Guardianes De La Tierra

Con el calentamiento global, las lluvias se están retrasando, ocasionando grandes sequías, estás sequías acarrean otro problema, el hambre. Al no haber lluvias, no hay cosecha, no hay pastizales, no hay árboles, todo se pierde, los agricultores tuvieron grandes pérdidas y a eso se ascia a una gran deuda. Pese a que ellos pagan un seguro ante desastres y /o atentados, esto ya no cubre los gastos por pérdida ante un desastre natural, eso se está repitiendo año a año, los afectados no quieren entender razón alguna, ya casi no hay fondos, si no hay cosecha, no hay venta, y sin ventas no haya nada que declarar el pago del seguro. Dada la necesidad, la gente está tan absorta de su deuda que no razona y generan enfrentamientos tontos. Esto se está viendo con frecuencia en el continente europeo.

Muy aparte de las sequías, ríos que se evaporan por la ola de calor, lagos y lagunas que se secan; cuando llegan las lluvias, llueve tanto que hasta desaparecen los campos de cultivo, generando inundaciones y hasta huaicos, deslizamientos de tierras, las montañas se van erosionando, en pocas palabras los desastres no tienen cuando acabar.

Una sofocante tarde, Lucie estaba en casa intentando refrescar su casa, el termómetro marca 43°C y son las seis de la tarde, debería refrescar, pero con el fenómeno del Niño, más parece ser el azote de Dios. Ella esta echada sobre su sofá con paños fríos para soportar las altas temperaturas, pero una voz la despierta.

- Guerrera Europa, despierta. – ordena la voz.

La joven responde con quejidos, como si estuviera soñando.

- Guerrera Europa, yo te ordeno que te levantes. – la voz es firme.

- ¿Qué quieres? – balbucea.

- No es un sueño, soy tu voz del pasado que ha venido por ti

- Demonios, déjenme descansar. Calor de miércoles, ahora resulta que escucho voces. - se queja por no poder descansar.

- Es hora de combatir, guerrera Europa.

- ¿Combatir? – salta del susto – ¡Oh no, otra guerra no! Basta de matanzas. - A Lucie le aterra escuchar de guerras.

- Guerrera Europa, tienes la responsabilidad de salvar a la gente de la gran sequía.

-  Esa voz, ¿estoy soñando? ¡No puede ser! Con el calor me he vuelto loca. -  está alterada.

- Guerrera Europa, no estás loca, soy tu pasado. Es hora de cumplir con la profecía del oráculo.

- ¿Profecía del oráculo? – está confundida – ¿Mi pasado?

- Si, soy tu pasado, por eso no puedes ver, pero si me puedes oír. – la voz suena calmada.

Lucie está asustada, ella sigue creyendo que está boca y escucha voces, se agita, busca de donde proviene la voz.

- Calma guerrera Europa, - la voz intenta consolarla - he venido a decirte que tu hora llegó, hay que salvar el planeta de la sequía.

- Es absurdo, yo no hago milagros, ni siquiera soy religiosa. - Es su razonamiento y le parece ilógico ser guerrera.

- En tu vida pasada fuiste cuidadora de las aguas, no permitías que nadie desperdicie el tan valorado elemento líquido. – le hace recordar.

- ¿Tuve un pasado? – ese dato la llena de intriga y está más confundida.

- Hace unos tres mil quinientos años, defendías con celo las aguas de los ríos, lagos, lagunas y mares. – le da más detalles de su vida pasada.

- Hay gente hoy en día que rescata las áreas marinas. – solo expresa su punto de vista.

- Guerrera Europa, a partir de hoy tienes que asumir la responsabilidad del manejo del agua. Para conocer y controlar tu poder, tienes que usar un medallón. – la voz fue firme.

- ¿Dónde estás? ¿Dónde está el medallón?... – se altera.

- ¿Cuál es la prisa? No sé supone que primero debes asimilar la noticia de tu regreso a tu labor de guerrera.

- Lo siento, no eran mis intenciones de ser imprudente. – baja la cabeza.

- Tu poder es el agua. Por la mañana encontrarás tu medallón, tendrá aspecto milenario, pero por nada del mundo debes dejarlo apartado de tu cuerpo, es tu guía, con él podrás ejercer tu rol de guerrera.

- ¿Qué debo hacer exactamente? – le preguntó en vano.

La voz no respondió, simplemente desapareció.

- ¿Dónde estás? Te hice una pregunta… oye, contesta ¿Por qué me abandonas?...

Lucie, se pasó media hora buscando, llamando esa voz y nada, ni un murmullo. Por un momento pensó que se trataba de una locura, se calmó y salió a pasear un poco, la temperatura había bajado y se hizo más soportable hacer un paseo.

Después de un largo paseo, Lucie toma un baño, se viste ligera y prepara algo de comer. Ya no es la Lucie de antes, esta alerta por si la voz vuelve, no se siente segura, su vida está cambiando, pero el giro recién comienza, intenta comer como siempre, liberando su mente por las preocupaciones, pero la conversación que tuvo con esa voz le martilla persistentemente. Luego se ríe del disparate, que es guerrera y su poder es agua. Lavó los trastes y se fue a dormir pensando que así sería mejor para olvidar las cosas del día. El sueño no es tranquilo, por la mañana se levantó de mal humor y sobre su cómoda tiene organizado sus productos de belleza a un lado y los de aseo en el otro, pero en el centro estaba un objeto raro, de aspecto muy antiguo muy labrado y parece ser de oro.

- ¿Y este vejestorio de dónde salió? – se pregunta extrañada - ¿Quién se metió en mi casa? – está aterrada.

Lucie, piensa que se han metido va a su casa para dejarle el objeto y culparla de un robo.

-Buenos días, guerrera Europa. – aparece la voz.

- ¿Qué tiene de buenas? - contesta de mala gana.

- ¿Has dormido bien? Creo que no

- ¡Qué pregunta! – estaba enojada con esa voz.

- Ese objeto que tienes es tu medallón, tienes que llevártelo contigo, con él podrás ejercer tu rol de guerrera.

- ¿Te referías a este vejestorio?

- Guerrera Europa – se pone firme – ese medallón era tuyo en la vida pasada.

En este momento, Lucie está experimentando mareos, su memoria está viajando en el tiempo y está recordando su vida pasada. Terminada la sesión de recuerdos, la voz le habla con firmeza.

- Guerrera Europa, tienes que entrenar, tu continente se está secando, tienes que abastecer de agua usando te lo indique el medallón.

- ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Cómo saber que el medallón me dará el poder?

Nuevamente la voz desapareció, Lucie la busca, pero no es insistente como lo fue el día anterior, la flamante guerrera tomo el medallón y se detiene a observar los grabados, son simbologías que no entiende, pero el medallón empieza a brillar un poco y siente una energía que la envuelve, pero su interés por tratar de entender, aunque sea un símbolo, y no prestó la debida atención al brillo.