Qiang fue secuestrado por chén debido a una obsesión reprimida que sintió por el, aunque internamente su cuerpo le grita que huya, pero existe una valiosa razón para creer que vale la pena continuar en las llamas
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primera comida juntos
Qiang se siente como si hubiera sido golpeado en el estómago. La idea de vivir en la mansión con Chén como su concubina es repugnante para él. Se siente un profundo asco hacia Chén, y la sola idea de tener que estar cerca de él le da ganas de vomitar.
"¿Cómo puedes siquiera sugerir algo así?" pregunta Qiang, su voz llena de repulsión. "Después de todo lo que me has hecho, ¿cómo puedes pensar que estaría dispuesto a vivir contigo?"
Chén se encoge de hombros, sin notar la reacción de Qiang.
"Es una oportunidad para ti", dice Chén. "Podrás vivir en la mansión, con todos los lujos y comodidades. Y estarás cerca de Feiyu."
Qiang se siente una mezcla de rabia y asco. No puede creer que Chén esté dispuesto a hacer esto después de todo lo que ha pasado entre ellos.
Qiang siente un fuerte odio hacia Chen, especialmente debido a esa "risita de victoria" que parece burlarse de él.
Se siente atrapado en un juego sucio que no puede ganar. Chén tiene el control, y Qiang se siente como una pieza en un tablero de ajedrez.
Qiang siente un profundo desprecio por Chén, pero a pesar de eso, prioriza el bienestar de Feiyu. Sabe que Feiyu es inocente y no merece ser lastimado por los juegos de Chén.
Aunque Qiang no acepta la propuesta de Chén, Chén sabe que se quedará en la mansión por Feiyu. No quiere dejar a Feiyu solo con Chén, y está dispuesto a sacrificar su propia felicidad por el bienestar de su hijo.
Se siente atrapado en una situación difícil, pero sabe que debe hacer lo que sea mejor para Feiyu. Está dispuesto a soportar la presencia de Chén y a jugar según sus reglas, siempre y cuando Feiyu esté a salvo.
Chén lleva a Qiang a su nueva habitación dentro de la mansión, con una sonrisa en su rostro que parece ocultar algo más profundo. Al entrar, Qiang se da cuenta de que todo ha sido preparado con anticipación, y que nada es circunstancial.
La habitación es lujosa y espaciosa, con muebles finos y decoraciones exquisitas. Pero lo que llama la atención de Qiang es la forma en que todo ha sido dispuesto para que se sienta cómodo y relajado. Hay flores frescas en la mesa, y un aroma a incienso que llena el aire.
Pero lo que realmente llama la atención de Qiang es la forma en que Chén ha dispuesto las cosas para que se sienta atrapado. La puerta está cerrada con llave, y las ventanas están bloqueadas con barras de hierro.
"¿Qué significa esto?" pregunta Qiang, intentando mantener la calma.
Chén se ríe, una risa que suena a triunfo.
"Significa que estás en tu nuevo hogar, Qiang", dice Chén. "Un lugar donde podrás vivir cómodamente, y donde podrás... disfrutar de mi compañía."
Qiang se siente un escalofrío al escuchar las palabras de Chén. Sabe que está en peligro, y que debe encontrar una forma de escapar antes de que sea demasiado tarde.
Al día siguiente, Hui Ying baja con sus hijos al comedor, donde ya se encuentran Chén, Qiang y Feiyu. La mesa está puesta con un desayuno abundante y delicioso, y el ambiente es tenso.
Hui Ying se sienta en su lugar habitual, mientras que sus hijos se sientan a su lado. Qiang está sentado al otro lado de la mesa, con una expresión sombría en su rostro. Feiyu está sentado entre Qiang y Chén, y parece estar disfrutando del desayuno.
Chén sonríe al ver a Hui Ying y sus hijos, y se levanta para saludarlos.
"Buenos días, familia", dice Chén, con una voz suave y amable. "Espero que hayan dormido bien."
Hui Ying responde con un simple "buenos días", mientras que sus hijos murmuran un saludo. Qiang no dice nada, y sigue comiendo en silencio.
Feiyu, por otro lado, parece estar disfrutando del desayuno, y charla animadamente con Chén sobre sus planes para el día.
Mientras Qiang esta sentado en la mesa, Hui Ying no puede evitar sentir un desprecio profundo por él. La humillación de verlo sentado en su mesa, como si fuera uno más de la familia, es casi insoportable.
"¿No es encantador ver a Qiang sentado con nosotros?" dice Hui Ying, con una voz llena de sarcasmo. "Parece que finalmente ha encontrado su lugar en la mesa."
Chén se ríe, una risa que suena a diversión.
"Sí, Qiang es un miembro valioso de nuestra familia", dice Chén, con una sonrisa en su rostro.
Qiang se siente incómodo, y baja la mirada. Sabe que Hui Ying lo desprecia, y que su presencia en la mesa es una forma de humillación.
Feiyu, por otro lado, parece no darse cuenta de la tensión en el aire, y sigue comiendo y charlando como si nada.
Mientras comen, Hui Ying sigue haciendo comentarios hirientes, intentando hacer que Qiang se sienta aún más incómodo.
Hui Ying se vuelve hacia Qiang, con una sonrisa maliciosa en su rostro.
"Cuidado, Qiang", dice Hui Ying, con una voz llena de desprecio. "Tu paladar se puede ver afectado debido a que, por primera vez, comes algo decente. Y es gracias a mí, por supuesto."
Qiang se siente herido por las palabras de Hui Ying, y su rostro se enrojece de ira. Sabe que Hui Ying se está burlando de él, y que su intención es humillarlo aún más.
"Gracias por la advertencia", dice Qiang, con una voz llena de sarcasmo. "Pero no creo que mi paladar sea tan delicado como para verse afectado por una comida decente."
Hui Ying se ríe, una risa que suena a burla.
"Oh, Qiang", dice Hui Ying, con una voz llena de condescendencia. "Eres tan ingenuo. No tienes idea de lo que es la buena comida, ni de lo que es la elegancia."