Prisionera Del Sultán

Sharif y Rashad ingresaron al palacio. Karim observó a sus hijos.

— Papá dijo Rashad saludando a su padre.

Sharif saludo a su padre y se sentó en la sala

— ¿Cómo estuvo el entrenamiento?, pregunto Karim.

— Rashad quiere llorar en la falda de mamá ¿Dónde está ella?, pregunto Sharif.

— Deja de burlarte o te golpearé le advirtió Rashad.

— Me encanta la idea, vamos al jardín exclamó Sharif poniéndose de pie.

— Quieto los dos parecen niños, ¿que es ese comportamiento?. No quiero su madre los vea pelear.

Ambos se miraron desafiantes, físicamente eran igual ambos morenos de pelo negro, pero Rashad tenía los ojos azules de su madre.

— ¿Dónde está mamá?, pregunto Sharif.

— En una videoconferencia con Olivia, vendrá una temporada a Burhan exclamó Karim.

— ¿Trabajará con mamá?, pregunto Rashad.

— Es la idea terminó sus estudios y quiere trabajar con tu madre.

— Yo cuando me reciba me iré a trabajar con el tío Chris dijo Rashad.

Sharif miró a su hermano en cierta forma sentía envidia, Rashad era libre de trazar su camino, pero él ya lo tenía trazado trabajaba en los negocios de la familia, lo hacía en la oficina de Londres, pero solo era algo momentáneo, su padre aún no dejaría su puesto, pero pensaba hacerlo, seguramente en cuanto su madre abandonará la empresa y si su prima Olivia ya comenzaba a trabajar, eso sería pronto, su tío Jhon ya había sustituido a su madre en las oficinas de Rusia y él se ocupaba junto a su tío Matt de las oficinas de París, Londres, Italia. Su tío Henry seguía al mando de las oficinas de Estados Unidos y Sudamérica.

— Está semana será el cumpleaños de la hija de Akram Hassan –comentó Karim- Así que iremos los tres.

—¿Porque los tres?, pregunto Sharif.

Karim miró a su hijo— Bueno nos ha invitado a la familia, se rumorea que está en busca de un prometido para su hija.

— Por supuesto que no ni lo pienses exclamó Sharif.

— Yo no lo pensé igual no entiendo ¿ cuál es el problema?, exclamó — Tú tendrás que casarte, a no ser que pensaras en alguna de las hijas de Khalil Hazbun.

Rashad miró a su hermano, nunca había contemplado en esa posibilidad a él le gustaba la hija menor de Khalil, Rose pero era medio complicada y aún era chica.

— No, por supuesto que no he crecido con ellas para mi son como mis primas dijo Sharif.

— Entonces no veo cual es el problema.

— Para empezar puede ser un adefesio exclamó Sharif.

— No lo creo su madre es muy linda exclamó Karim.

— ¿Quién es linda?, pregunto Kat entrando en la sala, saludo a sus hijos y se sentó junto a su esposo.

— Sharif insinúa, que la hija de Akram Hassan es un adefesio, hablaba de su madre comentó Karim.

— Era una mujer muy linda, aunque no se la ha vuelto a ver dijo Kat.

— Los comentarios dicen que están separados

— No me extrañaría, ella era muy joven y aunque es un hombre muy apuesto tiene el cerebro de un simio comentó Katherine.

— ¿ Cuántos años cumple?, pregunto Rashad

— Dieciséis comentó Karim.

— Ni lo sueñes, no me casaré con un adefesio al que tendré que terminar de criar le llevo diez años además aún no me pienso casar exclamó Sharif.

— ¿ Es que te mande a casarte?, pregunto Karim.

— No, pero... Karim miró a su hijo.

— Solo hable de que Hassan esta buscando un prometido para su hijo. Tal vez Malek Hazbun se interese, él está pensando en casarse.

— Malek le lleva catorce años, eso no está bien dijo Sharif.

Karim miró a su hijo — ¿cuál es tu problema con la diferencia de edad?, pregunto.

Rashad comenzó a reírse, su hermano era un tonto.

—Ninguno, solo deseo una esposa de mi edad

exclamó Sharif.

— Por mi esta bien, aun así me acompañaran los dos.

— Creo que deberías concertar ese matrimonio para Rashad, con la cara que tiene le hará falta exclamó Sharif.

— Pobre de ti, soy más guapo que tu dijo Rashad.

— Después de que te dé unos golpes nadie pensara lo mismo.

— Dejen ya de pelear, exclamó Katherine. Ambos se miraron desafiantes, ya se encontrarían en el desierto y se darían unos golpes y su madre no lo sabría.

Un oficial llegó en ese momento y pidió hablar con Sharif.

Minutos después él salió hacia la base militar, nunca faltaba el imbécil que quería perturbar la paz en la región...

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Isra saludo a su padre, Akram miraba a su hija mientras cenaban era tan parecida a su madre.

Akram debía reconocer que nunca había olvidado a Aziza, era extraño pero ninguna mujer llegó a significar lo que Aziza. Ninguna llegó a ocupar su lugar.

Había decidido tomar una tercera esposa, pero ella vivía peleando con Dalia.

Así que la devolvió antes de que se llevara a cabo el matrimonio.

Isra miraba el amanecer luego del desayuno se dirigió a uno de los mercados con su prima Zahra a comprar diferentes cosas. Su padre solía ser muy generoso con el dinero.

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Akram supervisó personalmente los preparativos del cumpleaños de su hija, quería que fuera perfecto.

— ¿No confía en mi?, pregunto Dalia algo ofendida.

— No dije eso, simplemente que quiero que todo este como lo deseo respondió Akram...

El palacio real brillaba bajo la luz de las antorchas, mientras los invitados comenzaban a llegar para el gran evento. Akram observaba con orgullo la magnífica decoración, asegurándose de que cada detalle estuviera impecable para el cumpleaños de su amada hija, Isra.

Entre los asistentes se encontraban las familias reales más importantes del Golfo Pérsico, cada una trayendo consigo regalos exquisitos y felicitaciones sinceras para la joven princesa. La música y el baile llenaban el aire, creando una atmósfera de alegría y celebración.

Isra, ataviada con un deslumbrante vestido tradicional, se sentía como una verdadera princesa se miró por última vez en el espejo...