NovelToon NovelToon
El Guardaespaldas De La CEO Ciega

El Guardaespaldas De La CEO Ciega

Status: En proceso
Genre:CEO / Amor prohibido / Síndrome de Estocolmo / Romance de oficina / Apoyo mutuo / Policial
Popularitas:9.6k
Nilai: 5
nombre de autor: DL700

Alice Crawford, una exitosa pero ciega CEO de Crawford Holdings Tecnológico en Nueva York, enfrenta desafíos diarios no solo en el competitivo mundo empresarial sino también en su vida personal debido a su discapacidad. Después de sobrevivir a un intento de secuestro, decide contratar a Aristóteles, el hombre que la salvó, como su guardaespaldas personal.
Aristóteles Dimitrakos, un ex militar griego, busca un trabajo estable y bien remunerado para cubrir las necesidades médicas de su hija enferma. Aunque inicialmente reacio a volver a un entorno potencialmente peligroso, la oferta de Alice es demasiado buena para rechazarla.
Mientras trabajan juntos, la tensión y la cercanía diaria encienden una chispa entre ellos, llevando a un romance complicado por sus mundos muy diferentes y los peligros que aún acechan a Alice.

NovelToon tiene autorización de DL700 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22 Conexiones

Sophie se encontraba en el aula de su taller de literatura creativa, el único espacio donde lograba desconectarse de la presión constante en su hogar. El aula estaba llena de detalles acogedores: estanterías con libros de diferentes géneros, una gran ventana por donde entraba la luz cálida de la tarde, y un círculo de escritorios donde cada estudiante podía ver y escuchar a sus compañeros mientras compartían sus ideas y sus historias.

Estaba acostumbrada a ver a la profesora Avery, una mujer de voz suave y palabras alentadoras, pero al llegar hoy al aula, encontró a un grupo de estudiantes murmurando y una sensación de expectativa en el aire. Fue entonces cuando la puerta se abrió y la profesora Avery entró, acompañada de una mujer joven, alta y esbelta, con el cabello castaño liso y una sonrisa que parecía calculada, aunque amigable.

—Buenos días a todos —comenzó la profesora Avery, haciendo un gesto con la mano hacia la nueva mujer—. Hoy tenemos a una maestra sustituta que estará con nosotros por unas semanas mientras yo atiendo algunos compromisos fuera de la ciudad. Les presento a la señorita Jessica Hertley.

La nueva maestra sonrió ampliamente al grupo de estudiantes, su mirada era directa y casi penetrante.

—Hola a todos —dijo, con un tono agradable que inmediatamente captó la atención de la clase—. Pueden llamarme Jess. Estoy aquí para ayudarlos a explorar sus ideas y talentos. Espero que podamos trabajar juntos y, sobre todo, disfrutar mucho en este espacio.

Sophie notó algo en la manera en que Jess se dirigía a todos, pero, al mismo tiempo, su atención se sentía particular, como si sus palabras estuvieran destinadas a ella en especial. Jess se desplazaba por la sala, pasando entre los escritorios mientras hablaba, conectando visualmente con cada uno de los estudiantes.

—Sé que escribir puede ser algo muy personal —comentó Jess, mirando a Sophie cuando dijo la palabra “personal”—. Así que, me gustaría que este taller sea un lugar donde todos se sientan libres de expresar lo que quieran. Y recuerden, no existen las ideas malas o equivocadas. Aquí, lo importante es que cada uno de ustedes se escuche a sí mismo.

Al decir esto, su mirada se posó en Sophie, una mirada que parecía demasiado enfocada, demasiado… calculada. Sophie sintió una mezcla de nerviosismo y curiosidad, pero, al mismo tiempo, se sentía extrañamente escuchada y comprendida. Era como si Jess pudiera ver a través de ella.

—¿Alguno de ustedes tiene algo que le gustaría compartir? —preguntó Jess, sonriendo, y sus ojos, como por casualidad, se volvieron hacia Sophie.

La clase guardó silencio, y Sophie sintió la presión de la mirada de Jess sobre ella. Levantó la mano de manera casi automática, sin pensar demasiado. Jess asintió, animándola con una sonrisa cálida.

—Adelante. Perp primero ¿Cómo te llamas?

Sophie susprio y contesto:

—Sophie Van Buren

—Bueno, estamos aquí para escucharte, Sophie.

Sophie abrió su cuaderno, sus dedos rozando las páginas de su última historia, una en la que volcaba sus sentimientos de soledad e incomprensión. Inspiró profundamente antes de comenzar a leer, sintiendo cómo Jess mantenía una mirada atenta, como si estuviera realmente interesada en cada palabra que ella decía.

Cuando terminó, Jess aplaudió suavemente, con un brillo en sus ojos que parecía genuino.

—Esa fue una lectura increíble, Sophie. Gracias por compartir algo tan profundo y personal. —Jess se acercó y se agachó junto a su escritorio, inclinándose hacia ella para que sus palabras fueran solo para sus oídos—. Quiero que sepas que tienes una voz muy especial. Y si alguna vez sientes que no tienes a quién hablar, yo estoy aquí.

Sophie sintió una mezcla de gratitud y asombro, algo en la manera de Jess la hacía sentirse vista, casi entendida. Pero también había una inquietud que no lograba identificar del todo. La sonrisa de Jess era reconfortante, pero en el fondo de sus ojos había algo oscuro, algo que Sophie, en su ingenuidad, no alcanzaba a percibir por completo.

Mientras Jess se alejaba y volvía al frente de la clase, su mente se encontraba ya en los próximos pasos de su plan, evaluando a Sophie como un punto clave en su estrategia. Sabía que conectar emocionalmente con ella le permitiría entrar en el círculo de Alice y observarlo desde adentro.

●●●

Mientras tanto, en la oficina de Alice, la atmósfera era completamente diferente. La tarde avanzaba mientras Alice estaba absorta en su trabajo, revisando los últimos detalles de la reestructuración de Rava, la cual había sido una tarea agotadora pero necesaria. La satisfacción de haber terminado era evidente en su rostro, aunque la tensión en sus hombros delataba el desgaste que implicaba su posición.

Fue en ese momento cuando Aristoteles entró en la oficina, su presencia siempre imponente y serena. Con pasos firmes, se acercó al escritorio de Alice, observándola con atención.

—¿Necesita algo, señora Crawford? —preguntó, su voz profunda y amable, siempre dispuesto a ofrecerle lo que fuera necesario.

Alice levantó la cabeza, agradeciendo mentalmente su presencia. Sabía que Aristoteles era mucho más que un protector; era alguien en quien podía confiar sin reservas.

—En realidad, sí —respondió ella, dejando escapar un suspiro de cansancio—. Creo que necesito algo de entrenamiento, Aristoteles. Ya sabes, no quiero volver a sentirme… indefensa.

Aristoteles asintió, reconociendo el tono de vulnerabilidad en sus palabras, algo que rara vez escuchaba en ella. Era consciente de su fortaleza, pero también de las inseguridades que su ceguera podía provocarle. Se acercó un poco más, apoyando una mano firme y reconfortante sobre su hombro.

—Con gusto, señora. Puedo mostrarle algunos ejercicios para fortalecer sus reflejos y aumentar su percepción del entorno —dijo, y su voz adquirió un tono suave, tranquilizador.

Alice asintió, levantándose de su asiento mientras él tomaba su brazo con suavidad para guiarla hacia un espacio despejado de la oficina. Aristoteles la dirigió con delicadeza, asegurándose de que cada paso fuera cómodo y seguro para ella.

—Voy a mover mis manos cerca de usted —explicó Aristoteles, situándose frente a ella y colocando sus manos a pocos centímetros de las de Alice—. Intente detectar mis movimientos y seguirlos.

Alice asintió y levantó las manos, intentando percibir el desplazamiento del aire cada vez que él movía sus brazos en un suave vaivén. Al principio, se sintió un poco torpe, pero Aristoteles la guiaba pacientemente, sus manos deteniéndose a milímetros de las de ella, creando una tensión en el aire entre ellos que era casi palpable.

En uno de los movimientos, sus manos se rozaron accidentalmente, y Alice sintió un escalofrío recorrerla. Aristoteles también se quedó inmóvil por un segundo, atrapado en aquel contacto inesperado. Sus miradas se encontraron, y aunque Alice no podía ver sus ojos, podía sentir la intensidad de su presencia.

—Alice… —murmuró él, olvidando momentáneamente la formalidad en su nombre, atrapado por la conexión entre ellos.

Ella no respondió con palabras. En lugar de eso, sus manos subieron por sus brazos, siguiendo el contorno de sus músculos hasta llegar a sus hombros. Él se acercó, dejándose llevar por el magnetismo que parecía atraerlos sin remedio.

—No sé qué haría sin ti, Aristoteles —murmuró ella, sus dedos rozando la nuca de él con una mezcla de agradecimiento y deseo contenido.

Aristoteles respiró profundamente, sintiendo cómo la distancia entre ellos se desvanecía, hasta que sus labios finalmente se encontraron en un beso suave, cargado de todos los sentimientos reprimidos desde el momento en que se conocieron. Sus labios se movían en perfecta sincronía, explorándose mutuamente con una mezcla de delicadeza y pasión contenida. Alice acariciaba su rostro, dejándose llevar por la textura de su piel y la seguridad que le transmitía.

Sus cuerpos se acercaron aún más, y Aristoteles rodeó la cintura de Alice con sus brazos, profundizando el beso mientras sus labios se movían con más intensidad. Era un momento de entrega total, de reconocimiento mutuo, donde cada caricia y cada susurro parecían borrar todas las barreras entre ellos.

Finalmente, Alice se separó levemente, aún respirando de forma entrecortada, y sonrió con una mezcla de satisfacción y complicidad.

—Deberíamos seguir con el entrenamiento —susurró, pero sus palabras estaban cargadas de un tono travieso, como si el momento que acababan de compartir fuera el preludio de algo más.

Aristoteles sonrió, tocando su rostro con ternura.

—Sí, señora. Aunque… creo que hay cosas que hemos aprendido hoy que van más allá de cualquier entrenamiento.

1
Nery Guerrero
ellos son los secuestradores Aristóteles tiene q descubrir a tuner
Nery Guerrero
la amante del congresista se va ser amiga de Sofi para hacerle daño a Alice aunque ya es hora de q se vayan descubriendo lo de los secuestros
Nery Guerrero
tan linda Alice pero el esposo es un asesino
Nery Guerrero
hay tutú q pasará con esos dos
America Lopez
el bien siempre triunfa sobre el mal, así este de unos pasos de avances, vamos a ver cómo se desarrolla esta historia
Nancy Martinez
Bueno
Nancy Martinez
Excelente
Sandra Espinoza Caldas
Sofía tu eres inteligente y espero que puedas ser precavida y descubras que jesica te esta utilizando, habla con tu mama
Nancy Martinez
que buena novela,muy interesante
Nery Guerrero
tal vez no saca el arma porque no lo amerita todavía pero ya se besaron
Nery Guerrero
q mal nacido perro el congresista la lleva a la reunión para q la secuestren q tal
Nery Guerrero
me parece bien q Aristóteles hablé con el Chamo puede q lo haga entrar en razón
Nery Guerrero
ya lo sospechaba q el congresista y la amante están tras el secuestro para quedarse con todo
Nery Guerrero
porqué será q la quieren secuestrar
Nery Guerrero
seguro la vieja Yamara pone a los socios en contra de Alice
Nery Guerrero
Eso es bueno q la pareja lleve la amistad por los hijos q no tienen culpa
Jaima Zulay Urriola Arispe
qué ganas de amarrarse a alguien sí no lo ama ?????🤔....
Jaima Zulay Urriola Arispe
No comprendo está pareja, qué hacen juntos ....Alice y Jonathan....tal vez ese matrimonio fue solo un acuerdo comercial....Qué le suma uno al otro ?
Por otra parte está Aristóteles....wao, todo en él grita "soy Griego", hasta el nombre
Nery Guerrero
q lindo le está ganando el amor y a ella también
ana castaneda
hola autora, felicitaciones. muy interesante y atrapante tu historia.
sugiero que coloques imágenes de tus personajes. gracias, ánimo
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play