Mi nombre es Hanna y esta es mi historia.
En mi vida todo lo que creí que era real nunca lo fue, por eso sé con seguridad que la frase de "no hay peor ciego que el que no quiere ver "no encaja conmigo....yo realmente quería poder ver; el dolor y el sentimiento de tristeza en mi corazón no desaparecía y la verdad aun persiste por eso la soledad fue y seguirá siendo mi mejor compañera de vida ¿porque?.
-Porque ya no logro confiar en nadie hasta perdí las ganas de conocer y amar a alguien.....perderlo todo porque otras personas así lo decidieron....ja! ¡que ridículo!
-Es insoportable; pero¿qué podía hacer? si mi alma estaba encerrada en una oscuridad profunda sin poder ver ni un poco de luz infiltrarse.
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Un lugar seguro
Empecé a temblar sin parar y mi cuerpo se paralizó por completo, sentí que todo daba vueltas y cerré mis ojos tratando de tranquilizarme, mientras Carlos me sostenía en sus brazos, el pensó que me había desmayado, pero yo estaba consciente.
Luis- Te acompañamos al hospital
Carlos- Bueno
Felipe- ¿Cuánto tiempo hay que esperar?
Luis- No hables de eso ahora, puede escuchar
Carlos- Dos años desde lo ocurrido
Felipe- Pero, vos...
Carlos- Lo sé, no estaré, pero ustedes sí
Luis- ¿Le dirás?
Carlos- No puede saber, porque entonces si los perderemos
Felipe- Nadie sabe, más que nosotros y no diremos nada
Luis- Cuenten con nosotros
Carlos- Gracias
- Cuando estuvimos cerca del hospital, abrí mis ojos y ellos se sorprendieron al verme.
Hanna- ¿De que estaban hablando?
Luis- De... trabajo
Felipe- Sí
Hanna- Pero ustedes tienen un rubro diferente al de Carlos
Felipe- Justamente es una sorpresa y hay que hacerlo en silencio
Carlos- Sí, porque si no los accionistas pueden desistir en todo
Hanna- Mm, claro, vamos a casa por favor
Carlos- Pero te desmayaste, debemos ir al médico
Hanna- Estoy bien, tranquilo solo fue un ataque de pánico
Luis- Lo dices como si no fuera la primera vez que te pasa
Hanna- Ya me a pasado
Felipe- Creo que mejor van a casa y hablan bien
Carlos- Pero...
Luis- Te dijo que esta bien y se la ve mejor
Felipe- ¡Felicidades por tu embarazo!
Luis- ¡Sí, felicidades!
Carlos- ¡Vamos a ser tíos!
Felipe- Mi hermano debe estar feliz, los va a cuidar desde el cielo
Luis- ¡Así es!
Carlos- Es cierto, hoy nos dijo el médico que es niña
Felipe- Entonces, tendremos que cuidarla como si fuera oro
Luis- ¡Así será!
Hanna- Gracias
- Cuando llegamos a casa no le conté a Carlos lo que Diego dijo, aún no sé porque no lo hice.
- Al otro día viajamos temprano, no sabía sí podría entrar a mi casa, pero sabía que ese sería un lugar seguro para ambas.
- Cuando llegamos a mi casa, todos los recuerdos de Alex volvían a mi, entre a nuestra recamara, saqué su suéter para sentir su aroma, abrí la ventana y miré hacia abajo, pero... luego dije, seguiré adelante por vos hija.
- En el transcurso de los días me dijo Carlos que la persona que me había secuestrado apareció muerta en su celda y cuando lo interrogaron solo dijo que le habían pagado por hacerme desaparecer, pero no dio nombres.
- Entonces le dije lo que Diego me había dicho y me pidió que me quedara tranquila, porque él hablaría con un amigo para que los vigilará hasta tener algo para llevarlos a la justicia.
- Pasaron los meses en un abrir y cerrar de ojos, mi bebé iba creciendo sana y fuerte dentro demíi.
- Mi padre me visitaba una vez al mes y Carlos todos los días junto a su madre.
- Era momento de dar a luz y Carlos con su padre estaban nerviosos, la señora Sara se quedó a mi lado en todo el trabajo de parto, cuando escuché el llanto de la bebé sentí una alegría enorme y al ver su carita le di gracias a Dios por poder tener a mi niña en los brazos.
- Como Carlos me acompaño todo el tiempo los de la clínica creían que el era el padre así que se la llevaron para que pudiera verla un momento, sus lágrimas empezaron a caer de alegría porque llegó a quererla como si fuera su hija desde que estuvo en mi vientre.
- Esa misma tarde llegó mi papá, Luis y Felipe con Nina para ver a la bebé, todos estaban felices por su nacimiento.
- Al día siguiente me dieron el alta y pude volver a casa, como era mamá primeriza la señora Sara le pidió a Carlos que se quedara conmigo en mi casa para que me ayudará con la bebé.
Carlos- ¿Estás de acuerdo con que me quede con ustedes Hanna?
Hanna- Por supuesto que sí, además eres su padre de corazón hermano
Carlos- Gracias hermanita
- Fuimos a la casa de Carlos para buscar sus cosas y así poder ir a nuestra casa para descansar.
- Era increíble ver como mi hermano me ayudaba con todo, los días y meses pasaban, mi niña estaba por cumplir un año de vida así que los padres de Carlos realizaron los preparativos para su cumpleaños, invitamos a sus tíos Felipe, Nina y Luis que después del nacimiento de Dafne una vez a la semana nos hacían videollamada para verla, también quisimos contactarnos con Mica o sus padres pero no teníamos sus números.
Hanna- Carlos, ¿pudiste comunicarte con Mica?
Carlos- No, después de lo del velorio no he podido contactarme con ella y nadie sabe decirme a donde se fueron
Hanna- Entiendo, ¿crees que me odian?
Carlos- No lo creo, todo lo que pasó no fue tu culpa, simplemente hay que esperar, seguro regresarán
- Llegó el día de festejar el cumpleaños de Dafne, los invitados comenzaron a llegar, pero me preocupaba que se atrasara el vuelo de mi padre, él había prometido que estaría presente.
Carlos- ¿Pudiste hablar con tu padre?
Hanna- Me prometió que vendría
Carlos- Ya tenemos que cantar el feliz cumpleaños
Hanna- Está bien, vamos
- Después de cantarle el feliz cumpleaños, empezamos a sacarnos fotos con Dafne, entre risas y alegría mi teléfono empezó a sonar... era mi padre.
-En la llamada:
Hanna- ¿Papá?
Fran- ¡Hija!
Hanna- ¿Estás bien?
Fran- Lo siento no pude ir... estoy...
Hanna- No te escucho bien
Fran- Yo... no me siento bien
Hanna- ¿Fuiste al médico?, ¿Quieres que le diga a la madre de Luis que vaya a verte?
Fran- ¡No!, tranquila no le digas nada
Hanna- ¡Voy a ir a verte!, ya saco el pasaje para mañana temprano, ¿papá?
Fran- Te amo hija, pero no...
- En el momento que se cortó la llamada, supe que algo malo le estaba pasando.
Luis- ¿Estás bien?, ¿era tu padre?
Hanna- Sí, era él, pero... no parecía estar bien, mañana temprano viajaré
Luis- Iré contigo, viajaremos juntos
Hanna- De acuerdo