Él pensó que me conoció por casualidad, pero cuando me quemo en la hoguera en 1645 yo jure que volvería para vengarme de su traición. Aunque nunca imaginé terminar envuelta con 4 sugetos al mismo tiempo y uno es peor que el anterior.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Raptada antes de la boda.
Después de eso solo faltaban horas para ser la esposa de Joseph, no pensé que fuera a estar tan nerviosa por algo tan simple, pero literal estaba arañando las paredes.
- Ja ja Te veías tan segura y ahora creo que mejor cierro la ventana.
- Sofía tu novio va al mismo Instituto que tú.
- Eh.. Ah si aunque va más adelantado porque es mayor que yo. ¿Por qué preguntas tanto por él?
- Tengo curiosidad además quiero pensar en otra cosa que no sea ese vestido colgado el closet.
- Todo va a estar bien y si no lo está puedes volver a casa.
- Tienes razón.
- Duerme un poco, tienes exactamente 3 horas para hacerlo, la maquinista llega a las 6 de la mañana y para entonces ya tienes que estar bañada y con el cabello seco.
- Creo que todavía hay tiempo.
- ¿Para qué?
- Escapar.
- Nooo adonde crees que vas.
Sofía se acuesta a mi lado y así logró dormir lo que para mi son solo unos cuantos segundos, la alarma suena diciendo que ya es hora.
Luego de todo el ajetreo por fin llega la hora subir al auto que me llevará a la Iglesia. ¿Me pregunto si está se aprenderá fuego apenas ponga un pie en ella? No eran así las historias que los viejos les contaban a los niños. Se suponía que nosotras nos comíamos a los traviesos, que lanzábamos maldiciones asiendo feas a las mujeres por enviada, que robábamos a sus bebés porque no éramos capaces de concebir los nuestros y tantas estupideces más como que volábamos.
Y quien lo diría que a pesar de todas sus mentiras siempre acudían a nosotras por ayuda, en ese momento no nos temían, no nos odiaban. Hipócritas.
Veo como el auto comienza a andar dejando atrás a mi madre y a Sofía. - Conductor todavía faltan dos personas más... ¡NO ME ESTÁ ESCUCHANDO!
- Si te escuche Thae, pero ha habido un cambio de planes.
- ¿Scott? Te has vuelto loco.
- Me obligaste a hacerlo, te pedí que me dejaras hablar contigo ese día y te fuiste con él, no tenía otra opción.
- Scott no hagas eso, mira ya sé que tienes una prometida así que olvida esa promesa de niños y déjame ir.
- No tengo a nadie Thae solo a ti.. Por favor escúchame.
- Está bien te voy a escuchar, pero tienes que hacerlo rápido y sin lágrimas.
- Ja Sigues siendo igual de cruel. Nosotros nos conocimos cuando éramos niños un día en que Thiago me llevo a su casa por una tarea, eras tan pequeña y bonita que luego de eso todo el tiempo quería estar en tu casa para poder jugar contigo.
- ¿De verdad?
- Si, tu juego preferido era la hora del té y te vestías de princesa y a mí de caballero... Un día de la nada me dijiste si cuando fuéramos adultos podríamos casarnos y vivir en una casita tal como la que tenías en el jardín y seguir teniendo esas pequeñas fiestas de té cuando ambos regresáramos de trabajar.
- Scott que edad teníamos.
- Tenías 4 o 5 y yo 9.
- ¿Le puedes creer esas palabras inocentes a una niña de 5 años? De seguro se las dije a muchas personas.
- Esa promesa me mantuvo en pie después de que desapareciste, Esa promesa me hacía fuerte en mis peores días. Añorada volver a ver esa dulce sonrisa cuando me llamabas mi esposo querido por fin llegó a casa y ponías la taza de té en la mesa para luego besar mi mejilla.
- Scott...
- No te cases Thae. No te cases con él y hazlo conmigo, yo puedo hacerte muy feliz, puedo darte todo lo que quieras.
- Lo que quiero es poder y la única persona que me lo puede dar es Joseph.
- Pero porque.
- Mira Scott yo no lo amo y esto es un simple contrato, nosotros no vamos a ser una pareja de verdad, pero necesito hacer esto por mis padres y por mi. Una vez que acabe me divorciare y haré como que nada pasó.
- ¿Lo juras?
- Por supuesto, como abogado sabes que hay que cumple ese contrato y si haces esto estarás traicionando a tu mejor amigo y llevando a la quiebra a mi familia. Por favor no lo hagas, sé que los quieres y aprecias más que yo. Sacando el hecho de que ese hombre te matara por robarle su juguete nuevo.
- Como puedo estar seguro de que estarás bien.
- Te escribiré diario y si estoy en peligro te avisaré de inmediato. Es una promesa.
Lo veo frenar de golpe y cruzarse a la parte posterior mientras extiende su dedo meñique. - Promesa, te voy a seguir esperando por favor no te enamores de él Thae.
Alejo su mano y lo beso en los labios como símbolo de mi palabra, siempre quise hacer esto, es como todo lo prohibido que solía leer en mis libros, pero en la vida real se siente mil veces mejor.
- Es una promesa, ahora llévame a la Iglesia antes de que mi esposo pierda la cabeza y asesine a todos.
Scott me vuelve a besar esta vez más apasionadamente y luego vuelve a poner en marcha el auto. Puedo ver a toda la gente en la entrada y una pelea está a punto de suceder para cuando bajo del auto.
- Que está pasando aquí.
- Thae donde diablos estabas metida.
- Ya veo pensaste que escape con la ayuda de mis padres. Que tonto eres Joseph.
- No estoy par a juegos.
Siento su fuerte agarre en mi muñeca y con fuerza me lleva adentro. Antes de cruzar las enormes puertas me libero algo asustada. ¿Qué pasa si esos cuentos eran verdad?
- Que pasa ahora.
- Dame un segundo.
- Vamos Thae.
- ¡DAME UN SEGUNDO DIJE! Por todos los cielos si te vas a poner así de insoportable desde ya mejor cancelamos todo.
- No digas eso ni en broma, todos nos están viendo.
Mi padre se acerca y me abrazo a él. - Estás bien hija.
- Todo bien papá. ¿Vamos?
- Sí.
Mientras Joseph toma su lugar toda mi familia se acerca a mí y nos damos un largo y cálido abrazo, Thiago está muy enojado, pero logró tranquilizarlo hasta que llega el momento. Respiro profundo y con pasos llenos de terror comienzo a caminar lento mientras me aferró al brazo de mi padre.
- Si no quieres hacerlo...
- No es eso, le tengo miedo a las iglesias. No me dejes caer por favor.
- Jamás te dejaría caer.
Llegamos junto a Joseph y luego de intercambiar unas palabras mi papá se va dejándome sola con él.
- Tanto miedo me tienes que tiemblas.
- Cállate.
El discurso comienza y todo pasa tan rápido que no me doy cuenta en que momento llegamos al centro del salón para comenzar a bailar mientras todos nos aplauden.
- Sonríe esposa mía, estás hermosa.
- Tú también te ves menos vestido en esmoquin.
- La noche recién comienza y todavía faltan más sorpresas.
- Te contaré la mano, ya estás advertido.
- Ja ja ja.