Todos Los Reinos (Colección Hurmaya)

Majic está revisando unos escritos antiguos, se ha quedado preocupada de lo que anoche le contó Josag sobre su pequeño viaje al pasado; teme que si por alguna razón se altere algo de lo que hicieron, ellos tal vez tendrían aún más dificultades de las que tuvieron; es como le enseñó un maestro que tuvo en Reviere "un cambio en el pasado, podría darte un futuro distinto, sin embargo, como los factores han cambiado nada te garantiza que pueda ser mejor o peor".

Sus hermanas llamaron a la puerta, las hizo ingresar y luego de los saludos formales las invitó a sentarse.

- "Lo siento, leí algunas cosas, olvidé que hoy empiezan a trabajar conmigo", dijo Majic, con una sonrisa.

- "No tiene que dar explicaciones, Su Majestad. Si necesitas más tiempo, podemos esperar", expresó Tarjous con amabilidad.

- "Está bien, es más creo que podrían ayudarme con algo que me está preocupando, ustedes que han recibido especial preparación en libros antiguos podrían ayudarme", manifestó Majic.

- "Ayudaremos en lo que quieras. Disculpa quisiera hablar como hermanas, es algo personal", dijo Alykas, la actitud de Lady Kacer le preocupa, y ahora que empieza a trabajar con el rey Josag podría ser una molestia.

- "Por supuesto, Aly. ¿Hay algo que te esté molestando?", consultó Majic.

- "Lady Kacer, es una zorra y se quiere enredar con el rey Josag", respondió Alykas de manera directa, su hermana Tarjous se mostró avergonzada, su hermana siempre ha dicho las cosas como las siente, como ser empática no era su caso.

- "Aly, ¿crees que no me he dado cuenta de cómo es ella?, no es la primera vez que hay alguna mujer interesada en Josag, supongo que tampoco será la última vez; pero yo no voy a pelear esa batalla, quien tiene que darme mi lugar es él, yo no tengo por qué estar cuidando el mío, si tuviera que hace eso, significaría que tendría que estar pendiente de lo que él hace todo el tiempo y me niego a vivir así. Confío plenamente en Josag y en su amor, sé que aclarará las cosas de frente y sin miedo; y si ella no lo entiende la despedirá", afirmó Majic con una sonrisa.

- "Los hombres a veces no se dan cuenta de las intenciones, hasta que están envueltos en terrenos peligrosos, hasta el más leal podría caer en los encantos de una mujercita que usaría cualquier cosa para lograr su fin", expresó Alykas, a diferencia de Majic, ella cree que los problemas se arrancan de raíz.

- "Entonces voy y la despido sin una razón justificada más que... ¿Su vestimenta?, voy y ante todos actúo como una mujer insegura y celosa, que duda del amor de su esposo. Si él cede y termina enredándose entonces no es el hombre que yo creo que es y debo expectorarlo de mi vida de inmediato, quien me juró fidelidad y amarme toda la vida, fue él y solo él puede asegurar ello; como solo yo puedo asegurarle mi fidelidad y mi amor para toda la vida. Aly, entiendo tu preocupación, y agradezco créeme protejas a tu manera, pero creeme que Josag no va a ceder a intentos baratos de seducción, sabe perfectamente quien soy, y yo no perdono la traición", manifestó Majic.

La princesa Alykas mira con detenimiento a Majic, la reina de Susumira no es una persona íntegramente emocional, es más bien una persona analítica y segura de sí misma, por alguna razón quería tener esa seguridad, en un mundo como Susumira en que todo puede ser arrebatado, la princesa aprendió a deshacerse de todo estorbo.

Por otro lado, el rey Josag estaba trabajando con el ministro de Hacienda, la hija de este (Ivetee, como Lady Kacer), y algunos asistentes. Entre las labores que estaban haciendo todos, en algún momento se quedaron solos Josag y Lady Kacer.

La princesa de los Senmorta cree que es el momento perfecto, mientras recita dentro de sí un hechizo para embrujar a Josag, se acerca con unos documentos para que el rey firme, dejando a los ojos del monarca su profundo escote, y disimulando que le tiene que entregar la pluma, le roza la mano.

Josag aparta su mano y la mira serio, Ivetee retrocede, al parecer el hechizo no ha provocado nada en él, en cualquier hombre podría provocar el más mínimo de deseo, una mujer como ella no pasaba desapercibida.

- "Si me estoy equivocando, le pido disculpa por lo que le voy a decir. Deje de actuar como una mujer barata y haga el trabajo que vino a hacer en este lugar. Si es parte de su personalidad actuar con coquetería, me temo que este no es el sitio apropiado para ello. Y si por alguna razón involuntaria, le hice creer que podría tener algún interés en usted, permítame aclarar que eso es imposible. He amado a una sola mujer toda mi vida, y jamás me atrevería a lastimarla, con comportamientos cuestionables; así que decida que va a hacer, o cambia su actitud o se larga de este lugar. Es la única advertencia que le voy a hacer, no habrá una segunda oportunidad", manifestó Josag, sin mostrar duda y manteniendo la compostura de un noble de cuna.

- "Disculpe, Su Majestad, parece que le di a entender algo equivocado, jamás me atrevería... Lo siento, tendré más cuidado con mi comportamiento", dijo Ivetee nerviosa, ese hombre era inmune a cualquier tetra de seducción, si no tenía cuidado tal vez descubra quien realmente es, "esperaré afuera a que regrese el resto", agregó.

- "Sabia decisión", expresó Josag sin mirarla y leyendo los documentos que iba a firmar.

Ivetee se apresuró a salir, afuera respiró agitadamente, que imponente se vio con esa voz tan potente y seria, con el rey de Susumira tendría que aplicar otra técnica, era obvio que no era un hombre tonto, capaz de dejarse llevar por los instintos, y para ella eso lo hacía más atractivo.

Josag revisa todos los documentos y todo parece estar en orden, pero lanza un hechizo sobre ellos, y salen a la vista rastros de unas huellas que aparentan ser de seres de Hurmaya, pero lo que siente es la huella de la muerte, la mujer que acaba de salir es una Senmorta, no tiene dudas, necesita descubrir que es lo que busca, pero deberá tener mucho cuidado para averiguarlo; y usarlo como un as bajo la manga, con Majic deberán idear un plan para obtener la información que necesitan.