Amor Prohibido

Había pasado el día y aún no teníamos noticias de Gabriel y de mi familia, estaba entrando en desesperación, hable con Dimitri y le dije que si a media noche no regresaban iría a buscarlos, no había tiempo que perder, esos lobos estaban locos y podían lastimar a Gabriel, no sé porque se nos pasó lo de aceptarnos así él tendría su poder completo y nadie lo podría lastimar, me quedé dando vueltas y mirando al horizonte, cuando la media noche estaba por llegar, le dije a Dimitri que se ocultara del sol, yo regresaría al amanecer para huir de aquí, estaba por emprender mi viaje cuando sentí el olor de Gabriel, le dije a Dimitri que ellos venían que debíamos ayudar, así que fui a su encuentro y los vi, los vi venir todos se veían bien, cuando estuve cerca de mis padres y hermanos los abrace con fuerza, por fin tenía algo de tranquilidad, entonces fue cuando vi a Gabriel fui hasta donde estaba él y nos abrazamos, él me tomo de mi cara y nos unió en un tierno beso.

— Ya iba por ustedes, me tenían preocupada. — Le dije en un hilo de voz.

— Tranquila hermosa aquí estoy y no me volveré a separar de ti. — Respondió el con suavidad.

— Tortolos es hora de irnos, mis hombres dicen que el pueblo está algo agitado. — Dijo Dimitri.

— Como sabes lo que pasa en el pueblo? — Pregunto Gabriel sorprendido.

— No son los únicos con un gran secreto, es hora de irnos. — Dijo Dimitri ordenando a sus hombres.

Dimitri estaba escondiendo algo, él era muy extraño y aún no entiendo cómo estaba en aquel hotel caminando como si nada a plena luz de día, debo saber que oculta este hombre, subimos a los vehículos, mis padres subieron a la camioneta con Dimitri y uno de sus hombres mientras mis hermanos y yo subimos a otra camioneta conducida por Gabriel.

— Que paso allá? Por que demoraron tanto en salir? — estaba desconcertada.

— Mi beta tomo el control de mi manada apoyado por los ancianos. — Dijo Gabriel molesto.

— No me sorprende, esos ancianos según ellos siempre buscan el bien de la manada, para mí es pura hipocresía. —

— Hermana tienes que cuidarte, ellos quieren desaparecerte, según eres la única en tu clase. — Dijo Marcos preocupado.

— No creo ser la última, pienso que hay más como yo allá afuera. — Estaba convencida de eso, ahora tengo que buscarlos y saber realmente cuál es nuestra historia, con todo lo acontecido el día de hoy ya no creo en los lobos y si yo una vampiro soy compañera de un lobo, alguna razón debe haber.

Viajamos casi toda la noche, mi mayor preocupación era que se hiciera de día con mi familia en el auto, a casi unos minutos del amanecer llegamos a un conjunto residencial en el que entramos, al final del conjunto había una casa muy llamativa, ya que está tenía mucha seguridad, entramos al estacionamiento y ya por fin en total oscuridad entramos a la casa, esta tenía seguridad en todas las ventanas, es decir, no pasaba luz del sol a la casa, está seguridad se trataba de una especie de persianas, pero eran blindadas o al menos eso parecía.

— Bienvenidos a una de mis casas, pónganse cómodos, cuando haya anochecido nos seguiremos moviendo, no es seguro quedarse aquí, aunque camuflamos nuestro olor esos perros tienen buen olfato. — Dimitri dijo está última parte mirando a Gabriel.

— Donde pueden descansar mis padres? — Pregunté antes que se inicie la tercera guerra mundial.

— Arriba hay habitaciones para todos, la casa es lo suficientemente grande así que no se preocupen hay suficiente espacio para todos.— Dijo Dimitri mientras iba subiendo las escaleras.

— Lo seguimos y este acomodo a mis padres en una, a mis hermanos en otra con doble cama y a Gabriel y a mí en otra. — Ustedes tienen algo que hacer, Gabriel te necesitamos con todas tus fuerzas y aunque me duela, ya que Layla me gusta sé que si ustedes están predestinados nada puedo hacer en contra de eso, una vez descansen tenemos que hablar, ok.

— Antes que te vayas te tengo una pregunta. — Dijo Gabriel.

— Sé lo que quieres saber, ella no es un lobo, bueno no uno completamente, pero no le pasará nada cuando la marqués ya que ella lleva sangre de las dos especies, les deseo mucha felicidad a ambos, solo tengan presente que una vez que se reclamen el uno al otro, la única manera de romper ese lazo es con su muerte y por eso vienen ambas especies, ellos vendrán por sus vidas. — Explico Dimitri.

— Como nos ocultaremos de ellos? — Pregunté preocupada.

— Los llevaré a un lugar donde no los encontrarán. — Despues de decir eso Dimitri se dio media vuelta y procedió a marcharse.

Gabriel y yo lo mirábamos mientras se marchaba, realmente Dimitri era muy extraño, entramos a la habitación cuando Dimitri nos dio la espalda, una vez adentro Gabriel me acorraló contra la pared se adueñó de mi boca con gran pasión.

— Estás segura de querer que te marque? — Me pregunto Gabriel con los ojos más oscuros de lo normal.

— Si lo estoy, te amo Gabriel Lossada y quiero ser tu compañera de vida. — Le contesté muy segura de mi misma.

— También te amo Layla Suvillan y yo Gabriel Lossada te recibo como mi compañera de vida.

Nos fundimos en un apasionado beso, fuimos al baño a asearnos, después terminamos en la cama, ahí Gabriel saco unos enormes colmillos y se deslizó por mi cuello, lamió una zona de este, mientras yo estaba tan excitada que quería más de él, estaba experimentando una sensación nueva, estás ganas de que mordiera esa parte de mi cuello era enorme, unos segundos después Gabriel me complació y mordió mi cuello, fue muy doloroso y placentero a la vez, una vez el término mis sentidos se agudizaron, algo estaba pasando conmigo y no sabía que era, una sensación muy extraña llenaba todo mi ser y lo último que recuerdo fue la cara de preocupación de Gabriel, fue lo último que vi antes de caer en un sueño profundo.