Cuando todo lo que conocías resultó ser una mentira, cuando descubres que sos algo más que una simple princesa. Cuando tenes que sacrificarte por tu familia a la que amas, cuando te encontras con un hombre fascinante, pero ese hombre no es un simple hombre.
Esta es una historia de aventura, descubrimientos, romance.
#Pirata #princesa #Dragones #brujas
¿que más podés pedir?
Espero la disfruten!
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Contactando con la familia.
CLARA.
Juro que si no fuera por el hecho que no debo exponernos lo hubiera convertido en cucaracha con el hechizo que aprendí a hacer mal, si claro no se suponía que pasara eso y la pobre chica que estaba ayudándome se había convertido en cucaracha gracias a dios Tania estaba ahí para deshacerlo, pero volviendo al tema cuando me nalgueo juro que lo hubiera matado.
Pronto llega la noche y Tania me ayuda a prepararme para la cena que tenemos con la tripulación.
-¿Estás seguro de esto cariño?- me dice Tania.
-Claro que si, ¿qué tiene de malo este atuendo?- digo fingiendo inocencia.
-Te ves como..-y no sigue hablando Tania porque la interrumpo.
-Una puta, una trabajadora sexual, una descocada-digo y paso mi mano por mi atuendo.
Me puse un corsé que me ajusta en exceso y salta mis pechos que están tapados con una diminuta tela y mi pollera es larga, pero una punta esta subida y atada a mi cintura y tengo unas botas hasta mitad de pierna.
-Él sé lo busco tía-le digo-yoqueríaa tregua, pero parece que no va a haber paz.
-Solo llevas un día de matrimonio, además no pensás que vestida así va a querer consumar la unión-me plantea.
-Ja- rio sarcásticamente- vos pensás que voy a dejar que me toque si no quiero.
-Pobre hombre no sabe en lo que se metió.
-Me la debe- digo.
-¿Cómo así?-me pregunta.
-Antes de conocernos vos y yo, cuando Patrick me descubrió en su palacio mientras huía me lo encontré.
-Ya lo conocías!!
-El muy maldito me llamo cabaretera y me beso supuestamente para que no me vean los guardias.
-Oh por dios te beso!!
-Pero no le fue bien, ya que lo golpeé y deje inconsciente- digo riendo.
-Me muero por ver como avanza esta historia- dice riendo.
-No va a avanzar, esto es guerra tía. Vamos que mi esposito me espera.
Salimos y nos dirigimos al comedor del barco y cuando las puertas se abren avanzo con la cabeza en alto moviendo mi cuerpo de manera sexi.
-¿Qué se supone que estás haciendo?-me grita mi esposo.
-Venir a celebrar con tu tripulación nuestra unión- digo con tono inocente.
-¿Vestida así?- me dice señalando mi cuerpo.
-¿Qué hay de malo?
-Estás dejando que todos vean tu cuerpo- grita y yo muevo mis hombros de manera despreocupada.
Él se levanta y camina hacia mí y sé que logre mi cometido cabrearlo. Me toma de la cintura y me carga sobre sus hombros y se gira para salir de comedor.
-Celebren por nosotros, tengo que hablar con mi esposa.
Cuando salimos me cachetea el culo y me dice
-Parece que estás buscando un castigo.
-No te atrevas a golpearme de nuevo- le grito.
-¿Y como lo vas a impedir?
Pataleo y pataleo, pero no logro zafarme, cuando llegamos al camarote cierra la puerta de un portazo y me tira sobre la cama.
-Sos una niña muy malcriada, que quedo con llevarnos bien y no hacerme quedar mal delante de mi gente.
-¿Y como te estoy haciendo quedar mal esposo?- digo apoyada con mis codos sobre el colchón.
-Vestida así, mostrando tu cuerpo, parece que te estás ofreciendo a ellos.
-Pero no fuiste vos el que me dijo cabaretera- le digo burlonamente.
Empieza a quitarse la ropa y juro que me entra el miedo porque además se acerca cada vez más a mí.
-¿Qué estás haciendo?
-Ahora te asustas, cuando hace un rato eras valiente y me desafiabas- me resfriega en la cara.
-No tengo miedo- le grito y él me toma de los pies y lleva al borde de la cama.
-Mmm, tu cuerpo no dice lo mismo-dice susurrando en mi oído.
-¿Qué crees que vas a hacer?
-Correrte, quiero dormir esposa, salvo que quieras que haga algo más que dormir.
Lo empujo y me bajo de la cama y veo como se acomoda y cruza los brazos sobre su cabeza.
-¿Dónde se supone que duerma yo?- le pregunto.
-Acá- dice palmeando el colchón con la mano y señalando él es espacio vacío a su lado.
Me quejo y camino de un lado al otro en la habitación y después de un largo, largo rato en donde creo que ya está dormido me quito la ropa y me quedo en camisón y camino hacia la cama y me acuesto suavemente. No sé en que momento me quede dormida, pero a la mañana siguiente aparezco con mi cabeza sobre su pecho y abrazada a él. Cuando abro mis ojos y giro la cabeza veo la risa en su cara.
-No te podés resistir a mi esposa.
Salto de la cama y me alejó de él.
-Está bien, lo pensé fui infantil, no se va a repetir.
-Que bueno que mi esposa sepa reflexionar, cámbiate y anda a la cocina a desayunar yo tengo trabajo que hacer.
-¿Trabajo?
-¿Pensás que solo pierdo el tiempo navegando? Tengo planes y cosas que hacer.
-Me gustaría saber de esas cosas- digo.
-Ya lo veremos- responde él se levanta de la cama, se cambia y me deja sola.
Una vez sola y segura de que nadie me escucha recito la frase que me dijo Sara y enseguida me enlaza.
-Todo bien-Dice Sara.
-Si, solo quería saber como están ustedes.
-No te preocupes por nosotros, vos sos la que te arriesgas por protegernos.
-No es tan malo acá- le digo.
-¿Como así? ¿Cómo es tu esposo?
-Insoportable, mandón, irritable y saca lo peor de mí.
-¿Te gusta?
-No como me va a gustar. Lo detesto.
-Solo hace un día que lo conoces para detestarlo.
-No, ya lo conocía- y ahí le cuento todo lo que había pasado antes.
-Es el destino, para mí va a salir algo bueno de esto.
-Dios te oiga, alguna novedad por ahí.
-Me envían a Demonio hay una celebración y quieren que vaya para poder detectar algún posible aliado si las cosas salen de control.
-¿Te envían sola?
-Sí.
-Es peligroso Sara- digo.
-Solo es una celebración ni que me mandaran a casarme con su rey- dice riendo.
Después de un rato cortamos el enlace y me doy cuenta de que mi esposo está parado apoyado sobre el marco de la puerta mirándome fijamente.
-Que ocurre? Por que me miras asi?
-Nada, ¿Que hacias?
-Meditaba y trataba de decirme a mi misma que no te mate- digo riendo.
-Pensé que te di una orden- me dice.
-Si señor, ya mismo señor- digo irónicamente.
-No me provoques mujer sino querés consecuencias- me dice y se vuelve a ir.
Respiro y me alisto para ir a desayunar.