Ella es Noel, una periodista apasionada y amante por su trabajo, sueña algún día llegar a ser la conductora del noticiero estelar, pero al investigar la historia que la llevaría a un ascenso posible, sin saber que esa misma historia la haría vivir en carne propia el sufrimiento, el maltrato, la venta y el tráfico...
¿Tu que tan dispuesta estarías para salvar tu propia vida?.
¿Estarías dispuesta a hacer lo impensable?.
¿Doblegarte o ser doblegada de las maneras más crueles e inimaginables?.
Dime, ¿Tú, que harías?...
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Capítulo 22.
Balder.
Hice un par de llamadas, estaba sumergido en un montón de papeles cuando la puerta se escuchó, le di el pase y era uno de mis hombres con una carpeta en sus manos.
- señor, aquí le traigo la información que pidió. - asentí e hice señas para que se acercara y me lo entregará. - ¿necesita algo más?.
- lo único que pido es que encuentren el paradero de Demetrius. - asintió y dio media vuelta para salir de mi despacho - está atento, puedo necesitarte.
Hizo reverencia y salió, de inmediato abrí la carpeta, era toda la vida de Noel impresa en unas cuantas hojas.
Me serví un vaso con licor, prendí un cigarrillo y abrí la carpeta, comencé a leer toda su infancia, la muerte de su madre luego la de su padre ambos por muerte natural, venía anexado una fotografía de un hombre muy distinto a Noel, era su medio hermano.
- ¿así que eres tu?, Marcel Villanueva.
Seguí leyendo, enterándome que la vida de Noel no ha sido tan fácil, ella lucho y se esforzó para pagar sus estudios y tener su carrera en ciencias de la comunicación.
Teniendo excelentes calificaciones, estudio varios idiomas, entendiendo que era una mujer preparada y exitosa dentro de lo que cabe, tome un trago y continúe con la siguiente hoja.
Donde venia el porque le había ocurrido esto, leí párrafo por párrafo enfureciendome poco a poco, sintiendo mi ira casi explotar por la bajeza que le hizo su medio hermano.
Y por unos cuantos ceros aumentando en su cuenta bancaria, el jefe de Noel aceptó a la negociación baja de Marcel.
Ahora entiendo porque no había seguridad en su trayecto, ya estaba arreglado sin que ella supiera.
Y venía relatado tal cual ella me lo había contado.
La travesía, cuando la secuestraron, el lugar de la subasta y por último Demetrius el fugitivo qué tarde o temprano lo encontraría para hacerlo pagar.
Con mi bolígrafo apunte cada uno de los nombres que venían en las hojas, era nombres importantes de los cuales iría tras ellos, seguí leyendo la última hoja, cuando al leer lo que ese desgraciado le hizo a Noel, sentí una rabia descomunal.
Me levanté, y cegado por la ira, destroce todo lo que había a mi paso en mi despacho, como podía ser posible que una persona tan excepcional y maravillosa tuvo que pasar por todas esa bajeza solo por la ambición de varias personas.
- ¡te protegeré y te haré justicia! - grite con enfado, tome la botella qué estaba en el suelo y al destaparlo la bebí sin concideracion.
Hasta que la puerta fue abierta y la voz asustada de Noel se escucho haciendo eco en mi despacho.
- ¿qué paso?, ¿estas bien?, Balder, ¿que sucede?, ¡contestame! - se acercó a mi y sin poder formular una palabra y una respuesta aceptable ante sus preguntas, gire para verla.
Y lo único que se me pudo ocurrir fue abrazarla, la estreche entre mis brazos, sintiendo su cálido cuerpo fusionarse con el mio, olvidando por un momento toda esa ira y las ganas de asesinar a todo el que estuvo involucrado en el sufrimiento de mi Noel.
Escondí mi rostro en su cuello oliendo el sutil, pero exquisito aroma que emanaba de su piel el cual comenzaba a gustarme. - tranquila, todo está bien, estaremos bien, Noel, solo quiero que seas feliz.
Sé separó de mi y me vio confundida por mis palabras, bajo su vista y se alarmo al ver la palma de una de mis manos, sangrando, tocó con delicadeza mi mano, en sus ojos se notaba la preocupación de lo que estaba pasando.
- solo es un rasguño, tranquila.
- no es solo un rasguño, Balder no puedes tomar esto tan a la ligera, dejame curate como tu lo has hecho en mi - al decir esas palabras, inexplicablemente mi corazón se alegró, sonreí al verla y asentí.
- esta bien, el botiquín lo deje en tu habitación - ella sonrió y salió a paso apresurado.
Y mientras ella volvía, llame a Galeno, para darle una nueva encomienda.
- dígame patrón, ¿qué necesita?.
- quiero que busques a cada escoria qué está en la lista, quiero sus coordenadas exactas, porque su tormenta estará por llegar. - le entregué la lista con cada nombre de cada hombre involucrado en lo que le sucedió a Noel, desde Marcel hasta Demetrius.
- por la noche le traeré la información patrón, ¿algo más? - negué ante su pregunta y él asintió - me retiro.
Lo vi salir y en ese mismo momento entro Noel con la bolsa de primeros auxilios, se acercó a mi, me ordenó que me sentará, y por primera vez hice caso a una orden externa.
Ella se sentó sobre el escritorio, sacó una bolita de algodón la llenó del antiséptico y limpio con delicadeza y mucha paciencia la herida en mi mano izquierda.
Yo solo podía verla a ella, su concentración la hacían verse aún más hermosa, eso no lo podía negar, ni tampoco dejarlo pasar desapercibido, su belleza era única y era de mi agrado contemplarla y más con esa dedicación al querer curarme.
Cuando se dio cuenta que la estaba observando, se sonrojó de inmediato y volvió a bajar su mirada.
- Noel, te ves tan hermosa cuando te sonrojas, ¿lo sabías? - ella negaba sin dejar de curarme, se le notaba la vergüenza que sentía por mis palabras.
Pero era la verdad, ella era hermosa, y con sus reacciones inconscientes la hacían verse hermosamente tierna y no lo niego, me gustaba y mucho.
Por un momento pensé en lo que venía haciendo, reusarme y reprimir mis sentimientos, pero nuevamente he cambiado de opinión, no me rehusaré a lo que mi corazón siente y si ella está dispuesta, yo la ayudaré a liberarse y a olvidar su pasado.
Su cabello se removió y cubría la mitad de su rostro, con mi mano sana y disponible, recogí ese mechón rebelde llevándolo tras su oreja.
- Balder, por favor, no te muevas - sonreí porque al momento que escuche sus palabras su cuerpo vibró al sentir mi tacto - Balder.
- lo siento cariño, no me moveré. - la escuché suspirar y siguió en lo suyo, me puso unos apósitos y me vendo mi mano.
Comenzó a guardar las cosas, no levantaba su vista y ni mucho menos me diría una, con sus bellos ojos, estaba a punto de salir y la detuve.
No le permitiría salir sin aclarar de una buena vez si ella se sentía atraída por mi así como yo de ella.
- ¿qué sucede Balder?, ¿te duele algo?. - asentí, ella se acercó como queriendo ver el origen - ¿te duele aquí?.
Toco mi brazo y negué, tome su mano entre la mía y la puse en mi pecho - me duele aquí, porque no me miraste en ningún momento.
- Balder. - noté su nerviosismo y el sutil sudor que aparecía en su frente. - yo, yo, ¿por qué dices eso?.
- porque es la verdad, Noel, me he rehusado a ti, pero no puedo, ¿que me estás haciendo Noel?, ¿dime?.
- No, no sé Balder, solo se que me pones nerviosa.
- Noel, Noel, Noel, eres tan hermosa, tan única, tan tierna, amable, amas sin consideración y sin condición, eso me gusta, no preguntes por qué, solo te diré que me gustas. - me quede en silencio por lo que había dicho, pero ya no podía retenerlo, es muy apresurado lo se y más por todo lo que vivió ella, pero era mejor decirlo, y decírselo. - si, me gustas aunque hagas esa cara de no puedo creerlo, pero créelo, soy directo y espero que tú también lo seas.
- yo, yo. - se que mis palabras la sorprendieron tanto al grado que sus palabras solo eran, yo, yo.
- Noel, dime una cosa, ¿tú sientes algo por mi?, suena casi como suplicante, lo se, pero quiero saber, y si no es así, créeme que no te molestaré.
Al verla, su expresión había cambiado, pero no respondía a mi pregunta, asentí y sentí que me había apresurado y precipite algo que no tenía pies, ni cabeza.
Me alejé de ella e iba a salir del despacho para no seguir invadiendo su espacio, como lo he hecho, pero al intentar abrir la puerta ella lo impidió, me miró con sus ojos llorosos y me abrazó.
- Balder tengo miedo de lastimarte y de que te decepciones de mi cuando sepas toda la verdad, me gustas y no puedo evitarlo, ni negarlo, pero siento algo por ti, yo, yo nunca pensé que alguien como tú se fijaría en alguien como yo.
- ¿alguien como yo?, Noel, cariño, eres única y especial para mi aunque no lo creas, por favor no vuelvas a decir eso, y te aseguro que en diferentes escenarios, sí estuvieras tú, siempre me fijaría en ti, ¿entiendes?.
Ella asintió mostrando una sonrisa pequeña y nerviosa, me acerque a ella, la traje a mi pecho, acaricie su rostro llevando su cabello rebelde hacia atrás.
- ¿puedo? - Noel asintió, me acerqué poco a poco, besé su frente, recorriendo sus mejillas con mis labios dejando pequeños besos en su cálida piel.
Bese la punta de su nariz hasta que me apodere de sus dulces labios, siendo un beso lento, compartido y deseado por ambos, siendo el momento perfecto, para tener algo bueno ante todo lo que nos rodea.