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MI DESTINO ERES TU

MI DESTINO ERES TU

Status: Terminada
Genre:Pareja destinada / Mafia / CEO / Completas
Popularitas:456.6k
Nilai: 4.9
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

Tras una traición que marcó su vida, Aurora Madrigal, una joven empresaria y madre soltera, lucha por sacar adelante la empresa que su padre le dejó antes de morir. Su mundo parece desmoronarse hasta que aparece Félix Palacios, un misterioso inversionista con un pasado que nadie conoce y un poder que pocos se atreven a enfrentar.

Lo que comienza como una alianza de negocios, pronto se transforma en un vínculo profundo, intenso e inevitable. Pero el amor entre ellos se ve amenazado por una red criminal liderada por Fabiola Montero, una mujer que arrastra un oscuro pasado con Aurora y está dispuesta a destruirla a cualquier costo.

Mientras las traiciones salen a la luz, los enemigos se acercan y las pasiones se desbordan, Aurora y Félix deberán luchar no solo por el éxito de su empresa… sino por su propia vida y por el amor que jamás pensaron encontrar.

Una historia de romance, venganza, secretos, traición y redención.
¿Hasta dónde llegarías por proteger a quien amas?

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 03.

CAPITULO 03.

NARRADOR.

Aurora empujó la entrada de su apartamento con su hombro, llevando las bolsas en sus brazos mientras su corazón latía de emoción. Se sentía cansada; había sido un día largo, pero eso no disminuía su entusiasmo. Hoy era su primer aniversario de matrimonio, y había estado esperando esta fecha desde que aceptó el compromiso ante el altar.

Colocó las bolsas en la cocina, se recogió el cabello con una liga improvisada y empezó a cocinar con esmero. Había seleccionado los platillos favoritos de Arturo, prestando atención a cada detalle. Luego, preparó la mesa con un mantel blanco bordado, que era elegante pero sencillo y el mismo que utilizaron en su primera cena juntos como esposos. Encendió velas alargadas en los candelabros y dispersó pétalos de rosas a lo largo de la sala y el dormitorio, creando un camino que desprendía un aroma de esperanza. La suave luz cálida de las velas iluminaba cada espacio, envolviendo el lugar en una atmósfera romántica y tranquila.

Cuando terminó de organizar todo, fue a arreglarse. Frente al espejo, eligió cuidadosamente su vestido: un diseño verde esmeralda de corte sirena, ajustado en las partes adecuadas, que realzaba su figura con gracia. Lo complementó con tacones que combinaban y unos pendientes de diamantes que su padre le había regalado en su cumpleaños número dieciocho. No los usaba con frecuencia, pero esta noche… esta noche era especial.

Recogió su cabello en un moño bajo y se maquilló con dedicación. Aplicó sombra dorada, pintó sus labios de un rojo intenso y delineó sus ojos con una línea fina que destacaba su mirada. Al terminar, se roció con su fragancia preferida, una esencia dulce con toques florales que recordaban a la primavera.  Sonrió al verse en el espejo.

—Deslumbrante… —murmuró, esperando que Arturo pensara lo mismo al verla.

Volvió a la sala. El reloj señalaba las 7:45.

—No debería tardar —pensó, ajustando una de las velas. Recalentó un poco la cena, puso música suave y se sentó a esperar.

Los minutos pasaron. Luego, las horas.

A las nueve, su sonrisa ya se había esfumado. A las diez y media, la ansiedad comenzaba a apretar su pecho. Tomó su celular y marcó el número de Arturo. Solo alcanzó el buzón de voz. Una vez, dos, tres. Sin respuesta.

Trató de mantenerse tranquila, pero la preocupación comenzaba a revuelta su estómago. Decidió llamar a uno de sus colegas, buscando alguna pista sobre su localización.

—Hola, soy Aurora, la esposa de Arturo. Disculpa que llame a esta hora, pero… no ha llegado y estoy algo inquieta.

Del otro lado de la línea, una voz masculina respondió con tono somnoliento:

—Aurora… ah, claro, perdona, no reconocí tu voz. Arturo tuvo una reunión con unos empresarios en el Hotel Estelar. Seguramente la reunión se prolongó. Ya sabes cómo suelen ser esos encuentros, copas, brindis, protocolos. . .

Aurora cerró los ojos por un momento.

—Sí… sí, debería haberlo anticipado. Disculpa por haberte despertado.

—No hay problema. Si requieres algo, házmelo saber.

—Gracias. Que tengas un buen descanso.

Finalizó la llamada con un profundo suspiro, observando la mesa que había adornado con tanto cariño. El mantel, los platos aún sin usar, las velas consumiéndose en silencio. Todo parecía recordarle que estaba sola.

Con movimientos pausados, comenzó a apagar las velas una tras otra, mientras una sensación de tristeza le invadía el pecho. Era su primer aniversario. . . y Arturo lo había pasado por alto. A pesar de que intentó persuadirse de que solo era por su trabajo, que su esposo estaba esforzándose por su futuro, en lo más profundo de su ser, una pequeña herida se había quedado.

Luego de ducharse, se acomodó en la cama con la idea de poder dormir. Pero en cuanto apagó la luz, oyó girar la cerradura y los pasos desiguales de Arturo por el pasillo. Cerró los ojos rápidamente, simulando que dormía. No quería conflictos… no hoy.

El aroma a bebida alcohólica llegó antes que él. Tropezó con la cómoda y murmuró un insulto.

—Mi hermosa esposa duerme… qué pena, deseaba compartir con ella las buenas noticias —susurró, pronunciando las palabras con dificultad mientras se inclinaba hacia ella.

El aliento pesado de alcohol le hizo arrugar la nariz. Arturo eructó sin vergüenza, se quitó los zapatos de manera torpe y se dejó caer en la cama como un saco vacío. En cuestión de segundos, ya estaba profundamente dormido, ajeno a todo.

Aurora lo miraba desde la oscuridad. Era la primera vez que lo veía así: ebrio, desaliñado, desatendido. No era el mismo hombre del que se había enamorado. Con el corazón oprimido, tomó su almohada y se dirigió a la habitación de huéspedes. Cerró la puerta con cuidado, se tendió en la cama fría… y finalmente dejó que las lágrimas se desbordaran.

No supo en qué momento se quedó dormida, pero un grito la despertó de repente.

Se levantó al instante y corrió hacia la habitación. Arturo estaba envuelto en una toalla, el cuarto era un caos, como si hubiera pasado un huracán.

—¿Dónde has estado? He estado llamándote un buen tiempo —dijo, sosteniendo dos camisas, sin mostrar ningún signo de disculpa.

Aurora lo miró con frialdad.

—Dormí en la habitación de huéspedes. Ya que no regresaste. . . y así llegaste.

Él frunció el ceño, tratando de recordar, pero simplemente se encogió de hombros.

—¿Puedes ayudarme con esto? Tengo un desayuno importante. Si todo va bien, podré comprarte algo que te merezcas.

Ella parpadeó, sin poder creerlo.

—¿Desde cuándo necesito cosas que “me merezcan”, Arturo? —dijo, herida y enojada.

Él suspiró, molesto.

—Cariño, no hagamos un drama de esto. Sabes cómo son esas reuniones. Insistieron en que viniera. Siento lo de anoche, pero ahora requiero tu ayuda. Ya no tengo tiempo.

Aurora apretó los labios y señaló la camisa azul.

—Esa. Te queda bien. Póntela.

—Tenía la certeza de que podía confiar en tu buen gusto. ¿Podrías hacerme un café? Me duele la cabeza.

Sin decir nada, se dio la vuelta y se dirigió a la cocina. Su silencio era su única forma de protegerse. Quizás, cuando él recordara la fecha, intentaría enmendarlo. Quizás.

Mientras hacía el café, reflexionó que tal vez la vida en pareja no era tan fácil como lo había pensado. Amar implicaba más que festejar momentos felices. . .  también significaba tragar el orgullo. Pero, ¿cuántas veces se podía hacer eso sin quebrarse?

Después de despedirlo con una sonrisa forzada, regresó a la habitación. El desorden aún estaba allí: camisas en el suelo, una copa vacía sobre la mesita, la cama revuelta. Suspiró y comenzó a limpiar en silencio. Porque a veces, cuando el corazón duele, las manos buscan consuelo en lo que pueden arreglar.

1
Lizbeth Ahumada
pobre
Lizbeth Ahumada
ya quiero que ellos se encuentren
Lizbeth Ahumada
interesante
Jeni Dragan Eugenia
Felicidades!
Edith Zenteno
y Sergio
Edith Zenteno
me estoy aburriendo me carga cuando los malos ganan 😡
Edith Zenteno
que tonto Alfredo sigue haciéndole caso a su padre hay hombres que no entienden nunca
Edith Zenteno
seguro es la amante de Arturo qué desapareció después del accidente y capaz que este vivo
Gatti Graciela
Es cierto, que cuando el amor es verdadero es tu hogar❤️😘🌹Hermosa novela felicitaciones!!!
Lilia Dos Santos
Excelente. Atrapante y emocionante. Un trabajo hecho con talento y creatividad. Ha sido un placer haber leído esta novela. Gracias a la autora por brindarnos algo tan hermoso de su trabajo.
Lilia Dos Santos
Por fin se terminó. Ya me estaba angustiando demás. A partir de ahora a reconstruir todo y ser feliz.
Lilia Dos Santos
Otro grave error de Fabiola Montero. Intentar asesinar a Elisa. Ahora esa mujer se trabsformo en su enemiga número uno. Fabiola Montero en su odio y tratar de vengarse de Aurira esta destruyendose sin darse cuenta. su odio hacia Aurora y sus seres queridos la dejan ciega.
Lilia Dos Santos
Tenía que aparecer algo y alguien oscuro para hacer más interesante la novela. Seguramente esta mujer es la que era amante de Arturo que reaparece después de haber robado en ka empresa de Aurora. Creí que es la responsable de la muerte del padre de Aurora y de Arturo. Ellos murieron por el accidente en el auto de Aurora. El auto estaba arreglado para que fuera Aurora la víctima. Ahora esra asesina vuelve y con su deseo de destruir a Aurora terminará destruyendose a sí misma y arrastrando al inútil de Sergio en su venganza.
Lilia Dos Santos
Espero que esta mujer lo corrija a Alfredo y le enseñe a ser una persona de bien. Lejos de la influencia de su padre el va a mejorar y va a ser su esposa que lo va a lograr cambiarlo para mejor. El la va a valorar y terminar enamorado de ella. A él le faltaron límites y una condición correcta y con valores. Ella lo va a lograr. Me encanta esta novela.
Edith Zenteno
la novela es buena pero los nombres de los personajes no me gustan ,Felix me recuerda un gayo de caricatura, Aurora no se lo encuentro fome ,Clemencia Fome en fin
Lilia Dos Santos
Es un deleite leer esta novela. Me tiene atrapada desde el inicio. Ahora se encamina a momentos donde el amor surge entre dos personas que han estado rotas por pérdidas y situaciones muy difíciles. Espero que juntas logren alcanzar la felicidad. Ambos merecen ser felices. Felicitaciones a la autora por su talento y le deseo muchos éxitos. Además agradezco por ocupar tiempo creando novelas hermosas dedicada a nosotras que amamos leer.
Edith Zenteno
la verdad me estoy aburriendo puro drama ,mentirosos y de algún modo traidores
Silvia Muñoz Muñoz
Hermosa novela
Lisbeth Torres
Excelente
Monica Liliana Broudiscou
excelente historia, me fascinó, muchas felicitaciones 👏👏👏👏👏👏👏👏👏🥰
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