Alan, si existe otra vida y te encuentro, prometo que huiré de ti, me alejaré tanto como pueda. Tal vez pienses que soy una cobarde pero con una vida junto a ti es más que suficiente. Te deseo felicidad, que ames y seas amado por la mujer que escogiste. Adiós Alan.__ Génesis, si existe otra vida, prometo que nada podrá separarme de tí, ni siquiera tú lo podrás hacer, por más que huyas yo te alcanzaré, te amare y te haré feliz, ¡por qué nadie puede hacerme feliz, si no lo haces tú! Te elijo a tí, y mil vidas lo haría, no existe un adiós será un para siempre, vuelve a la vida Génesis.
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capitulo 7
Baja al sótano rápidamente, encontrando cuatro hombres amarrados y colocados sobre unas mallas metálicas, con golpes en sus rostros.
__ ¡Así que empezaste a jugar sin mí! Marcus, pronuncia Alan quitándose su blazer .
__ ¡lo siento señor! Trataron de resistirse.
__ ¡Alan amor! Juro que no conozco a estos hombres. Se escucha la voz entrecortada de aquella rubia, quien está sujeta a una silla.
__ ¡amor! Suena tan asquerosa esa palabra de tu boca.
__ Alan eres el amor de mi vida, no podría hacerte daño, ¡lo sabes!
__ ¡CÁLLATE! Eres la peor sanguijuela que pude dejar entrar a mi vida, ¡Marcus! quemales los genitales con un soplete a cada uno y tú, Mark amarra a esta perra frente a ellos, para que mire el espectáculo.
__ ¡no Alan por favor! ¡amor! El miedo de aquella rubia es palpable, y al mirar los ojos miel de aquel hombre que la miraba con cariño, y en este momento puede darse cuenta que ya no hay nada de ello, que solo hay un inmenso odio en esos ojos.
En aquél sótano solo se escuchan los gritos desgarradores de aquellos hombres mientras que la rubia solo mira y aumenta su miedo ella sabe lo cruel que Alan Voucher puede llegar a hacer.
__ ¿Alan por qué no me escuchas? Grita ya desesperada. El pelinegro se dirige donde está la rubia y le sonríe maquiavélicamente
__ ¿acaso tú lo hiciste? Me viste sufrir por las acciones que tú me mostraste de Genn y ¿paraste? ¡No lo hiciste! ¡Mataste a mi hijo! Pero después de acabar con estos hombres te daré lo que deseaste tanto. Se voltea y va donde está Marcus, susurra Algunas palabras que nadie puede escuchar, solo aquella rubia lo ve salir de aquel sótano, mientras que Alan se coloca unos guantes negros con puntas metálicas en los nudillos golpea una y otra vez a cada uno de esos hombres cuando se cansa lo hacen los hombres quienes trabajan para él, pero no los dejan descansar. Cada que se desmaya Alan manda que los despierten con agua y corriente eléctrica. La rubia lo único que hace es llorar, por qué sabe que por más que ruegue él no tendrá piedad.
Se abre de nuevo la puerta del sótano para darle paso a Marcus quien entra con cuatro hombres indigentes. Chocan la mirada con Alan quien le confirma con un movimiento de cabeza. Marcus les indica la rubia y esos hombres van hacia ella, los gritos de aquella mujer son desesperados pero nada puede hacer. Es abusada por esos hombres. Mientras que Alan y Marcus encienden cada uno una pulidora y empiezan a cortar vivos a esos cuatro hombres que abusaron de Genn. La rubia no aguantó mucho esos indigentes fueron brutales con ella y cómo no hacerlo si era hermosa ellos jamás en sus vidas podrían estar con una mujer así. Alan salió de aquel sótano bañado en sangre fue hasta una de las habitaciones y se ducho. Ya cambiado va hacia su auto no sin antes ordenar que limpien todo. Y se dirige al aeropuerto donde ya está listo su avión privado, quien lo llevará hasta Alberta Canadá.
Los nervios de aquel imponente hombre hacen estragos, su miedo de ser expulsado de aquel lugar lo frustra, él más que nadie sabe que no merece estar frente al cuerpo de su amada, pero es lo último que quiere hacer, antes de ir detrás de ella, y rogar por su perdón. así como murieron los que le hicieron daño el debe pagar también, por qué es fácil culpar a otros cuando fue él quien la dejó sola, solo él es el responsable de todo el sufrimiento que pasó su amada.
Alberta es una de las diez provincias que, junto con los tres territorios, conforman las trece entidades federales de Canadá. Su capital es Edmonton y es donde llega Alan. Al bajar de aquel avión es recibido por varios hombres que se encargan de su seguridad como también hay dos autos similares, Alan es guiado a uno de los autos y salen de aquel aeropuerto. Su mirada está puesta en la majestuosidad y la belleza de Edmonton sus calles acogen una de las mayores concentraciones de olmos sanos que quedan en América, que no se vieron afectados por la enfermedad neerlandesa que hizo desaparecer una gran cantidad de esos árboles El auto toma como dirección el suroeste hacia las Montañas Rocosas canadienses que están a unos doscientos veinte km aproximadamente al suroeste, a unas pocas horas en coche. Al llegar a la casa del jefe de la tribu se puede ver el cuerpo de Génesis en un féretro de cristal, su rostro y cuerpo están tan deteriorados que nada queda de la génesis que conoció, llena de vida y alegría. La mirada de todos queda puesta en él y él en la de aquel rubio que también está en ese lugar. De un momento a otro todos se quedan congelados, solo él se puede mover y va hacia ella.
__ ¡te estaba esperando! Pronuncia un hombre mayor de cabello largo y blanco, sus ojos azules como los de su Génesis, una túnica blanca, se acerca a él y al féretro.
