Atrapada En El Callejón

    Los días transcurrieron con tranquilidad, ambos se llevaban bien en todos los aspectos de una relación, lo único que molestaba a Byron era el hecho de que no se veían tanto por el trabajo, si Samara no estaba trabajando era él el que estaba ocupado, de todas formas le gustaba mucho que ella quiera ser una mujer independiente, eso le demostraba que no era para nada como las mujeres que había conocido antes.

Narra Samara…

    Estos meses fueron los más raros de mi vida, mi relación con Byron empezó siendo contractual, pero ahora decidimos que se vuelva una relación normal, el contrato sigue en el medio y eso me hace seguir creyendo que esto no va a funcionar, él no es como Alexis, siempre me ayuda y puedo hablar de lo que sea con él, pero es como si fuera un amigo para mí… obviamente no es solo un amigo porque nos la pasamos en la cama todos los días y sé que los dos nos deseamos, sinceramente no puedo explicar lo que siento, nunca antes me había sentido así, no sé si lo llamaría amor, pero no quiero que se termine… siento que nuestra relación tiene fecha de vencimiento y en verdad si es así, estamos casados hasta una fecha estimada, no sé que va a pasar después de esa fecha, seguramente él va a querer volver a su vida y yo deberé hacer lo mismo. Nunca quise depender de nadie; sin embargo, ahora pienso que necesito a Byron para dormir, para comer, para hablar… en todos los sentidos lo necesito conmigo y eso me hace sentir una idiota, seguramente no me necesita como yo a él.

    Estaba saliendo de la empresa como siempre y Byron me estaba esperando para llevarme a casa, es algo que últimamente está haciendo, dice que le gusta buscarme en el trabajo para que volvamos juntos a casa. Cuando me dirigía hasta el auto me detuvo mi asistente.

—Llegó este paquete para usted jefa, dijeron que era muy importante y que le diga que es de parte de su familia

—Está bien, gracias —Abrí la caja que me acababa de entregar y adentro había plumas negras y una carta que decía lo siguiente…

***A nuestra pequeña escapista… ***

Ya es hora de que vuelvas a casa y cumplas con tu deber sagrado\, te dejamos unos días para que reflexiones\, pero si no vienes tendremos que ir a buscarte\, no debiste casarte\, ahora todo va a ser más difícil. ****

***                                                                                                                                                                           -S***

    Mis manos comenzaron a temblar y mis piernas se sentían débiles, pero intenté ocultarlo y fui con Byron para abrazarlo con una sonrisa, al parecer Luna decía la verdad, ya me encontraron y esta vez siento que no voy a poder escapar de ellos.

—¿Estás bien cariño? Estás algo pálida ¿Qué era la caja que te dio esa chica? —Sus preguntas me ponían cada vez más nerviosa, pero no iba a demostrar eso, Byron no debe enterarse de mi pasado o probablemente va a dejarme ahora, quisiera alargar un poco más nuestro tiempo juntos.

—Debe ser por el trabajo, creo que voy a tomarme unos días, sé que hace poco tuvimos unas vacaciones de un mes, así que no voy a pedirte que te los tomes conmigo, creo que voy a quedarme en casa, no quiero salir.

—Está bien, entiendo. —Llegamos a casa y la cocinera ya nos esperaba con la cena hecha, pero cuando nos sentamos, el simple olor de la comida me dio ganas de vomitar, por lo que fui muy rápido al baño, seguida por Byron.

—Sabía que no te sentías bien cariño. ¿Por qué no vamos al médico? Voy a llamar al de la familia si no quieres ir —En el momento que me propuso ir al médico me di cuenta de algo muy importante, este no es mi primer síntoma, yo lo había relacionado con el trabajo y que no estuve comiendo bien, pero ahora que lo pienso bien veo otra posibilidad.

—Byron, ¿Y si estoy embarazada? —Veo como su rostro se pone completamente pálido y lo entiendo, espero que no sea así, pero existe la posibilidad.

—Vamos a la farmacia ahora, no quiero dormir con la duda —Agarramos unos abrigos y salimos así como estábamos, había una gran fila delante de nosotros, pero como Byron estaba muy ansioso, pasó directo al frete con la prueba y les dejó dinero de más para que no dijeran nada y volvimos a casa. Fuimos hasta la habitación y yo estaba que temblaba del miedo, un hijo, un hijo cambiaba todo. —Tranquila, cariño, estoy contigo y no me voy a ir. —Sus palabras me brindan algo de alivio, aunque no las crea.

—Ya está, ahora tenemos que esperar unos minutos nada más y sabremos el resultado. —Esperamos unos cinco minutos hasta que la prueba estuvo, pero yo no quería verla, me daba miedo pensar en lo que saldría, considero que todavía soy joven y no pensaba tener un hijo a los 25 con una pareja que ni siquiera es estable.

—Amor, tenemos que verla juntos, va a estar todo bien, salga lo que salga —Miramos la prueba y como yo temía, era positiva, Byron me abrazó fuerte con una sonrisa mientras yo solo reflexionaba en que es lo que iba a hacer ahora.

—Me haces muy feliz mi amor, no es lo que esperábamos, pero sé que va a estar todo bien si estamos juntos, te amo —Él se separó un poco y me besó para luego besar mi vientre que estaba igual que siempre, pero algo en mí me hizo alejarlo y pararme de la cama.

—¿Cómo puedes estar feliz? ¿Qué voy a hacer ahora? Un hijo cambia todo, el contrato… no decía nada sobre eso, cuando este matrimonio termine vas a dejarme sola con mi hijo —No pude contener mis inseguridades, estaba ¿enojada? No, no estaba enojada, tenía miedo de que esa gente me lleve a mí y a mi futuro hijo.

—¿Por qué mencionas eso ahora? Nunca te dejaría, es mi hijo también del que hablas y nunca lo abandonaría. Ese contrato se termina hoy, tú eres mi esposa… una real, no te tengo a mi lado solo por un contrato, yo te amo de verdad, me haces sentir lo que ninguna mujer me hizo sentir jamás.

—No quiero que esto se termine y me dejes. —Él se acercó a abrazarme y me llevó a la cama, quedamos abrazados mientras me acariciaba la espalda logrando que me durmiera, es el único que me daba seguridad, sentía que a su lado no podría salir lastimada nunca.

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