Desastre Perfecto

Camila Prescott

Los días pasaron y pude volver a la residencia, extrañamente veía a Luke, solo lo oía llegar borracho y con alguien diferente cada noche, si aunque me dolía su actitud tan inmadura, no podía hacer nada, no estaba para hacer corajes, no perdería a mi bebé por su actitud tan infantil, preferí mantenerme al margen de la situación, Eros lo cuidaba cuando llegaba solo, varias veces me tope con sus amigas, por las madrugadas o por las mañanas, cuando el se enojaba y las corría, a veces me tope a Luke mientras les gritaba que se fuera, intentaba ignorarlo, llendo rápido por lo que iba y volvía a mi habitación.

Después de que vio que su padre me llamo, y no le dije nada, tome una decisión hablé a Oxford y retrasé unos meses mi asistencia, la aceptaron al oir mi situación, o más bien mi estado de gestación, logré obtener el cambio a la universidad UCLA, estaba cerca de casa y bueno en unos días llegaban las vacaciones y era momento de volver a casa y también contarles a mis padres que serían abuelos, eso me ponia nerviosa, pero todo está arreglado ya, podía seguir estudiando allá, aún y a pesar de mi embarazo, logré que el rector me diera el cambio para allá, y bueno ahora solo era momento de arreglar mis cosas, Mike me llevaría, ya que el despues de las vacaciones se iría a Oxford un año entero, Alondra y Eros me apoyaban, aunque Eros se preocupaba por qué me pasará algo, pero logré hacerlo entender que estando allá estaría bien, con mis padres cuidandonos, y sin tener que presenciar las escenas de Luke borracho.

—Que te falta —me decía Mike, mientras le daba a Eros la última caja, mire a mi alrededor y negué.

—Nada, llevo todo —mire el escritorio y suspiré, lo abri y solo estaba un papel de una tarea que había pasado a limpio, a si que ahí lo deje, cerré el cajón y sali detrás de Eros, ví la habitación de Luke, tenía ya días que no lo veía, desde la llamada que el le respondió a su padre, no lo había visto, estaba preocupada, pero bueno no podía hacer más, primero era mi bebé, y Eros me aseguro que el lo ayudará, cuidara y lo hará entrara en razón, aunque el creía que era mejor que le dijera la verdad, pero el miedo a qué su padre hiciera algo en contra de mi bebé estaba incrustado en mi ser, y eso me impeida decirle, algo en mi me decía que era lo mejor, al menos por el momento era mejor irme a si, entre a la habitación de Luke y le dejé una carta sobre su mesita de noche y una pequeña caja con su regalo de navidad, baje hasta el estacionamiento y Eros me abrazo fuerte.

—Prometeme que te cuidaras lindura —asenti y el beso mi frente, y coloco su mano en mi vientre —frijolito o lindura menor cuida de mamita, pronto iré a verlos —sonrei y dejé un beso en su mejilla.

—Te voy a extrañar mucho —le dije y lo volví abrazar, el limpio una lágrima que resbaló por mi mejilla, sonreí y subí al auto de Mike, de Daniel y Carlos me había despedido ya, ellos hicieron una cena de despedida y Carlos ya sabía de mi embarazo y estaba feliz, decía que sería tío, y me guardara el secreto.

Mike arranco y por la ventana ví a Luke llegar, bajo de su auto, venía en sus 5 sentidos y muy bien vestido, traía un traje negro sin corbata, me miró y lo ví decir algo, pero desvíe mi mirada, si me detenía a ver qué dijo se que sería un desastre, a si que solo mire al frente y dejé que Mike siguiera conduciendo. Coloque mi mano en mi vientre y sonreí

—Estaremos bien mi amor, y te juro que tú papá sabrá de ti, pero a un no puedo decirle la verdad —dije en un susurró, Mike tomo mi mano y dejo un casto beso en mis nudillos y sonrió.

—Estaran bien Camí —asenti, y el miro al frente con una sonrisa.

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Luke Weston

He sido un completo idiota, me e comportado como un idiota, e llegado a la residencia borracho y con alguien diferente, aunque al final nisiquera pueda hacer algo con ellas, solo de imaginar que Ella está en la habitación de enfrente y ya varias veces me a visto llegar con ellas, o hasta cuando las corro, y actúa con tranquilidad, y eso me duele que parece que le da igual lo que haga con ellas.

Pero hoy después de charlar con mi madre, ella me aconsejo que la reconquiste, si reconquistar por qué estoy seguro que ella siente algo por mi, reserve un restaurante algo íntimo y romántico para los dos, me puse un traje elegante pero casual, subí a mi auto y me fui a la residencia, estos días me e quedado en casa con mi madre, y no e tomado nada, a si que me verá bien, espero acepte ir a cenar conmigo, al llegar la veo arriba del auto de Mike y Eros le dice adiós con la mano.

—Prescott debemos hablar —le grito, pero por el vidrio no me escucho, o simplemente me ignoro, ya que segundos después desvío su mirada y el auto siguió en marcha, ví a Eros y subí a la habitación sin decirle nada, sabía que no me diría nada, ni a dónde se fue, a si que pase de él y subí directo a mi habitación. Al entrar vi un sobre lo tome y tenía mi nombre, saque la hoja dentro y era la letra de ella, con las manos temblorosas la empecé a leer.

Weston.

Cuando estés leyendo está carta es por qué yo ya me fui de Stanford y también de la residencia ya estaré lejos de ti en este momento, no negare que me dolía verte llegar cada noche ebrio y con alguien diferente, pero no tenía derecho a reclamarte nada, yo te termine, te lastime, pero tú actitud inmadura e infantil emborracharte y llevar a tu habitación a la primera que se te pusiera enfrente, creí que eras más maduro, pero bueno eso ya no importa, por qué ya me fui, cuidate de verdad hazlo, me importas más de lo que imaginas, aunque tú creas que no, eres mi desastre perfecto Weston, y obviamente jamás jugué contigo, jamás lo haría, yo también veía mi futuro a tu lado, pero hubo cositas, o más bien circunstancias que me obligaron a tomar la decisión de dejarte, por favor cuídate, creeme que afuera habrá alguien que necesita de ti algún día, me encantaría decirte la verdad, pero por el momento es mejor a si, espero algún día pueda decirte la verdad y logres entenderme, entiendas mis razones, ahora no solo es por mi, cuídate y si, siempre te ame y te amare

^^^Camila Prescott^^^

Limpié mis lágrimas y con la hoja en la mano fui hasta su habitación, y efectivamente estaba vacío, abrí el baño, nada, su closet estaba vacío, solo una blusa de ella, abri los cajones de la comoda y efectivamente también vacíos, mire el escritorio, el cajón medio abierto, lo abrí de golpe y salto un papel y algo más, lo tome y mire extrañado lo que tenía en mis manos, caí en cuenta que era una prueba de embarazo y era un positivo, sali de la habitación con la prueba en la mano, y mire a Eros quien estaba ya en la cocina, coloque la prueba en la barra y el miro con una ceja alzada

—Debiste cuidarte —bromeo pero no estaba para sus bromas.

—Dejate de tonterías, mírame y dime qué esto no es de Camila —miro la prueba confundido.

—Donde estaba eso.

—En el cajón de su escritorio, salió volando, responde.

—Pues si estaba en su habitación solo ella puede responder..

—Si claro, se fue y tú lo sabías y no me lo dijiste.

—Claro como habías venido aquí, cree que fue fácil para ella, crees que solo tu estás sufriendo, no te imaginas todo lo que ella pasó, desde que... —se quedó callado y pensaba —no te imaginas lo que ella tuvo que callar, que aguantar por días, o por noches, lo que tuvo que callar, solo por qué tú estuvieras bien, sabes cuántas noches fue a mi habitación a llorar, o fui a la de ella a calmarla, hasta que se durmiera, no, no tienes ni puta idea Luke, por qué no ves más allá de ti, dices que no le importas, y joder idiota, a ti no te importo en absoluto ella, por qué si te hubiera importado, te hubieras dado cuenta de tantas cosas, al contrario de ella, ella se dió cuenta de tantas cosas de ti, que yo no, en este último tiempo, no sabes cuántas veces se paró en la puerta de tu habitación y miraba como te ayude, ella lloraba al verte a si, y tú simplemente metido en tus idioteces, y si esa cosa resulta ser de ella, pues que imbécil fuiste amigo, por no darte cuenta antes —me espeto furioso Eros, hace años que no veía a si a Eros, ese grado de enojo era muy raro en el, solo cuando se verdad algo le importaba y alguien la cagaba se ponía a si, y me dió en toda la madre al decirme eso, fui un completo imbécil

—Te recuperaré —susurre más para mi que para Eros, sali de ahí, necesitaba pensar en que haré, si está embarazada, no se puede ir a si, y no se a donde se fue, me volveré loco, fui un imbécil, por qué no me di cuenta, sus síntomas eran obvios, por qué no le creí, ahora debo recuperarlos sin importar nada.