ella.

Golpeó la puerta y no espero que le contesten, abrió la puerta de la oficina.

- Hola lindo, ¡cómo estás! Y puso su mejor sonrisa. "Sorpresa".Se apoyó en el marco de la puerta, lo miró con pasión ,tenia puesto un vestido ajustado que resaltaba su figura.

-Leo, cariño - dijo con una voz muy sexy. Vengo a buscarte.Mi jefe celebra el cumpleaños de su hija este fin de semana. Es una fiesta importante, y me encantaría que me acompañaras.

Leo levantó la vista de los planos del nuevo sistema de irrigación, que quería poner en el viñedo. Sus ojos de un azul tan intenso como un glaciar la observaron.La idea de un evento social le producía una pereza casi física, Anna solía ser una distracción agradable por corto tiempo, luego ya le fastidiaba y quería estar solo.

Además, el jefe de Anna era Alex , Samuel ,la familia de Ángel.

-¿La hija de tu jefe?-preguntó, con un tono carente de emoción, aunque una chispa se encendió en algún hueco olvidado de su mente.

- Cumpleaños ¿Iris?- dijo

Pero sintió algo muy profundo en su interior.algo que lo atravesó, era como un eco del pasado.

Anna negó, ajena a lo que sentía Leo y escondía en la mirada.

- No, la que viene de regreso es su hija mayor Ángel ¡Cumple veintitrés.

La palabra quedó en el aire, pesaba mucho .y resonaba en el silencio de la oficina. Leo sintió que el tiempo se detenía, que el oxígeno se le escapaba de los pulmones. Sus manos, que segundos antes sostenían los planos con firmeza, temblaban ligeramente en los bordes del papel. El hielo en sus ojos parecía ponerse aún más frío, por un instante, revelando una profunda sorpresa y un terror abismal.

"Ángel." pensó.

El nombre, que no había escuchado en ocho años, lo golpeó con la fuerza de un puñetazo en el estómago. La chica que había destrozado su mundo, que se había burlado de él y a quien él, ahora lo que más deseaba era ,se resumía en una sola palabra “venganza" quería herirla de formas irreparables.

" Porque volvió ella"

“La que se había marchado, borrado de su existencia sin explicaciones,y se había convertido en un fantasma".

Su rostro, sin embargo, permaneció sin expresión. La máscara de indiferencia que había perfeccionado a lo largo de los años no se rompió. Solo un ligero temblor en la comisura de su labio, un parpadeo apenas visible,pero que no delató nada en frente a Anna.

-Entiendo -dijo, en su voz mostrando una tranquilidad que no sentía.

Se aclaró la garganta-¿ Que día es? ¿A qué hora es?

Anna sonrió, contenta por su aceptación, aunque ella dudaba si realmente a él no le afectaba nada volver a verla, luego de tantos años.

-La semana entrante ,a las ocho.Ahora iré a darme un baño y descansaré un poco, voy al hotel de siempre, nos vemos más tarde cariño , te espero con ansias, un poco de movimiento nos hará bien, tu entiendes.

Mientras Anna salía de la oficina feliz y satisfecha, Leo se quedó inmóvil, los ojos fijos en los planos que ya no veía. La sangre le rugía en los oídos. Veintitrés años. Ángel.

-“Porque vuelves luego de tantos años".Tu cumpleaños, ahí estaré- soltó.

“El pasado tocaba de nuevo su puerta"....

"Y él, el hombre que no le importaba nada, el rey de la indiferencia, se había quedado completamente quieto".

LEO EN LA ACTUALIDAD