Mi Príncipe Vengativo

Manuel terminó las reparaciones en el lugar y busco a Helena. Ella estaba en la habitación de los niños, sentada en el suelo, mientras dibujaba cosas en su cuaderno y los niños dormían.

- Puedo pasar...

- Hola Manuel, ¿como te fue con las reparaciones?

- Bien, esta todo listo, aunque por lo que se escuchaba hace algunas horas, tú invitado también esta construyendo o destruyendo algo.

- Si es complicado...

- Sabes que no te voy a presionar a que me cuentes nada, solo quiero que sepas que estoy aquí para ti y los niños, si algo necesitan...

- Gracias Manuel, eres un buen amigo, pero esto debo resolverlo sola.

- No te molesta que me quede a almorzar, toda la casa huele riquísimo.

- Ehhh, claro.

- ¿Vienes?

- Si voy en un momento.

[¡rayos! espero que Vitorio se haya ido, aunque no puede hacerle nada a Manuel, es solo un amigo... tengo que solucionar esto]

El almuerzo transcurrió de manera tranquila, Vitorio no apareció por la casa durante la tarde.

Bella se encontraba bañando a los bebés mientras les hablaba suavemente...

- No sé, porque no les gusta el agua... con ella podrán sanar y ayudar a otros, podrían ser médicos, curarse de enfermedades, es importante...

- Esos niños no tienen magia de agua.

- ¡Dios!, casi me matas del susto... Y bueno quizás heredaron ese ceño fruncido y cara de gruñon qué tu tienes, pero puede que tengan el poder del agua...

- Esos niños tiene la marca del sol, su poder es del fuego.

- ¡Que! no, quizás...

Vitorio se acercó a los niños y puso su mano sobre la cabeza de cada niño y sonrió.

- Los dos tienen el poder de fuego, ademas de un poder secundario. El de la cinta amarilla tiene tu poder de viento y el de la cinta celeste tiene oscuridad.

- ¿Qué? Solo maná para atacar, no eso no...

Bella comenzó a hablar miles de cosas mientras Vitorio sonreía al verla tan nerviosa, si que decidió preocuparla más y prendió una pequeña llama en sus dedos y se la acercó a los niños.

- ¿Que haces? Apaga eso, no se lo acerques.

Bella soplaba y soplaba la mano de Vitorio, pero el solo sonreía y se la acercó a los niños y ambos intentaron tocarla.

Bella empujó al príncipe, pero este no se movió e hizo que ambos niños tocaran el fuego.

- Estas loco, son unos bebés...

La desesperación de Bella fue tal, que uso su magia de viento para moverlo, logrando solamente mojarse con el agua. Ambos niños rieron a carcajadas.

- No se rían de mamá.

Bella sacó a los niños del agua y les puso su pijama.

- Podrías verlos mientras me cambió.

Ella sabía que los niños se ponian irritables después de salir del agua, así que lo hizo a propósito. Se cambió de ropa y volvió a la habitación, esperando ver a Vitorio colapsado por los bebés, pero ellos sonreian, porque el príncipe jugaba con una pequeña llama de fuego entre sus dedos.

- Aleja el fuego de mis hijos.

- Es su elemento.

- No quiero, no hay forma de cambiarlo.

- ¿Qué dices? sabes cuantos usuarios de maná de fuego existen... solo estos niños y yo.

- Así todos sabrán que...

- Que son Volt. Sí, se mostrarán al mundo, cuando todos los traidores hayan caído.

- Puedes tener más hijos, a quienes mostrar al mundo.

- Sabes porque los soldados me salvaron a mi y solo intentaron salvar a uno de mis hermanos, dejando el resto a su suerte...

- ...

- Mis otros hermanos, no tenían la marca del sol, no se da en todos los hijos.

- ...

- Estos niños pueden incluso superarme en fuerza cuando crezcan, yo no tuve un maestro de fuego, yo les enseñare todo lo que se.

- y si yo no quiero...

- ¡ja! pídeles los brazos para salir de la cuna.

Ambos estiraron las manos, hacia los bebés para que los tomarán, pero Vitorio tenía su mano con una llama de fuego.

Inmediatamente, ambos niños estiraron sus brazos hacia el príncipe.

- Eso es trampa.

- Es su elemento, esta en su piel.

- Mi magia es más útil y les ayudaría más.

- Mañana iré al palacio de hielo.

- Bien, ya es tiempo de que te enamores de Lady Olivia, además no tienes porque darme explicaciones.

- Que no se te ocurra ninguna idea rara, no quiero a ese granjero cerca de los niños.

- No me puedes prohibir tener amigos.

- Así, pruébame...

[idiota]

Vitorio salió del lugar y no se le vio durante los siguientes tres días.