ALMA SIN PIEDAD

Sophie, había llegado a casa antes de lo planeado, sus padres no la esperaban tan pronto, se sorprendieron al verla, pero estaban felices de que estuviera en casa.

- Hija ¿por qué no avisaste, para irte a buscar al aeropuerto?

- mamá ni que fuera una niña chiquita, además en 2 semanas es mi cumpleaños, y quiero pasar unos días de descanso antes de mi próximo viaje.

- ¿El próximo viaje? ¿A dónde vas? Siempre estás fuera, además quedamos que cuando regresaras trabajarías con tu padre y con Máximo.

- No me hables de máximo tengo Cinco años que no lo veo, siempre que vengo a casa siempre está de viaje y lo llamo y siempre me contesta la novia, como es posible que nunca me pueda llamar.

- Bueno, Máximo es un hombre muy ocupado, él regresa mañana de viaje, así que lo podrás saludar.

Madre e hija, seguían hablando de muchas cosas, entre ella y Sophie le decía a su madre que no quería ninguna fiesta, ella le desagradaba la mayoría de socios de sus padres.

- Mamá no quiero ninguna fiesta, sabes que no me gustan, solo vine a pasar unos días con ustedes, y me iré a América mamá.

- Pero le dijiste a tu padre que estudiarías negociado para trabajar en la empresa.

- Eso fue antes, me iré a dar una vuelta y no quiero discutir.

Sophie salió de la mansión dejando a Alma hablando sola y preocupada porque no sabía por qué se comportaba así, su hija se había marchado y ella solo se dirigió a la oficina, necesitaba resolver algunas cosas.

Los días pasaron y las cosas no estaban mejor, llegó la fecha esperada hoy Sophie cumplía 20 años, Alma no tuvo más hijo, pero adopto a un niño que sus padres nunca habían querido solo lo utilizaron para unos propósitos egoístas, su padre en un psiquiátrico y su madre presa, sin nadie más en el mundo nadie que quisiera tenerlo ella decidió acogerlo al fin y al cabo era su sobrino, y aunque su media hermana había sido una maldita perra, el niño era inocente de todo, él creció a su lado pensando que sus pares estaban muertos, ella con una prueba de ADN, demostró que él era hijo de Chris, pero no quiso entregarlo a esa familia donde lo tratarían como una basura.

Bastian lo acogió de igual forma le enseño todo lo que necesitaba y este demostró ser muy capaz desde los 16 estaba trabajando en la empresa, empezó desde abajo, primero llevando mensajería, luego labores secretariales, y así fue escalando hasta que a la mayoría de edad se convirtió en el directo financiero de la empresa, ganándose la confianza de todos, la gente lo adoraba era carismático con quienes lo conocían, pero, aquel que estaba entre su grupo de personas favoritas le tenían.

hoy están todos los invitados presentes en la mansión Grey Peters, para celebrar los 20 años de Sophie, ella está alejada de la fiesta, invito a algunos amigos para no aburrirse, entre ella están Katalina su mejor amiga de la escuela y su hermano Camilo, y este a su vez trajo a un amigo mas, Miguel, era corredor de carreras entrepido y de emociones fuertes, le gustaba la adrenalina y las mujeres hermosas, el no estaba para nada mal, las mujeres se derriten por el a primera vista, cuando Sophie lo vio no fue la excepción, el se presentó como todo un galan, besando su mano.

- Feliz cumpleaños, hermosa Sophie, un gusto conocerte.

- El gusto es mío, gracias por estar aquí, mejor dicho gracias a todos, está fiesta es una porquería.

- Amiga tengo una idea, vamos a la discoteca que está de moda, la inauguraron la semana pasada, esta fiesta parece más la fiesta de una anciana que la tuya.

- Kat, no puedo, me matarán mis padres y dejo todo tirado.

- Se que si... Pero entonces hay que animar el ambiente, traje algo fuerte... Mira.

- Tequila... jajaja estás loca Kat.

Varios tragos se tomaron, y Sophie no tenía mucha resistencia al alcohol, cuando Alma la vino a buscar la encontró algo mareada.

- Sophie... Tu padre desea hacer un brindis por tu cumpleaños todos te buscan desde hace mucho por qué están todos aquí afuera.

- Mamá... acá estamos mucho mejor, ja, ja, ja.

- Dios... estás borracha, trata de no hablar cuando estemos allí.

Mientras Alma la llevaba de la mano, está solo se reía, en el gran salón, Bastian estaba feliz de ver a su princesita y a su amor llegar juntas todos aplauden al verlas, Alma y Sophie parecían hermanas, la primera se mantenía en forma y conservaba su belleza, nadie podía creer que señorita a su lado era su hija, su cara angelical y sus mejillas sonrojadas por las miradas la hacían lucir maravillosa, Bastian las abrazo y tomo una copa igual que todos los demás, Alma sonreía y a la vez sostiene a su hija para que no se caiga.

- Amigos, gracias por estar hoy presentes para celebrar el cumpleaños de mi princesa, feliz cumpleaños mi amor, quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti, eres toda una mujer talentosa, inteligente y hermosa, te deseo lo mejor de este mundo. Al terminar de hablar Alma dijo sus palabras.

- Todos conocen a nuestra familia, nuestra hija asumirá muy pronto la dirección de nuestros negocios y sé que lo hará de la mejor forma, le deseo un feliz cumpleaños y muchos éxitos. Ella le dio un abrazo y entregó una pulsera de regalo.

Todos los presentes se acercaron para felicitar a la cumplimentada y dejar sus obsequios, ella se escabulló cuando se dio la oportunidad ella fue directo donde estaban sus amigos allí la esperaba Miguel, que la sorprendió por la espalda.

- te tardaste mucho, Camilo y Kat se tuvieron que ir, parece que ocurrió algo en su casa, pero estoy yo vamos a otro lado. Este dijo eso y le dio un beso mientras sostenía su cintura.

- Miguel, no iré contigo a ningún lado apenas te conozco además estás muy tomado.

- Pero podemos conocernos mejor, sé que te mueres por mi muñeca.

Este la sostenía con fuerza y Sophie no tenía la fuerza para alejarlo, todos estaban en el gran salón y nadie sabía que ella estaba aquí.

- Que te pasa imbécil. Se escuchó un grito y a la vez un fuerte golpe, Miguel cayó al suelo con la cara cubierta de sangre.

Sophie corrió al otro extremo asustada, la persona que estaba en frente parecía un demonio enfurecido, y no paraba de golpear a Miguel.

- ¿Max? Grito Sophie.- déjalo lo vas a matar. Él la escucho y dejó lo que estaba haciendo.

- ¿Qué haces aquí? Deberías estar adentro y no estar perdiendo en tiempo con este tarado.

- yo... yo...no.

- no digas nada y mejor entra a la casa antes que la gente te vea en ese estado.

- tú no me das órdenes, quien te crees.

- soy tu hermano mayor, toma mi chaqueta para que no te vean así.

- no somos hermanos, y no quiero tu chaqueta, y no necesitaba tu ayuda, ya tenía todo resuelto.

- para mí si eres mi hermana pequeña, y debería de darte unas cuantas nalgadas para que aprendas modales, te faltó mano dura.

- ni te atrevas, papá y mamá nunca me han pegado.

- Exacto, pero que crees que dirán cuando sepan que no te graduaste de la escuela de negocios.

Sophie al escuchar eso, lo arrastro hasta otro lugar dejando tirado e inconsciente a Miguel.

- me vas a chantajear, como supiste, me vas a acusar para quedarte a cargo de todo como siempre has querido.

- De que hablas, si eso quisiera, lo habría hecho hace Cinco años, sé muy bien que estudiaste medicina y no negocios.

- sabes tanto de mí y por eso nunca me visitaste, no respondes mis llamadas y colocas a la idiota de tu novia a contestar.

- Valeria no es mi novia, solo somos compañeros en la empresa.

- Lo dudo, ella se comporta como tu novia, nunca me pasa cuando te llamo y tú... tú... Eres de lo peor, y mejor me voy porque no te quiero ver.

Sophie se fue casi corriendo entro por la parte trasera de la casa y llego a su habitación se cambió de ropa y salió de casa hasta donde su amiga Kat no quería quedarse allí con sus padres, Max solo movió la cabeza y fie directo hasta su coche salió de allí, el quería felicitar a Sophie y entregarle un obsequio, pero se encontró con la escena de ella en algo desagradable con un tipo, estaba furioso por la actitud de niña malcriada de ella, cuando eran niños eran los mejores amigos, solían pasar la mayor parte del tiempo juntos, hasta cuando el empezó a trabajar en la empresa y luego ella se fue a estudiar, ahora que la volvió a ver, ella era diferente de como la recordaba, siempre usaba coleta en el cabello, gafas y brackets, pero de esa niña ya no había quedado nada, ahora era una mujer muy hermosa, pero altanera y rebelde, él llego a la fiesta y escucho todo el discurso y cuando se disponía acercarse a ella para felicitarla ella salió de la casa y él la siguió, y ya saben el resto.

De mal humor se fue para un bar nuevo que habían inaugurado recientemente, allí quería tomarse algo se sentía estresado por todo lo que pasó, y mañana no tendría que ir a trabajar por lo que decidió despejar la mente.