Salem escapó de la oscuridad para refugiarse con una bruja Pero la oscuridad la mato . Durante años esperó en silencio a la niña de ojos ámbar que la bruja le había mencionado.
Y un día, Clarisse llegó.
El destino, sin embargo, pronto la apartó: fue enviada a la Academia de Brujas, un lugar antiguo donde las jóvenes aprendían a dominar sus dones. Cinco años después, vuelve convertida en una hechicera que apenas comienza a descubrir la magnitud de su poder.
No estará sola. Un cuervo sarcástico, tan fiel como insoportable; un tigre y un puma que ella misma rescató y que ahora la reconocen como su reina ; y Salem, el misterioso gato que nunca la abandonó, serán sus guardianes en la batalla contra las sombrasen la oscuridad.
Entre secretos familiares, pactos rotos y un linaje perdido. Clarisse deberá descubrir hasta dónde llega su poder… y qué precio está dispuesta a pagar por él.
¿Estás listo para entrar en un mundo donde nada es lo que parece, y hasta la magia tiene un precio?
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DESPERTO LA BRUJA 🪄
—¡¿¡TÚ TIENES IDEA DEL SUSTO QUE ME DISTE, INSENSATA DE OJOS ÁMBAR!!! chilló mientras abría sus alas para abrazarla con fuerza—. Pensé que te habías ido, que me ibas a dejar solo con el serio y silencio del gato y estos dos peluches gigantes que babean encima de ti. ¡MÍRAME! ¡Me salieron plumas grises del trauma!
Ella soltó una carcajada débil, cerrando los ojos un segundo.
—Corvyn… estás bien —susurró, abrazándolo con una ternura que muy pocos conocían—. Gracias por cuidarme…
El cuervo se limpió las lágrimas con el ala como si no fuera gran cosa.
—Pfff, obvio. ¿Quién más iba a darte el drama que mereces?
Luego chilló, alzando la cabeza con súbita intensidad.
—¡Salem! ¡Ven acá! ¡Tu bruja está despierta, idiota!
Desde el rincón donde vigilaba todo en silencio, el gato bicolor se acercó con paso lento. Nadie dijo nada. Nadie comentó que, horas antes, aquel mismo felino había sido el joven que la salvó de estrellarse contra el suelo. Clarisse lo cargó con delicadeza, como si lo sintiera distinto, como si algo dentro de ella lo reconociera sin palabras.
—Gracias, Salem… —susurró mientras lo abrazaba contra su pecho—. Tranquilo, ya todo está bien.
El gato ronroneó bajito, quedándose entre sus brazos.
Fue entonces cuando la puerta se abrió. Serenya, fue la primera en entrar. Su mirada era cálida, cargada de emoción. Tras ella, Logan, solemne y observador, seguido por varias brujas curiosas que murmuraban entre sí al ver que la bruja dormida por fin había despertado.
—¿Ya desayunaste, oh salvadora brillante? —bromeó Corvyn, posándose en su hombro.
Clarisse soltó una risa suave.
—No, y ya que lo mencionas… tengo hambre. ¿Pueden darle de comer a mis felinos primero? Seguro han estado cuidándome sin descanso.
Una de las brujas se adelantó rápidamente.
—Ahora mismo. Prepararemos algo para ellos… y para usted.
—Que no sea sopa de venado otra vez, ¿sí? —rezongó Corvyn dramáticamente—. Mis entrañas tienen estándares.
Logan dio un paso adelante, su voz grave y firme, pero con una sombra de súplica en el fondo.
—Clarisse… después de que comas y descanses un poco más, quisiera pedirle algo si no es mucho el atrevimiento.
Ella lo miró con atención, ladeando la cabeza.
—Digame.
—La mitad de mis guerreros siguen dormidos desde el ataque. Algunos niños también. Las brujas que nos quedan… no pueden despertarlos. Necesitamos tu ayuda.
Hubo un silencio cargado, solo roto por el sonido de la respiración de la pantera a su lado.
—Y hay más —añadió Logan , cruzando los brazos con el ceño fruncido—. Necesitamos saber cómo están las otras manadas. Pero la barrera… tú la cerraste tan bien que nadie ha podido salir. ¿Crees que podrías abrir un paso? Solo uno. Queremos enviar a una bruja voladora para hacer un reconocimiento y pueda regresar rápido.
Ella se quedó en silencio unos segundos, procesando todo, hasta que asintió lentamente.
—Lo haré. Pero primero… comida y agua caliente. Y un poco de paz. Estaré lista antes del atardecer.
—Gracias —dijo Serenya con una sonrisa cálida, tocando su brazo como muestra de respeto—. Si no hubieras llegado… no quiero imaginar qué habría pasado.
Clarisse asintió, y mientras veía cómo todos se organizaban para cumplir su pedido, soltó un suspiro profundo. Todavía no sabía por qué la diosa Hécate la había elegido. Pero algo en su pecho, le decía que esto no termina y apenas era el comienzo de algo mucho más grande.
Corvyn, por su parte, voló hacia la cama, se tumbó junto a ella como un pájaro caprichoso y declaró:
—Ahora sí… ¡A comer! Porque si tú te desmayas de nuevo, juro por mis plumas que me lanzo al abismo.
Todos rieron. Y por primera vez desde hacía días, el refugio sintió un poco de alivio… aunque fuera solo por unas horas.
Después de una buena comida caliente y una ducha con agua tibia que le devolvió el alma al cuerpo, Clarisse se miró al espejo. Sus ojos ámbar brillaban con una intensidad distinta… más profunda, más serena. Su cuerpo seguía cansado, sí, pero su espíritu estaba encendido como si una antorcha divina se hubiese encendido en su interior.
Salió de la habitación vestida con una túnica sencilla, el cabello suelto y aún húmedo cayendo en ondas sobre su espalda. El tigre y la pantera caminaban a su lado como dos centinelas silenciosos. Salem, siempre alerta, seguía sus pasos con sus ojos bicolor, y Corvyn revoloteaba sobre su cabeza como si no pudiera despegarse de ella ni por un instante.
Al ver pasar a un joven lobo de la manada, Clarisse se le acercó.
—¿Puedes llevarme con los heridos? —preguntó, con una voz firme pero suave.
El joven lobo asintió sin decir palabra, impresionado por la presencia de aquella bruja. La condujo hasta una gran sala comunal donde yacían los cuerpos dormidos de guerreros, niños y brujas alcanzados por el ataque de los espectros.
—Iré por el alfa y su luna —dijo el lobo antes de irse corriendo.
Clarisse se acercó al grupo y vio los rostros pálidos, las respiraciones débiles, los cuerpos cubiertos con mantas. Algo dentro de ella se revolvió. Esto… esto no podía seguir así. Cerró los ojos un segundo, respirando hondo.
—Corvyn —susurró—. ¿Sabes qué hacer?
—Pff, claro que sí, ¿crees que sólo sirvo para los chistes malos? Pero ten cuidado al ver sido tocados por los espectros deberían de estar muertos no entiendo porque todavía conservan sus almas es como si solo durmieran—replicó el cuervo, inflando el pecho.
—No lo dudo… pero esta vez déjame a mí.Solo está alerta por si pasa algo más.
Salem se sentó a su lado en silencio. La bruja posó una mano sobre el suelo, justo en el centro de la sala, y comenzó a murmurar en un idioma que ya no pertenecía al mundo de las brujas comunes.
“Somnus profundus solvitur, per lumen et spiritum.
Exsúrge, anima sopita, audi vocem meam.
Lux vitae te vocat, redi ad vigiliam.”
significado....
“El sueño profundo se disuelve, por la luz y el espíritu.
Levántate, alma dormida, escucha mi voz.
La luz de la vida te llama, regresa a la vigilia.”
Los que estaban cerca sintieron cómo el aire cambiaba. Se volvió más denso… más cálido. Una bruma suave surgió de su palma, extendiéndose como un río de energía blanca hacia cada uno de los dormidos. La luz los tocó con delicadeza, como si los acariciara desde lo profundo de sus almas.