Caído En Desgracia!

capítulo 20

Después de que esos sujetos se fueran Ema, no volvió a mencionar el tema. Ni siquiera me habló, era como si solo yo estuviese en casa. Pasaron aproximadamente 3 días cuando Ema recibió una llamada.

Después de hablar por algunos segundos, Ema cortó e inmediatamente empezó a organizar la casa como si esperaba que alguien importante fuese a ir, a pesar de que ella y yo no hablamos, yo me acerqué y ella me dio un producto de limpieza, Eso significaba que me estaba pidiendo ayuda, yo no mencione nada y me puse a limpiar con ella.

A medida que organizaba más la casa, los recuerdos de ella resurgiendo como si de una proyección se tratase, recuerdos dolorosos y felices; golpes y sonrisas. Creo que no siempre fuimos una familia distante y disfuncional, siempre tuve la fe de que algún día seríamos una familia feliz, ya era imposible que eso fuese a pasar pero aun así yo tenia la vaga esperanza. Entre las cosas viejas me encontré con recuerdos que incluían mi infancia y recordé el día en el que conocí a Nohan, ese ser que me trajo felicidad e infelicidad al mismo tiempo, se sentía extraño y vacío el sentimiento que sentía en aquel momento.

ahora que lo pensaba más profundamente, llegué a creer que en realidad nunca estuve enamorado de él, simplemente fue algo momentáneo qué llegué a confundir debido a mi insensatos y soledad.

Mientras seguía hurgando entre todo ese montón de cosas viajas también encontré una hoja con un dibujo hecho de crayón, era un dibujo que había hecho cuando era niño. Recuerdo ese momento vagamente porque ese día estaba llorando, jaja siempre estoy llorando en mis recuerdos, pero el dibujo tenía un significado muy importante, estaba dibujado Mi padre, madre, Ema y yo, agarrados de manos al lado de una casita. Ese dibujo representaba mi antiguo deseó de tener una familia feliz.

Hecho que nunca se cumplió y que gracias a esas fantasías mi madre pagó con su propia muerte.

También recordé las duras palabras de Ema, y mi corazón tambaleó, era verdad quizás en el fondo si yo no hubiese nacido ellos hubieran terminado de una forma diferente, Ema no tendría rencores y mi padre no se hubiera sumido en el licor y tal vez, quizás mi madre en vez de lamentarse hasta su último aliento ella hubiera sonreído más.

Después de organizar toda la casa, me sentí mejor, estaba algo vieja y desgastada, pero aún era un hogar acogedor, con solo limpiarla se veía como una casa común y corriente. Era como si la casa nos reflejará, si tan solo no estuviéramos tan sucios, fueran personas comunes y corrientes, como todos los demás o eso creía yo.

no paso mucho tiempo cuando una pareja de recién casados con un pequeño tocaron la puerta, Ema los recibió, les mostró la casa y las habitaciones, conversaron un buen rato, pero como yo me encontraba en un rincón no podía escuchar nada. me intenté acercar por qué no era normal que esas personas fueran a ver la casa, pero por alguna razón muy dentro de mi sabia lo que pasaba.

El pequeño que había traído la pareja, se me quedó mirando fijamente.

— Oye, hermano mayor. Juega conmigo – Dijo el pequeño.

— Yo no soy tu hermano mayor, juega solo niño – Respondí con frialdad.

pero el niño siguió insistiendo hasta que tuve que jugar con él.

— Hermano mayor, eres muy flaco. ¿Acaso eres un esqueleto? – Mirando fijamente el niño añadio rápidamente — no me gustan los esqueletos. ¡Quiero ser fuerte como mi papá!

La inocencia de aquel niño me hizo gracia y reír por un breve instante.

— Jaja, yo tampoco quería ser flaco. Yo también quería ser fuerte como mi pa... – No pudo terminar la palabra, así que solo continuo diciendo. — También quería ser fuerte para salvar a mis seres queridos como un ¡superhéroe!.

Al niño se le iluminaron los ojos y terminó por decir.

— Hermano mayor eres ¡genial!. yo también seré un superhéroe.

El niño se fue junto a sus padres y se veía muy feliz, su padre lo agarró del brazo y mientras se iban el niño dijo — Padre, seré un superhéroe junto con mi hermano mayor.

Quizás para un niño eso significaba una gran diversión, pero para mí fue algo tan vacío como el viento, yo nunca sería un superhéroe, en vez de eso sería un extra en la historia de alguno.

Ema, quien se encontraba en la puerta me estaba mirando fijamente, y yo no pude esquivar su mirada. Estaba escrito en toda su cara, su mirada era pesada como si sintiera un gran remordimiento muy dentro de ella.

ella susurro para si misma — Lo siento– con un gran suspiro y una gran culpa que la estaba carcomiendo.

Lo entendí todo, era claro. ema iba a vender la cada y con eso también se estaba despidiendo. aAmbos quedamos en silencio por unos segundos o incluso minutos no lo se el tiempo estaba pasado muy lento.

Ema apartó la mirada primero y se dirigió a su habitación. De su habitación se escuchaba el sonido de su celular que no paraba de sonar, el sonido escondía el hecho de que ella estaba empacando sus cosas. Me estaba empezando a sentir nervioso.

Luego de aproximadamente una hora, un hombre alto y con vestimenta negra toco la puerta de una manera extraña, toco tres veces como si de una clase de código se tratase.

*TOC‐TOC-TOC...

Ema rápidamente salió de su habitación y abrió la puerta como si sabía de quién se trataba, el hombre le entregó una cantidad considerable de dinero y un recibo de un depósito. Ambos intercambiaron unas tres de palabras y él se fue.

Ema se apresuró y saco sus cosas de la casa. Dejo el dinero sobre la mesa y sin decir nada salió. Yo reaccioné rápidamente y corrí tras ella, al alcanzarla con un grito ahogado y repentino.

—¡EMA!– Ella se detuvo.

Ella era lo único que me quedaba y no podía dejarla marchar tan fácilmente, sé que era un deseo egoísta, pero no quería que me dejara solo. Y en breve dije.

— Por favor, llévame contigo.

Ema Actuó indiferente, sin darme la cara solo dio algunas indicaciones.

— En la mesa dejé una parte del dinero y en el recibo se muestra el depósito del restante. Con eso podrás pagar la mitad del dinero, esos hombres podrían aparecer en cualquier momento así que ten cuidado y sé respetuoso. Entrégales el dinero y no te pases de listo, sé que eres temperamental, pero no caigas en sus tentaciones. Theo, la pareja que vino hoy accedió a comprar la casa porque se los pedí de buenas maneras, de ahí viene gran parte del dinero, sobra por lo menos algo, úsalo inteligentemente, no compres cosas innecesarias, ya no tenemos casa. No sé cuando se mudaran, pero lo mejor es que la desalojes mañana mismo.

Respondí rápidamente con miedo. — ¿por qué, esa casa era de nosotros, de mamá y tuya también?.

— Esa "casa", nunca fue nuestra. Theo, no me sigas, vive tu vida como quieras. A partir de ahora te las arreglas solo, eres lo suficientemente capaz para continuar por ti mismo. Yo nunca te considere mi hermano y nunca lo serás, me hace inmediatamente feliz por fin tener una razón para alejarme de todos ustedes que arruinaron mi vida. Así que para mí todos ustedes estarán muertos por siempre. Ya no existirán en mi vida y por fin seré libre. Así que déjame tener este capricho y no me sigas. – Con voz quebrantada continua con un — Paga el resto de la deuda y no dejes que me encuentren. Adiós, hasta nunca mi desgracia.

Ema siguió caminando sin mirar atrás ni por un segundo.

Y de repente el mundo a mi alrededor se tornó oscuro, mientras veía la espalda de Ema alejándose, por alguna razón, mi mente empezó a reflejar a todas las personas que me habían abandonado sin mirar atrás yéndosejunto a ella. Mi madre, padre, amigos, familiares, mis hermanas e inclusive Nohan y el pequeño Etan, que llevaba en sus brazos al pequeño patito.

Eso no era más que una proyección que me mostraba lo solo que me encontraba, ya no había nadie a mi lado, ni a mi alrededor. Me encontraba solo en el mundo, como si los millones de habitantes ya no existirán, solo yo. Una ráfaga de miedo y ansiedad me ato a fuertes cadenas que me arrastraban a la oscura y silenciosa soledad.

Mi cuerpo no se movía y mi mente y corazón aclamaban ignorar lo que había dicho Ema y correr atrás de ella, aferrarme a su cuerpo como una garrapata y no soltarla jamás, e incluso arrodillarme al suelo si era necesario. Mientras miles de cosas me pasaba por la mente.

Llamándola miles de veces y preguntándome qué hacer.

— ¿Qué debo hacer?. ¿A dónde se supone que tengo que ir?. ¿Cómo pagaré el resto de la deuda?. Alguien, por favor. Quien sea dígame que debo hacer. Ema, Ema hermana, hermana. Mamá, por favor no se vayan. No me abandonen, no me dejen solo, llévenme con ustedes, por favor... se los suplico, se los imploro. Por favor... – Mientras su niño interior lloraba y rogaba en su mente, sus piernas flaquearon y calló sentado de rodillas en el suelo.