Yo Te Cuido

Anna se dirigió a la puerta, cuando estaba a punto de salir se detuvo, volvió sobre sus pasos tomo un sobre, papel y una pluma, las guardo en su bolso y se dirigió a la clínica.

Al entrar a la habitación vio a una enfermera.

- buenos días, saludo Anna,

- buenos días, contestó María.

-hola hija como estás hoy?

Elizabeth sonrió al ver a su madre, su sola presencia le daba una sensación agradable y de felicidad.

- Hola mamá, estoy mejor. Te presento, dijo Elizabeth mirando a su enfermera, ella es María, trabaja en mi empresa y se encargará de mi, María ella es mi madre la Sra Anna.

Anna frunció el seño. Al ver esto María hablo.

- las dejaré para que hablen tranquilas

María se retiró y dejo que madre e hija hablarán tranquilas.

- bebé no hace falta yo te cuidare.

- mamá te necesito fuerte, si tú me cuidas siempre estarás cansada, puedes venir y quedarte el tiempo que quieras, pero mi cuidado no dependerá de ti, no quiero que estés triste, es lo mejor para todos.

- está bien hija, cómo tú digas.

- mamá como sigue lo que te he pedido.

- ya hablé con todos, nadie dirá nada.

- gracias mamá. Ahora tenemos que arreglar lo de Danilo.

- te a llamado?

- aún no, tendría mucho, quería hacerlo rápido para volver lo antes posible pero le dije que tomara el tiempo que necesite, de todos modos llamara en cualquier momento y debo pensar que decirle. Por lo pronto escribiré la carta y la dejaras en su habitación.

su madre asintió muy a su pesar, le entrego lo necesario para escribir, cuando Elizabeth terminó le entrego el sobre a su madre luego tomo su teléfono y llamo a la mansión dándoles el día libre a todos.

- todo está listo madre ve.

Anna guardo la carta en su bolso y salió del hospital mientras una lágrima caía por su rostro, acaso ¿era la decisión correcta? o ¿estaban cometiendo un gran error?

cuando Anna se fue, María entro a la habitación, Elizabeth lloraba pero al verla rápidamente seco sus lágrimas y dijo.

- quiero dormir María, quiero dormir muchas horas, por favor dame algo para dormir.

María asintió, salió de la habitación y volvió con una enfermera quien puso una medicina en el suero y en pocos minutos Elizabeth dormía profundamente. María seco las mejillas de su paciente, la arropó y se sentó a leer un libro.

Efectivamente cuando Anna llegó a la mansión no había nadie, se dirigió a la habitación y dejo el sobre en la mesa de noche, luego vio una foto donde Elizabeth y Danilo se veían muy felices, la tomo y la duda invadió su mente, este hombre amaba a su hija y en su peor momento donde ella más lo necesitaba lo estaban alejando. Que debía hacer ? miró el sobre nuevamente y luego la foto, sintió sus piernas flojas y se sentó en la cama sosteniendo la foto con sus dos manos sobre su regado y la vista sobre ella ¿acaso su hija jamás se volvería a ver tan feliz? Se levantó tomo la carta y cuando iba a guardarla en su bolso pensó ¿ y si Elizabeth quiere quedarse con los buenos recuerdos? Anna se detuvo puso la carta nuevamente en la mesa de noche, guardo la foto en su bolso y salió de la casa, luego envío un mensaje.

📱Eli está hecho.

pero ella no lo vio ya que dormiría por un buen tiempo.

Anna no quería volver a la clínica sentía que le había hecho algo muy malo a su hija, tampoco quería volver a su casa. Quería estar sola, por unos minutos, quería estar tranquila, acallar su mente, ya no quería pensar en su vida, en su hija, en lo que se había visto obligada a hacer. Camino sin rumbo hasta llegar a una plaza se detuvo y vio a una niña jugando en la arena, su madre la miraba desde un banco con una tierna sonrisa, la niña levantó la vista y miro a un niño que también la veía, avergonzada la niña corrió con su madre quien enseguida la abrazo. El niño se dirigió a una planta, tomo una flor y se la llevó a la niña quien avergonzada abrazo aún más a su madre, ella tomo la flor y le dió las gracias, cuando el niño se retiraba la pequeña corrió y beso la mejilla se chico quien enseguida esbozo una sonrisa.

Anna recordó cuando su hija era pequeña, lo recordaba como si hubiera pasado ayer, su pequeña bebé, recordaba su primer llanto y cuando por fin la conoció, tan perfecto, recordaba su fuerte personalidad de pequeña y lo organizada y responsable que siempre había sido, sus sueños, sus proyectos, jamás podía quedarse quieta, recordó su primer amor y como le rompieron el corazón.

- Señora se encuentra bien?

pregunto una mujer sentada a su lado, mientras le daba un pañuelo, a la que Anna no había visto acerse.

- si, gracias.

dijo Anna y se dió cuenta que su cara estaba mojada, tomo el pañuelo y seco sus lágrimas.

- debo irme.

- espere ¿sabe dónde irá? mejor la acompaño a tomar un taxi.

Anna se quedó pensativa por un momento no sabía dónde ir, luego dijo.

- iré a mi casa.

pero la mujer pregunto

- recuerdas la dirección?

- si, si la recuerdo.

- bien te ayudaré a conseguir un taxi.

la mujer tomo del brazo a Anna y se camino hacia la calle, paro un taxi y la ayudo a subir luego dijo.

- dile la dirección.

Anna pensó y dijo la dirección pero no de si casa sino de la clínica.

la mujer pregunto.

- estarás bien?

- si gracias, eres muy amable.

la mujer cerro la puerta y el auto arranco.

Anna llegó al clínica sin darse cuenta, pago y bajo de este, luego se encamino hacia el interior, cuando llegó a la puerta de la habitación María salía.

- buenas tardes Sra Anna.

dijo María.

- buenas tardes, contestó Anna, ¿cómo está mi hija?, pregunto.

- Ella está durmiendo, fue medicado para ello a pedido suyo y no se respetará por unas horas, luego María agrego, pase a verla duerme tranquilamente.

- no, está bien, dejaré que descanse.

ambas mujeres se quedaron en silencio unos minutos luego María dijo.

- iré a la cafetería ¿quiere acompañarme?

Anna la miro pensativa y unos segundos después contestó.

- no, gracias ve tu tranquila yo iré a buscar al médico.

María asintió.

- por este pasillo, al final, del lado izquierdo se encuentra su oficina, María miró su reloj, en este momento debería estar allí.

- gracias María.

las dos mujeres se fueron en direcciones distintas.

Anna golpeó la puerta.

- adelante.

se escuchó desde dentro. Anna abrió la puerta y dijo.

- buenas tardes, soy Anna la madre de Elizabeth Brown.

- buenas tardes Señora, por favor tome asiento.

a su lo hizo Anna. El médico tomo una carpeta la ojeó y dijo.

- bien, luego de una pausa continuo, la Sta Brown tiene cáncer en el cuello del útero, la biopsia nos mostró que no es de los más invasivos pero tampoco de los más lentos. Ella solicito que le quitarán el útero, cómo ella ya sabe, si hiciéramos esto ya no podría tener hijos.

el corazón de Anna se estrujó y tuve que reprimir unas fuertes ganas de llorar. El médico siguió hablando.

su hija dice que de todos modos ella ya no tendrá hijo, Anna recordó su promesa de ayudarla a alejarse de Danilo y nuevamente se cuestionó sus actos, pero logramos convencerla en esperar, mañana realizaremos otra resonancia magnética y comenzaremos con el tratamiento. Pero si ella decide, en cualquier momento quitarse el útero lo haremos, todo esto va a ser agotador, ella flaqueara y necesitara que ustedes, las personas a quienes ama la sostengan.

Anna no pudo evitar que una lágrima cayera y rodará rápidamente por su mejilla.

Terminado el informe médico Anna se dirigió a la habitación de su hija, al abrir la puerta vio a Elizabeth dormida profundamente, Tomas sostenía su mano y apoyaba su frente en ella con la cabeza inclinada y los codos en sus piernas. Anna entro, se sentó junto a su esposo y lo abrazo apoyando su cabeza en la espalda de este.