Mi Bella Mentirosa.

(Alex)

El ambiente está tenso, sé que el Padre de Jazziel no se esperaba que el hombre invitado de su hija fuera un hombre de mi edad.

Supongo que él debe tener unos años más que yo; pero Maximiliano está muy bien conservado, parece que tenemos la misma edad y quizá eso ha provocado la tensión.

Van caminando adelante, Jazzi solo me volteo a ver y con su bella mirada me dijo tanto.

Camino unos 4 pasos detrás de ellos, sé que su Padre va diciéndole algo, solo espero que no la quiera alejar de mí, porque no lo permitiré.

Para romper un poco la tensión me dirijo a Maxito, es pequeño; pero trato de hacer mi mayor esfuerzo, por atraer su atención.

—Tu Padre es muy amable en invitarme a cenar, sabes me da un poco de Pena haber venido así de imprevisto, pero tu hermana iba a conducir un auto por primera vez en Italia; aunque esta carretera es muy tranquila, a veces al no conocer muy bien y no tener tanta experiencia; hay nervios y los nervios no son muy buenos, a la hora de venir conduciendo.—Le digo y le sonrió porque va prestando atención a mis palabras y parece que lo que le dije lo hace sentirse muy bien por que vi una sincera sonrisa...

Pero también veo demasiado cayado al pequeño, pero sigo platicándole, sé que no le desagrado su mirada es tranquila; aunque no puedo decir lo mismo de su Padre.

¿Jazzi te a platicado de mi?—Le pregunto al Pequeño Maxito.

Te contó que la ayude con un tipo verdad.—Maxito asiente con la cabeza.

¿Te contó algo más? —y sigue moviendo en afirmación.

¿Qué te contó?—Le pregunto y espero su respuesta.

Me percato que esta haciendo un poco de esfuerzo para hablar.

—uq uq um um, me con to que te be so.—Me dice maxito empezando con un poco de esfuerzo pero terminando la frase muy bien, debe ser un niño tímido.

—A si, ¡¡ya se como te dijo!! "Ella te dijo besé a un principe"—verdad.

veo a Maxito reír.

—Uq uq más bien, yo le dije a ella que beso a un sapo—y escucho al pequeño carcajearce.

Me carcajeo al igual que el, pues me dio tanto gusto saber que mi Jazzi le contó a su hermanito, de mi.

—Así que tú me pusiste sapo? —Le digo carcajeandome.

—up up ups si, —me contesta y se carcajea de nuevo.

Veo a Jazziel y a su Padre voltear con cara de sorpresa.

Maximiliano está mudo, y mi Jazzi está llorando.

Allí me doy cuenta que algo está pasando.

Jazzi se apresura a abrazar a Maxito, el pequeño se carcajea, con felicidad.

Maximiliano abraza también al pequeño, y yo no entiendo nada.

La mirada de Jazzi choca con la mía, Ella sabe que no entiendo nada, pero aun así salta y me abraza con euforia, siento sus maravillosos labios pegarse a los míos en un exquisito beso que me hace derretirme de ternura, hasta que...

Oímos un carraspeo; es Maximiliano está viéndonos, algo me tranquiliza y es que ya su cara no es la misma sería que tenía hace un momento, está serio; pero relajado.

—Jazzi, Papá ya te cachó besándote con Alex.—Le dice Maxito a su hermana.

—Maxito, que lindo es oírte.—Le dice Jazzi a su hermanito.

—¡¡A mi, Alex me cae bien!! Y se encoge de hombros como si para Él está bien lo que su hermana hizo.

Jazziel se aparta de mí, y se acerca a su Padre, lo abraza mientras le dice.

—Lo siento fue un impulso Papito, es de alegría.—La pequeña con lágrimas en sus ojos.

—Espero que esos impulsos, no sean con otros hombres hija.—Le dice Maximiliano y Yo

por primera vez estoy de acuerdo con El, no es que me caiga mal, pero lo que ha dicho me gusto y mucho.

—Papá, tu sabes que no, y que es por qué Alex me gusta mucho y jamás había hecho esto de andar besando a nadie. Y tampoco es que lo baya seguir haciendo, pero Alex me...

—Si, ya sabemos, Alex te gusta mucho.—Le dice Maxito.

Y se ríe.

Jazziel, vuelve a abrazar a su hermano y le dice.

—Si Maxito, me gusta, pero ahorita en este momento lo que más feliz me hace es escucharte.

Yo aprovecho para hablar, me dirijo a la linda familia, que tengo frente a mi.

—No, entiendo mucho lo que está pasando; pero quiero aprovechar este momento.

Maximiliano, yo se que esto te parecerá apresurado, pero Jazzi, me gusta a mi también, me gusta como jamás me a gustado nadie en toda mi vida.

Por eso quiero pedirte que me permitas estár con Ella y nos des tu aprobación para tener una relación sentimental. —Finalizó tomando la mano de Mi Pequeña.

Veo a Jazzi, suspirar y ver a su Padre a los ojos.

Me sorprende algo y es encontrar una familia que se amen y se respeten tanto, ellos son como éramos nosotros, mis Padres y Yo.

—Mira Alejandro, hay cosas que me cuesta entender en este momento, y quizá aún no pueda darte mi aprobación; pero si te permitiré estár cerca de ella, y visitar esta casa cuando quieras; pero te advierto no la vayas a lastimar, porque soy fuerte y joven, mis puños pueden romper dientes, narices y cuellos.

—Mi mayor deseo es protegerla, Maximiliano, jamás podría lastimarla.—le contesto.

—pues eso espero Alejandro.

Ahora, vamos a cenar.—Nos dice viéndonos a todos.

Jazzi toma mi mano, Maxito está sonriendo, Maximiliano mira con tanta felicidad a su hijo...

Ya en la mesa, Maxito me dice.

— Alex me pasas la ensalada por favor.—Cada vez que Maxito habla, su padre y su hermana le dan su entera atención.

Jazzi, no deja de tener su cara de sorprendida.

—Quisiera saber, por qué están tan felices cada vez que Maxito habla, claro si quieren compartir conmigo.—les digo.

Maximiliano me explica que Maxito tenía más de dos años de no poder pronunciar palabra.

Y me cuenta por qué llegó el trauma veo los ojos de ellos, mojados y con mucha tristeza al recordar a su Hada Madrina, como la llamó Jazziel.

Después de escuchar, la conmovedora historia, muy similar a la mía. Me dirijo a todos en especial a Maxito, que esta con su cabeza agachada.

—Se que es difícil lo que han pasado, y quizá nadie más que yo pueda entender lo duro que es.

Y tú Maxito, eres muy valiente.

Y no tienes que sentirte mal por padecer un trauma, yo también lo padezco.

Veo los ojos de todos en mi.

Hace 12 años, perdí a mis Padres tambien en un accidente de tránsito.

Yo tenia 24 años, aun vivía con mis Padres éramos la mejor familia que pudiese existir y ese día cuando me dieron la noticia sentí que el mundo se me cayó encima.

Para mí, ellos lo eran todo, yo tenía a los mejores Padres del mundo eran un verdadero ejemplo de amor y respeto mutuo, pero ese día me dejaron sintiéndome el hombre más solo y miserable del planeta.

No tenía a nadie, soy hijo unico y mis padres también lo eran así que me quedé sin ningun familiar de sangre.

Pasé mucho tiempo deprimido, llorando a mis Padres, con un dolor tan profundo que me agobiaba, me mantenia encerrado en la habitación de mis Padres, sin comer y saliendo solo a trabajar.

Después de un tiempo logré procesar el dolor, no se ha ido, el dolor no se acaba, el dolor de la pérdida de mis padres lo ando cargando aquí.—Me toco el pecho mientras veo la atención de todos en mi.

—¿Tienes un trauma?.—Me pregunta Maxito.

—Si, también tengo un trauma.

Desde hace doce años, no puedo comer en mi casa, siempre que llego a la cocina y trato de cocinar algo, me quedo parado en medio de ella y empiezo a recordar a Mamá, y a Papá.

Alli me paralizó, mi cuerpo no responde a las órdenes de mi cerebro.

No puedo tocar un solo utensilio de esa cocina que tanto amo.

La cocina era para nosotros nuestro salón de reunión familiar.

Allí Mamá me regañaba.

Allí Papá me aconsejaba.

Allí recibí los abrazos más cálidos y los más sinceros.

De esa cocina salían los olores más deliciosos de lo que Mamá cocinaba.

Ella cocinaba tan delicioso, como tienen una idea.

Por esa razón, no puedo, me paralizó, me quedo estático y lloro cada vez que estoy allí.

Mamá era mi más grande amor y se me fue, se fue junto con el hombre que más he admirado en mi vida, sé fueron juntos, dejándome totalmente solo...

—Ya no estarás solo Alex...

Nos tienes a nosotros, podemos ser tu familia, seguramente tus Padres y mi Mamá, se reunieron en el cielo y planearon este encuentro.—Es lo que me dijo Maxito, levantándose de su lugar e ir hasta el mío y darme el más cálido y dulce abrazo que jamás he recibido.

No pude evitar llorar, llorar junto con Maxito al tener los brazos del pequeño niño, apretando los míos.

Su abrazo fue algo tan maravilloso que quería detenerlo por muchos minutos más.

Al terminar el abrazo veo a Maximiliano y a mi Jazzi limpiando sus ojos, y sonriendo.

—Gracias por invitarme le digo a Maximiliano, esta cena ha sido la mejor desde hace doce años—Les digo sonriendo entre lágrimas.

—Puedes venir cuando quieras, —me dice Maximiliano

—Si, secunda Maxito.— Yo lo veo y sonrió.

—Gracias.—Les digo sincero.

—Además eres el novio de mi hermana, eres parte de esta familia.—Agrega mi querido cuñadito, y eso me dá tanta alegria.

Jazzi solo sonríe...

Mientras Maximiliano carraspea y trata de poner su pose más seria; aunque en este momento le es difícil, nos sentimos unidos por el dolor de la pérdida, pero también por el amor que nuestros seres que se fueron nos dieron y nos enseñaron a dar.

Después Maximiliano, me invito a una copa de vino, Jazzi le reviso las tareas a Maxito, y el pequeño se despide de mi, por que es hora de dormir.

Sube a su habitación junto con su Padre, yo aprovecho para darle las gracias a mi Pequeña por dejarme entrar a su vida y ser parte de ella.

Nos despedimos, con un beso rápido aunque igual de maravilloso.

nos vemos mañana en la fiesta Preciosa, soñaré contigo...