ALPHA EROS

En la oscuridad de la noche, el miedo puede convertirse en un poderoso gobernante. La loba estaba en un mundo de emociones intensas y conflictivas, todo se torna sombrío y perturbador. Las sombras se alargan en el interior de aquella iglesia abandonada, los susurros se convierten en aullidos y el tacto se vuelve frío y distante para Emily, ella retrocede al ver la ferocidad del Animal, el Alfa era feroz en toda la extensión de la palabra que se mostraba en todo su esplendor, la loba apretó los puños entonces Darko gruñe y ella sabe que debía de darle la espalda al Alfa, si te entregas a un lobo que no es tu pareja le debes de dar la espalda y ella era ajena a que el Alfa era suyo y que ningún acto era una equivocación entre ambos, entonces el lobo Alfa la deja por debajo de él.

Se funden en un abrazo que trasciende lo físico, Darko se desliza en el interior de Emily con demasiada fuerza, la pequeña mujer se tapa la boca para evitar gritar mientras Darko traspasa con tanta ferocidad la cavidad de la loba, pero los ojos de Darko se vuelven amarillos, Eros estaba presente al percatarse de que esta no era la primera vez de Emily, no obstante no podía contenerse pese a sentir como Emily se retuerce de dolor bajo el cuerpo del animal, mientras Emily vivía un lapso de agonía las lágrimas resbalan por su mejilla mientras las embestidas del lobo Alfa eran desgarradoras, justo allí, Emily tenía una Grieta ante sus ojos viendo que los Vampiros estaban conversando tal parece que trazando un Perímetro, ideando un plan para condenar a la loba.

Entonces, bajo el manto de la noche fría en donde los errores serán el crucificó de inocentes, una noche en dónde esconde un corazón en llamas, ardiendo en pasión desgarrada por amores que se van como las diurnas flamas.

Emily lloraba mientras Alfa Darko toma cada pulgada de ella, en su corazón yace un sufrimiento mudo, eco de promesas rotas para una pareja destinada que ella estaba esperando, lágrimas que caen en el rudo silencio de almas rotas.

Sus susurros se pierden en la penumbra, gemidos de un dolor sin consuelo, la ilusión del amor convertido en bruma, llanto sumergido en desvelo.

Que la luna sea testigo del tormento de la loba, Emily era un alma perdida en el viento, en esta poesía de pasión y euforia, de sacrificios y de salvación, fusionando sus almas en un torbellino de sensaciones indescriptibles. El éxtasis se mezcla con la agonía, el placer con el tormento, creando una sinfonía caótica de emociones que los eleva a un estado de comunión única y devastadora.

En medio de la penumbra de aquella iglesia, se desata una danza intensa y dolorosa entre dos almas perdidas en el laberinto del deseo. Los movimientos del lobo Alfa son tan fuertes que Emily no puede soportar la fiereza con la que impacta el Lobo en los más profundo de su ser. Su pequeño cuerpo es oculto por la inmensidad del animal que arremete en Emily sin ninguna contemplación, pero entonces el cuerpo de ella reacciona en medio del dolor y la agonía.

El fuego que arde en sus venas impulsa a Emily a entregarse sin reservas, a desafiar los límites del placer y del dolor. El anhelo mutuo los lleva a explorar los rincones oscuros de sus propias emociones, desenterrando miedos y deseos ocultos que se entrelazan en una danza macabra de deleite y sufrimiento para lo que se vendrá después, un animal imponente reclamando con ímpetu el cuerpo de su compañera, ante los ojos de los demás esto era el calvario del masoquismo.

Y así, en medio de sensaciones encontradas, descubren en la intensidad de su pasión un refugio temporal donde el mundo se desvanece y solo existe el presente, crispado de emociones que los lastiman y los curan a partes iguales. En ese abrazo doloroso y placentero, se encuentran a sí mismos, temblorosos y vulnerables, pero vivos como nunca antes lo estuvieron en medio del caos.

La pasión y el dolor se entrelazan en En un oscuro laberinto, entre la penumbra de la noche, se encontraban dos criaturas en medio de una pasión intensa y dolorosa. Emily realiza un movimiento inesperado dándose la vuelta, y Darko ante aquel movimiento inesperado arremete una vez mas con crueldad. Sus cuerpos temblaban con ansias y anticipación, pero también con la certeza de que el placer que buscaban estaba acompañado de un peligro latente.

El lobo Alfa, con su mirada fiera y ardiente, no podía resistirse a la atracción magnética que lo llevaba hacia la loba. Sabía que este encuentro, este enredó de placer y dolor desataría emociones salvajes y primitivas, que los consumirían hasta los límites de su resistencia. Cada roce de piel, cada gemido de deseo, era como una tormenta que rugía en el interior de ellos, y quizás la necesidad de la marca para salvar a Emily era nada más un espejismo que ocultaba el deseo que los consume a ambos desde la primera vez que se vieron.

A medida que sus cuerpos se fundían en un baile de pasión y desenfreno, el dolor se entrelazaba con el placer de manera indistinguible. Entonces Darko siente la tensión de ella, y fue allí qué sus colmillos se hundían en la piel de Emily, las garras del Alfa arañaban con fuerza, marcando territorio en un acto primordial de posesión y entrega mutua.

La marca se empezaba a formar, la loba y el lobo Alfa se perdían en un torbellino de sensaciones que los elevaba a la cima del éxtasis y los sumergía en abismos de dolor y placer insondables.

Esta marca era un lazo indestructible que los unía en un vínculo eterno de pasión y dolor, de placer que temblaba el cuerpo, pero también lo lastimaba. Eran dos almas salvajes, destinadas a pertenecerse en la oscuridad de la noche, donde sus corazones latían al unísono en un amor prohibido y una pasión que destruye, cuando el Alfa aparta sus colmillos el cuerpo desnudo de Eros empieza a tomar el control, Darko le entregó el control al Alfa, Emily siente el cuerpo frío del hombre, sus miradas se habían encontrado, miradas con mezclas de dolor y pasión.

Entre susurros ahogados y gemidos entrecortados, se funden en un abrazo que trasciende lo físico, fusionando sus almas en un torbellino de sensaciones indescriptibles.

La pasión y el dolor se entrelazan en una danza frenética, donde la llamarada de placer y el sufrimiento se funden en una explosión de emociones. La intensidad de la pasión se ve eclipsada por el dolor, creando una experiencia dolorosamente hermosa, donde el miedo encuentra su lugar, alimentando la llama de la pasión mientras nubla su mente con temores y dudas.

— Lo siento — Susurra Eros empujando sin piedad, Emily estaba sensible y adolorida por la marca, ella empuja el cuerpo del Alfa, pero las manos de él la sostienen de la cintura, ella gime de dolor, entonces el Alfa toma posesión de los labios de ella un beso cargado de crueldad.

Entonces el viento susurra con fuerza, los Vampiros estaban más cerca, el Alfa se apartó dejando que su semilla se derrame en el suelo, Eros sabe que con Emily no tendrá cachorros, mientras el Rey Vampiro avanza hasta los demás Vampiros que esperaban por su llegada, ellos tenían que salir de allí.