Muñecas De Porcelana

—¿Dónde está Ronald?—Pregunte al más alto de ellos.

— Señorita, el se encuentra en la habitación de al lado—Respondio.

Camine hacia la habitación de al lado a pesar de que cada paso me dolía demaciado.

Toqué la puerta y entre en la habitación.

Ronald veia a su hermano Lucas que estaba sentado en la cama, Laura dormía en el sofá exhausta.

— ¿Quien es ella?— Dijo Lucas señalandome con su dedo índice.

Ronald lo miró sorprendido tratando de sonar serenó.

— Ella es Kendall, tú la amas— Dijo Ronald.

—  Supongo que la amaba— Respondió Lucas — Es bonita pero no es mi tipo.

Camine hacia él, incrédula de la situación.

Era demasiado lo que estaba viviendo como para completar el hecho de que despertara y se olvidará de mí, el hombre que más amaba.

—  Es mejor que no me recuerdes — Dije sonriendo, sosteniendo mi corazón y escuchando como se rompió en miles de pedazos.

— ¡Debe hacerlo, ya que por protegerlo perdiste algo que nunca vendrá a este mundo! — Dijo Ronald mirandome directamente a los ojos.

Fruncí el seño confundida por sus palabras.

— Era la única manera de salvarte — Dijo Ronald.

Mi bebé de nuevo había salvado mi vida, a cambio murió, dejando un gran vacío en mis sueños e ilusiones. Había perdido todo, mi hombre, mi hijo, mi vida, mi dignidad.

— Ya no puedo perder algo más Ronald— Dije mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas — Ya lo he perdido todo.

— ¿Que perdiste? — Dijo Lucas confundido.

— La única forma de no convertirme en un monstruo— Dije— El día que me recuerdes podrás frenar a quien me convertiré.

Laura despertó de repente y me abrazó.

— Hermana, lamentó todo ésto— Dijo Laura abrazándome.

Yo la aleje de mi y la mire sin ninguna emoción.

— Ya no quiero saber que se siente ser amada —.

Así cuando decidiera regresar sería por qué extrañaria ser amada.

— Te voy a extrañar — Dijo mi hermana entregandome mi teléfono y mis tarjetas en las cuales estaban los ahorros de toda mi vida.

— Vayan a un lugar donde Richard jamás los encuentre— Le dije a Ronald con una sonrisa enorme.

— ¡¿Que harás tú!?— Exclamo Ronald.

—  Estaré bien, solo que tendré que adelantar mi venganza—.

Lucas me miró confundido sin siquiera entender algo de lo que ocurría, mire sus hermosos ojos y bese sus labios.

— Te amó — Dije en su oído.

Ronald me entrego una tarjeta con mi nombre.

— Te deseo que cumplas tu venganza—.

Tome la tarjeta y salí de la habitación.

Los guardaespaldas dejaron de seguirme después de que Ronald les ordenó hacerlo.

Sabía que el camino que recorría me llevaría a convertirme en aquello que odiaba tanto. Pero si seguía en el mismo infierno moriría antes de darme cuenta.

Lo primero que debía hacer era transformarme en alguien más, cambiar mi apariencia por completo.

Así que fui a la primera clínica de cirugia  plástica que ví mientras caminaba por las avenidas de la ciudad.

Al entrar en el consultorio un doctor alto, guapo con el pelo negro me miró asombrado.

— ¿Por qué deseas cambiar ese rostro tan hermoso?—

— ¿Si le dijera la razón sería capaz de creerla? — Respondí.

— Arruinar tu rostro con mi bisturí no es lo mio— Dijo el cirujano tocando mi rostro.

— Entonces recomiendeme un maquillista que me haga parecer otra persona— Dije riendome.

El cirujano se rió y me dió una tarjeta con el logo de un salon de belleza especialista en ello.

— Gracias— Dije tomando la tarjeta.

Sali de la clínica y me dirigí a ese salon de belleza.

—¿Qué va a querer?— Dijo una de las empleadas.

— Quiero que me maquilles y me dejes como otra persona— Dije sonriéndole atravez del espejo.

La chica hizo lo que le ordene e inclusive decoloro mi pelo negro a un rubio cenizo claro. Al terminar ella sonrió y me puso un espejo frente a mi para que observará mi reflejo en el.

— ¡¿En serio soy yo?!— Dije sorprendida al ver mi reflejo.

Era completamente otra persona, era impresionante la transformación que había logrado esa chica.

— Ni siquiera me la creó — Dije a la chica — Todos los días vendrás a mi casa a maquillarme te pagaré bien —.

— Pero.. mi jefa tendrá demaciado trabajo aquí — Respondió.

La jefa se acercó a mi y emocionada con el resultado calmó a la empleada diciendole que todo estaría bien.

— Dame tu número te mandaré mi ubicación— Dije sonriendo— ¿Por cierto cuál es tu nombre?

— Alicia Duran—.

— Soy Lilith — Dije, aún que todavía no cambiaba mi nombre—

Alicia me dió su número y me fui emocionada mirándome en cada lugar donde podía ver mi reflejo.

Busque en una app Departamentos en renta y rápido conseguí uno. Compré ropa en línea, ropa que nunca hubiera usado.

Cambie mi nombre legalmente a Lilith todo para poder conseguir mi venganza.

Kendall ahora sería el pasado doloroso que vengaria. Haría llorar lágrimas de sangre a un psicópata.

Realmente quería matarlo, imaginar la escena me hacia sentir bien.

DOS MESES DESPUES.

Las cicatrices de las puñaladas ya no dolían, mi corazón estaba frío al igual que mi departamento.

— ¿Señora Lilith hoy es el día cierto?— Preguntó Alicia mi maquillista.

— Así es— Dije mirando la lluvia por la ventana.

— Desde su acento a su manera de caminar ha cambiado — Dijo Alicia.

—  Gracias a ti mi venganza se está adelantando— Dije mientras recordaba lo que había perdido por estar ahí..

Continuaráaa...