La Princesa Doma Al Villano

...⚘...

El traqueteo de mis uñas pegándole al material del tocador era el único sonido que podía escuchar.

Introduje mi dedo delicadamente en el peinado y me rasqué el cuero cabelludo.

Gruñí.

No me siento nada bien.

Este cuerpo es bastante débil y pequeño después de todo.

Me masajeé la sien; tratando de no arruinar el maquillaje. Si se arruinara serían otras malditas cuatro-cinco horas.

—Princesa Gwshan.

Abrí los ojos y levanté la cabeza.

Esos ojos carmesíes indagaron en mis gestos sin vergüenza.

Aklen Hongshu; hizo una reverencia que apenas y se pudo notar.

Levanté una ceja cuando me percaté de su ondulado y largo cabello rojizo sin amarrar/atar; solo suelto.

Ni siquiera parece una dama de compañía.

No moví la cabeza, pero mis pupilas la fulminaron.

—Atarlo.

Enmudeció por un largo rato, pero no se inmutó.

—Atarlo —repetí.

—Quiero —tardó —llevarlo así el día de hoy.

Se le dibujó una leve sonrisa coqueta en los labios; que tenía enrojecidos.

Me volví a masajear la sien. Solté una risita.

En la novela,

⟨“Aklen Hongshu no solía ser del tipo coqueta, de hecho, es más del tipo ruda y decidida, pero ella trataba desesperadamente de verse lo más femenina posible delante de él.

Siempre, ningún encuentro era la excepción”.⟩.

...decía algo como eso, ¿a esto se refería?

Que estupidez.

Bufé.

—¿Hay alguna razón por la que quieras llevarlo suelto?

Sacudió la cabeza ligeramente.

—No la hay.

Mentirosa.

¿Debería decirle que no irá? Se ve muy arrogante a mi parecer.

No.

Si se encuentra con Hwan puede que se enamore de ella.

Eso es mejor para mí, ¿no?

De todos modos,

La volví a mirar.

No voy a permitir que una perra de repente pueda llegar a pensar que es humana.

—Ma'am Aklen —me levanté; con una sonrisa tierna esbozada en mis labios.

—Le suplico que, no me llame de esa forma, princesa Gwshan.

—Atarlo —repetí; por tercera vez. La hizo aplacarse un poco —Aklen, no creo que vayamos para conseguirte un marido, ¿verdad? —la miré; agobiada —Irás bajo el nombre de 'la dama de compañía de la princesa Gwshan', así que —le agarré un mecho de cabello —este tipo de cosas, no son necesarias. Compórtate como una dama de compañía. Ahora ve a atarlo.

Solo han pasado dos horas desde que me sirves, ¿y no puedes acatar una orden tan inútil como esta?

Se quedó quieta, ahí parada.

Sé que se estaba reteniendo para no mandarme a la mierda. Incluso sus gestos no me decían nada.

Traté de fingir ser amable. Sin embargo tú, no pones de tu parte.

—No me harás repetirlo, ¿verdad? Creo que cuatro veces son suficientes.

Finalmente, se movió para inclinar el cuerpo.

—Me disculpo —dijo; antes de salir.

Suspiré.

No me siento nada bien y aun así, la gente se intrinca en hacerme irritar.

—Princesa Gwshan.

La voz, que tan solo había escuchado pocas veces y ya me parecía irritable, me retumbó en los oídos.

—Sacerdote Mozi —pronuncié.

Él parecía mirarme todavía con algo de resentimiento.

—Su alteza; la emperatriz, ¿le ha contado...?

¿Él ya lo sabía?

—Ah, sí. He mandado a llamar al resto de los sacerdotes.

Comenzó a negar; moviendo la cabeza lentamente.

—No es necesario, princesa Gwshan. Conmigo es suficiente.

Sonó más a una exhortación que a un pedido.

Lo miré.

—He mandado a llamar al resto de los sacerdotes—repetí, recalcándolo esta vez.

Que viejo tan molesto.

¿Siempre querrás llevarme la contraria?

Lo miré hacer una mueca extraña que, no pude descifrar lo que sentía.

—Entonces tendré que pedirle su permiso para quedarme aquí.

Levanté una ceja.

Tampoco iba a dejarte ir. Ni siquiera te invité a Hwanhuan, pero estás aquí de chismoso.

¿Por qué llevaría a un sacerdote de Gwshan a un evento como este?

—Esperaré y recibiré al resto cuando lleguen a Hwanhuan.

—Puede hacer lo que quiera.

Chasqueó la lengua con molestia.

—Sin embargo, princesa Gwshan, tendrá que encargarse de su tío, el hermano de su alteza; la emperatriz.

Lo miré, sin emoción alguna en el rostro.

—¿Qué?

—Está paralizado de sus piernas, así que no puede moverse. Lo normal sería que usted-

—Entonces regresarlo a Gwshan. Vino sin mi consentimiento, no espera que me haga cargo de un enfermo paralítico, ¿verdad?

—¡Princesa Gwshan!—gritó —¡Hable adecuadamente! ¡Es su tío al que se está refiriendo!

Maldito viejo.

Suspiré.

Cuando vio que no refuté, se calmó también.

—Su tío necesita casarse, no quisiera que permaneciera solo hasta morir. Entonces, princesa Gwshan, se lo pido, ¿puede llevarlo con usted y cuidarlo?

Ah.

Curvé una sonrisa en mis labios de par a par.

—Si lo dice así, entonces cuidaré de él.

El que ha insistido, has sido tú. Entonces, no me culpes después, ¿bien?

...⚘...

Cai me asistió con delicadeza para que entrara al palanquín.

Cuando subí, me guiñó un ojo y fue a subirse al otro palanquín.

Aklen subió detrás de mí, sin ayuda absoluta; solo por su cuenta y, se sentó a mi lado. Me percaté de su cabello tejido en una trenza ahora.

Dos súbditos entraron al palanquín también, para subir al pervertido, al otro costado del palanquín. Ni siquiera se atrevió a mirarme.

El palanquín se comenzó a mover.

Cai se ofreció a venir en este palanquín porque conocía el estado mental de este hombre. Sin embargo, ¿cómo no podría defenderme de un inútil que está paralizado de las piernas?

Le puse los ojos encima.

El malnacido, aunque tenía la cabeza gacha, se estaba mordiendo los labios perversamente mirando a Aklen.

Aklen solo tenía una mueca de incomodidad.

Ahg, este perro.

Giré la cabeza. Siempre y cuando no me mire a mí, está bien.

¿verdad?

Apretó las piernas y, babeó.

—Tío.

Lo hice sobresaltar.

—La próxima vez, ¿debería cortarte la lengua?

Se estremeció y giró la cabeza.

Aunque Aklen no me agrade en absoluto.

Ese maldito pervertido es una mierda todavía peor.

Miré a Aklen. No dijo siquiera una palabra.

Já, definitivamente soy muy buena persona.

—Hemos llegado.

El palanquín se detuvo. Cuando la puerta se abrió, estaba Cai, quien me agarró por las costillas, cargándome para bajarme.

La duquesa viuda entrelazó sus brazos. Caminé a su lado, siendo seguida por Aklen.

Por fuera, el templo imperial estaba repleto de esas personas con túnicas negras que ya conocía bien. ←la corretearon dos veces.

El pueblo fue nombrado como “parte” del templo imperial de Hwanhuan, por lo que, la gente común ya ni siquiera puede pasear libremente por ahí cuando se lleva a cabo un evento importante. El pueblo estaba repleto de familias nobles y, guardias vistiendo túnicas negras por todas partes.

Ellos se inclinaban ante mí.

Supongo que la orden de persecución que emitió el vejestorio emperador de verdad fue revocada.

¿Quién se lo pidió?

Nos alejamos de la multitud y, llegamos al trono; donde descansaba la familia imperial Hwanhuan, más específicamente, el hombre grotesco, el emperador. Y, de cada costado; sus dos hijos gemelos.

Izquierda, Zorám.

Derecha, Hwan.

Aklen se echó un poco adelante y, descaradamente dirigió sus ojos a él, hacía Hwan.

Esto es interesante.

¿No es la primera vez que se ven?

Esto será divertido.

Aklen, quiero ver lo que haces.