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DESNUDA EN TU PIEL

DESNUDA EN TU PIEL

Status: En proceso
Genre:Romance / Posesivo / Mafia / Novia sustituta / Diferencia de edad / La mimada del jefe
Popularitas:12.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Beatriz. MY

A los 18 años, Aurora Conti, una joven rebelde, es forzada por su familia a casarse con el enigmático magnate Salvatore Romano, para saldar una deuda millonaria. Tras el rechazo de su hermanastra
Valeria, Aurora es ofrecida como sustituta, manipulada con la vida de su madre enferma. Golpeada por su padre y humillada por Valeria, jura sobrevivir al "Rey de Hielo", un hombre frío y temido cuya reputación oculta su verdadera naturaleza: un mafioso. Atrapada en un matrimonio marcado por la pasión y la obsesión, Aurora desafía a Salvatore mientras descubre los secretos oscuros detrás de su fachada de CEO, luchando por su independencia en un mundo de intriga y peligro.

¿Podrá Aurora mantener su espíritu rebeldefrente al control obsesivo de Salvatore?

¿Es el amor de Salvatore por Aurora una salvación o una trampa mortal?

NovelToon tiene autorización de Beatriz. MY para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 21

....𝗛𝗢𝗥𝗔𝗦 𝗠𝗔́𝗦 𝗧𝗔𝗥𝗗𝗘....

Ya eran las 8:45 de la noche, y yo, estaba en la habitación, tal como Salvatore me lo había pedido, arreglándome para una noche de la que aún no tenía ni idea de qué se trataba. Me había dado un baño rápido, y ahora estaba envuelta en una bata. Frente a mí, sobre la cama, descansaba el vestido azul medianoche qué habíamos comprado esa tarde, extendido como si fuera una obra de arte esperando hacer admirada. Suspiré, aún pensando en que estaba pensando Salvatore, y me quité la bata para ponerme la ropa.

La tela del vestido se ajustó a mi cuerpo como si hubiera sido hecho para mí, me miren en el espejo girando un poco para ver como caía. Era perfecto, elegante, con un toque misterioso que Salvatore seguramente eligió a propósito. Me puse los tacones negros que hacían que mis piernas se vieran más largas, y me detuvo un momento. Solo me faltaba el peinado, y el maquillaje. Me senté frente al espejo, dejé mi cabello suelto como siempre, pero esta vez quise darle un poco más de forma. Cepillé las ondas con cuidado, y, use un poco de producto para que se vieran más voluminosas al caer sobre mis hombros. El maquillaje era simple, pero llamativo. Un delineado delgado que destacaba mis ojos, un poco de sombra oscura para darle más intensidad, y un labial rojo oscuro que mostraba confianza, pero sin ser demasiado ostentoso. Me miré en el espejo por una última vez arreglando una onda suelta en mi cabello, y sonreí un poco. No sabía a dónde íbamos, pero me sentía preparada para lo que viniera.

Ya casi eran las nueve, así que me apresure en bajar las escaleras con cuidado. Al llegar al último escalón, vi a Salvatore esperandome en el vestíbulo, con su figura imponente bajo la luz de las lámparas. Me observaba en silencio.

—¿Y bien? —dije, deteniéndome frente a él, con una mano en la cadera —¿Qué tal estoy? ¿Te gusta?

Salvatore se acercó, acortando la distancia entre nosotros —Te ves más que hermosa — murmuró, en voz baja, casi como si las palabras fueran solo para mí. Luego, su mirada abajo a sus manos, y yo, instintivamente, seguí sus ojos. En sus manos sostenía una pequeña caja negra de terciopelo. La abrió con un movimiento lento, revelando un collar delicado, una cadena fina con un colgante que destellaba bajo la luz. —Solo falta el toque final —dijo, y luego, con un tono más suave, añadió— ¿Me permites?

Asenti, girándome para darle la espalda. Sentí sus dedos rozar mi nuca mientras apartaba mi cabello con suavidad, un gesto que me hizo estremecer. El collar se deslizó frío contra mi piel, y cuando terminó de abrocharlo, sus manos se detuvieron un instante más de lo necesario antes de soltarme. Me giré hacia él, tocando el colgante con la punta de los dedos, y él me miró de nuevo, ahora con un brillo satisfecho en los ojos. —Ya estamos listos —dijo— Vamos.

Me ofreció su brazo y lo tomé sin dudar, en cuanto salimos la brisa de la noche nos recibió afuera. Fresca, y cargada con el aroma de los jardines. Alessandro, ya estaba junto al auto pero Salvatore no esperó a que abriera la puerta, él mismo me ayudó a entrar con un gesto galante...tomándome con sus manos firmes, pero cuidadosas antes de acomodarse a mi lado en el asiento trasero. El motor rugió suavemente, y pronto dejamos atrás la mansión.

El viaje fue tranquilo, aunque mi mente no paraba de dar vueltas preguntándome ¿A dónde demonios íbamos? Salvatore no decía nada, solo miraba por la ventana, yo por mi parte intenté no pensar demasiado. Cuando el auto finalmente se detuvo, Alessandro salió rápidamente y abrió mi puerta antes de que pudiera siquiera moverme. Ni siquiera me había dado cuenta cuando habíamos llegado. Salvatore, fiel a su estilo no espero ayuda, y salió por su cuenta ajustándose el saco con un movimiento fluido. Baje del auto, y mis tacones resonaron en el pavimento. Me quedé un momento admirando el lugar, era una mansión imponente...más grande que la nuestra, con luces cálidas que se derramaban desde cada ventana iluminando los jardines perfectamente cuidados. Había murmullo de voces , y risas lejanas, como si una fiesta estuviera en pleno apogeo.

Alessandro se alejó para estacionar el auto, y Salvatore se acercó a mí extendiéndome su brazo de nuevo, el cual tomé y deslice mi mano con naturalidad en el hueco de su codo. Juntos caminamos hacia la entrada donde dos mujeres esperaban en la puerta, vestidas con uniformes discretos y sus posturas impecables. En cuánto nos vieron, hicieron una reverencia sincronizada.

 —Bienvenido de vuelta, señor Salvatore —dijeron al unísono, con voces suaves pero respetuosas.

Las miré de reojo, curiosa, antes de girar la cabeza hacia Salvatore que apenas asintió en respuesta. Seguimos nuestro camino cruzando el portón abierto, y al entrar a la mansión un hombre mayor nos recibió en el vestíbulo. Su cabello era gris, y estaba perfectamente peinado y su sonrisa era tan cálida...que casi parecía fuera de lugar en un lugar tan opulento.

 —Joven Salvatore, qué alegría tenerlo de vuelta —dijo, con amabilidad.

 —También me alegra verte, Antoine —respondió, y luego, con un brillo burlón en los ojos, añadió— Te ves mucho más mayor que la última vez.

El hombre, Antoine, soltó una risa suave. —Ya sabe, señor, los años no perdonan, ni el tiempo tampoco —replicó, en un tono ligero, como si compartieran un chiste antiguo. Luego, posó su mirada en mí y añadió con curiosidad —Y está bella dama es?....

Salvatore giró la cabeza hacia mí, mi mano aún sostenía su brazo —Ella es Aurora, mi esposa— dijo, presentándome con un orgullo sutil que me tomó por sorpresa —Aurora, él es Antoine, es el mayordomo de la mansión y un buen amigo.

Le dediqué una media sonrisa, extendiendo la mano con un gesto tímido. —Es un gusto conocerlo —dije.

Antoine aceptó mi mano con una pequeña inclinación de cabeza, y su sonrisa se amplió más. —El gusto es mío, señorita—respondió, con un tono de voz tan cálida como su mirada— Adelante, pasen. Todos están en el salón principal, esperando.

ambos caminamos al salón principal y podíamos Escuchar Como el murmullo de aquellas voces crecía aún más a medida que nos acercábamos al entrar mis ojos se posaron en un grupo de personas reunidas alrededor de un gran sofá Charlando animadamente en cuanto nos vieron las conversaciones se apagaron y todas las miradas se posaron en nosotros una señora mayor con el cabello plateado perfectamente recogido y una sonrisa que iluminaba el rostro se puso de pie y se acercó con pasos rápidos pero elegantes solté el brazo de Salvatore instintivamente y él avanzó hacia ella la señora lo tomó por los hombros examinándolo de arriba a abajo con una mezcla de Orgullo y ternura

 —Pero mira nada más qué guapo estás —dijo, con cariño.

Salvatore esbozó una sonrisa suave—Hola, abuela— respondió, cuando ella lo envolvió en un abrazo, y él se lo devolvió.

La señora se apartó, mirándolo con una expresión de enojo fingido, y con las manos en las caderas —Sin embargo, mocoso, si no te obligo a venir, ni siquiera te dignas en visitar a tu abuela ¿Qué es eso?

—No es así, abuela. Solo he estado ocupado con el trabajo, nada más. Pero nunca me olvidaría de ti.

—Eso espero, porque si no, te las verás conmigo—dijo, y luego su mirada se poso en mi. Su rostro se iluminó de nuevo, y se acercó , tomandome de las manos —Tú debes ser Aurora, ¿verdad? Mi nombre es Sofía, me alegra conocerte al fin.

Sonreí, un poco nerviosa. —Es un placer, señora—respondí.

Ella agitó una mano, riendo. —Señora, no. Llámame abuela, querida, ya somos familia. ¡Ven, ven, siéntate junto a la abuela! —dijo, y sin darme tiempo a protestar, me arrastró hacia el sofá, sentandome a su lado con una energía que no esperaba de alguien de su edad. Salvatore se quedó atrás, con las manos en los bolsillos, observandome con una media sonrisa que me hizo lanzarle una mirada de “auxilio"mientras la abuela me acomodaba como si fuera una muñeca.

—Vamos a presentarte—dijo ella, señalando al grupo —Este es mi nieto Michael, el hermano menor de salvatore.

Un hombre joven, con el mismo aire confiado de Salvatore pero con una sonrisa más traviesa, se puso de pie de un salto. —No necesito presentación, abuela—dijo, acercándose a mí con un brillo juguetón en los ojos. —Yo fui el primero en conocer a mi cuñada.—Extendió una mano hacia mí, pero al notar la mirada fulminante de Salvatore, que se había enderezado como un depredador, Michael retrocedió con una risa. —Se me olvidó que estaba don Celoso aquí presente.— Me guiñó un ojo, despreocupado. —Tendremos tiempo para conocernos mejor después, cuñada.

Reí por lo bajo, aunque la intensidad de Salvatore me puso un poco nerviosa. La abuela continuó, señalando a una mujer de cabello oscuro y mirada afilada que estaba sentada al otro lado del sofá

—Ella es Giulia...

Asentí, dedicándole una media sonrisa en señal de saludo. Giulia me devolvió un gesto cortés, pero giró el rostro rápidamente, casi con desdén.

“¿Por qué tengo la sensación de que no le agrado?... esa mujer es escalofriante".

—Y este es mi hijo, Franco, tu suegro—continuó la abuela, señalando a un hombre mayor, con una presencia imponente pero una sonrisa amable.

—Mucho gusto, señor—dije, inclinando la cabeza ligeramente. Él asintió evaluándome con curiosidad peron sin hostilidad.

—Ya estamos casi todos— dijo la abuela, pero su frase fue interrumpida por una voz fuerte que resonó desde la entrada del salón.

—¡Ya llegué, familia!

Un hombre entró con pasos confiados, su rostro era bronceado y su sonrisa desfilaba arrogancia. Se veía un poco mayor, con un aire de suficiencia que llenó el ambiente de tensión. Detrás de él, apareció una mujer muy hermosa. Su cabello de un rojo intenso como el fuego, y sus ojos verdes que brillaban bajo la luz... parecía sacada de un cuadro. Pero al notar la expresión de la abuela y Salvatore al fruncir el ceño, supe que su presencia no era bienvenida..

El hombre, ajeno a la incomodidad o quizás disfrutándola, miró a Salvatore con una sonrisa burlona.

—¡Pero miren quien vino a visitarnos! . Hermanito, ¿no te alegra verla?—dijo, señalando a la mujer de cabello rojo—Anda salúdala. Después de todo, compartiste años de felicidad con ella, ¿no?

La mujer fijó su mirada en Salvatore, sus ojos verdes estaban cargados de algo que no podía describir del todo...¿expectativa, nostalgia , desafío? Pero Salvatore ni siquiera la miró. Su mandíbula estaba tensa, sus manos apretadas en los bolsillos, y el aire a su alrededor parecía vibrar con una furia contenida. Yo, ahora me encontraba atrapada en un sinfín de preguntas ¿Quién es ella? ¿Por qué su presencia lo afectaba tanto? ¿Y.... por qué parece que este hombre esta disfrutando de esto?

1
Maria Mongelos
Esta cada vez mas buena esta novela
Kim Nava
es que como hay mujeres que después de hacer ese tipo de cosas o otras peores todavía creen que pueden tener el perdón de ellos bueno que si abra imbéciles que se dejan manipular
espero que este no diga ahora que está perra regresa y ese hermano o primero no se que es pero algo trama y no es nada bueno que el la traiga de regreso
Yamileth Bracho
muy buena historia
Yamileth Bracho
ussssss más capitulosssssssss
Mary Ney
más capítulos por favor
Isis Sisa
Es que entre más se escribe de éste sujeto, más mal me cae, es un ardido
Isis Sisa
Uuuuuuuuy la está preparando para lo que viene 🤭🤭
Kim Nava
que desgraciado 😡
Maria Mongelos
Valeria es una viboraxy va buscar como vengarse de Aurora, no aprendió la leccion
Maria Mongelos
Salvatore está bien al enseñarle, ella tiene que aprender a defenderse
Maria Mongelos
Son unos desgraciados, Aurora no dejes quecte humillen ni te usen ya es hora de que los enfrentes
Maria Mongelos
Que idiota Marco
Maria Mongelos
Con Akessandro presente no creo que le hagan algo
Isis Sisa
Pues sí!! ahora es intocable y ustedes mismos la empujaron ahí, pero no contaban que Salvatore la amaba desde antes y la defendería a capa y espada y no la mataría como todos ustedes llegaron a pensar
Les salió el tiro por la culata 🤭🤭
Isis Sisa
😳😳😳 ha creado un monstruo 🤭🤭
Ya era hora de poner el freno de mano
Elda Marquez
si Aurora desquitate de todo lo que te matrataton.... ponlas en su lugar
Elda Marquez
listo ya lo soltaron, quieren 🤑
Elda Marquez
solo son 4 hermanos y ninguno se quiere?..
Isis Sisa
Bueno siempre los favoritismos son así, se crece sintiendo que nunca se es suficiente y sobre todo si hay dinero y poder en medio son más marcados los odios
Elda Marquez
con Alessandro tiene a la familia incomoda
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