El Dilema De Ser La Hija Falsa

Las personas que contrató Velasco eran de dudosa reputación y los mismos estaban portando armas de fuego, así que irrumpieron de forma abrupta en la residencia de Eleonor asustando al personal que allí se encontraba trabajando, el problema es que ellos no sabían nada acerca de Eleonor o Mafalda porque ambas fueron discretas cuando salieron de la casa

-¿Dónde están la señora Alcázar y su nieta? – Preguntó el líder del grupo

Los empleados estaban aterrados porque no tenían idea de porque estas personas se encontraban en ese lugar preguntando por Eleonor y Mafalda no solo eran agresivos, sino que estaban armados

-La señora Alcázar salió con su nieta – Respondió la empleada

La empleada recibió una bofetada y aunque estaba aterrada no podía ayudarlos porque realmente no tenía información de donde habían ido las personas por las cuales estaban preguntando estos peligrosos hombres

-¡No te atrevas a mentirme o juro que lo vas a lamentar! – Gritó el hombre

La empleada se arrodilló suplicante y por más que le preguntaron dijo la misma respuesta una y otra vez, logrando convencerlos de que estaba diciendo la verdad, estas personas no se conformaron con aterrorizar al personal, sino que revisaron todo el lugar para darse cuenta de que no había nada que perteneciera a Mafalda

-Definitivamente, su madre y su hija no se encuentran en casa – Dijo la persona al otro lado de la línea

Velasco resopló de ira y se enojó mucho más con su madre y sospechaba que ella ya presentía que haría algo como esto, así que se adelantó a sus planes

-¿Le preguntaron a los empleados? – Preguntó Velasco

-Dicen que ambas salieron hace más de una hora y no tienen idea de adonde fueron – Respondió la persona

Velasco sabía que su madre era una mujer muy astuta, aunque nunca imaginó que lo retaría tan abiertamente, así que los días previos a la fiesta de compromiso de Lilly tuvieron muchos enfrentamientos, sin embargo, Eleonor se mantuvo firme y siempre protegió a Mafalda diciéndole que lo hacía por el bien de la familia Alcázar y estaba preocupado porque se preguntaba si su madre ya tenía una idea de quien era realmente Mafalda

-Vayan al aeropuerto de inmediato y eviten que Mafalda suba a un avión – Ordenó Velasco

El teléfono de Mafalda no paraba de sonar con notificaciones de mensajes y llamadas de sus padres y desde otros números así que puso los ojos en blanco y no sabía si reír o llorar recordando que en su vida anterior a pesar de que sabía que no debía ir a ese lugar lo hizo y eso le costó la vida y esa fue la razón para que ella decidiera tomar su vuelo a la ciudad donde estaba su universidad ese día

-Mafalda, espero que tu camino a partir de ahora esté lleno de éxitos – Dijo Joshua con disimulada emoción

Joshua ese día dejó todo lo que tenía que hacer y junto a Caleb se dirigieron al aeropuerto porque temía que Velasco intentara evitar su partida

-No soy tu guardaespaldas personal – Dijo Caleb en tono de broma

Luego de que descubrieran el laboratorio clandestino evitando una tragedia, la reputación de Caleb en el departamento de policía había aumentado tanto que estaba próximo a recibir un ascenso

-Solo necesito asegurarme de que estas personas no hagan nada estúpido – Dijo Joshua

-Joshua en ocasiones actúas de forma muy extraña – Dijo Caleb

A Joshua le gustaría explicarle a su mejor amigo que por alguna razón conocía muchos eventos del futuro, aunque se trataban de imágenes dispersas en su cabeza y solo cuando estaba cerca de Mafalda se aclaraban un poco, pero, por otra parte, esto le causaba angustia como si estuviera sucio y por eso, aunque sentía la necesidad de protegerla también la evitaba

-Todo tiene una razón – Respondió Joshua de forma enigmática

Joshua observaba a Mafalda a la distancia y luego esbozó una tonta sonrisa y aunque deseaba verla no se atrevió a despedirse porque temía que ella flaqueara en su decisión de marcharse muy lejos

-Creí que le contarías que tienes una pista sobre su familia biológica – Dijo Caleb

Joshua negó con la cabeza porque aún no tenían toda la información sobre lo que ocurrió ese día y donde estaban los padres biológicos de Mafalda

-Mientras no tenga toda la información sobre lo que ocurrió ese día, no vale la pena contarle – Respondió Joshua

Joshua abandonó el aeropuerto con una expresión de satisfacción en su rostro porque no solo pudo verla antes de que se marchara, sino que también le dio un pequeño incentivo al personal de la aerolínea, así que estos no revelarían la información del destino de Mafalda

-Me voy a encargar de que esas hienas no te encuentren – Se dijo a sí mismo

Cuando llegaron las personas que contrató Velasco no pudieron hacer nada porque Mafalda ya había subido a su vuelo, sin embargo, Eleonor no tuvo tanta suerte y fue obligada a acompañarlos

-Lo sentimos, pero cuando llegamos al aeropuerto ella ya había subido a un vuelo

Velasco resoplaba de ira así que cuando trajeron a su madre no paraba de observarla con mucho enojo

-¿Mamá tienes idea de lo que acabas de hacer? – Preguntó Velasco

Eleonor lo observaba con indiferencia porque si había un momento en el cual se sentía satisfecha era este y su único arrepentimiento era no haber puesto en su lugar a su prepotente hijo hace tiempo

-¿Acaso tú tienes idea de lo que acabas de hacer? – Preguntó Eleonor de vuelta

-Sabes lo importante que es esta fiesta – Gritó Velasco

-Lo suficiente para secuestrar a tu propia madre – Respondió Eleonor

-Solo envié a gente para que te trajeran a la fiesta – Dijo Velasco restándole importancia

-Dilo tantas veces como sea necesario hasta que te lo creas – Respondió Eleonor

-¿Ahora cómo voy a  decirle a estas personas que Mafalda no va a venir? – Preguntó Velasco

Eleonor se encogió de hombros en una expresión de no me importa y eso hizo enojar mucho más a Velasco, además de que se dio cuenta de que si hacía que su madre interactuara con los invitados comenzaría a hablar demás

-Como no me quieres ayudar, entonces no me juzgues por lo que voy a hacer – Dijo Velasco

-¿Qué piensas hacer Velasco? – Preguntó Eleonor con preocupación

La fiesta se estaba celebrando en la misma casa colonial de la vida anterior y Eleonor fue encerrada en la bodega de vinos

-No permitan que nadie se acerque hasta que termine la fiesta – Ordenó Velasco

-Espero que no te arrepientas, hijo malagradecido – Dijo Eleonor

Lilly estaba enfurecida y su mal humor era notable porque todos comentaban sobre la ausencia de Mafalda y su abuela en la fiesta de compromiso, además de que la expresión severa en el rostro de Joaquín no ayudaba a disipar los rumores

-Deberías sonreír porque todos van a creer que estás siendo obligado – Murmuró Lilly

-¿Acaso es una mentira? – Preguntó Joaquín con sarcasmo

-No es mi culpa que seas un pervertido y hayas guardado esas fotos - Respondió Lilly

-No recuerdo que te quejaras cuando las tomé – Respondió Joaquín

-Tú no tienes nada que perder, yo, por el contrario, tengo mi reputación   arruinada – Se quejó Lilly

Joaquín no estaba de acuerdo con Lilly porque con esta fiesta de compromiso su reputación también estaba arruinada, y Lilly lo sabía muy bien y por eso se empeñó en celebrar esta fiesta