Dulce Venganza

Branco es un hombre de 28 años, de una apariencia impactante, con una figura atlética y bien proporcionado. Su rostro es simétrico y armonioso, con una mandíbula fuerte y bien definida. Sus ojos son de un azul intenso, profundo y brillante, que destacan aún más por su mirada penetrante, profunda y segura. Lleva una barba cuidada y espesa, que resalta su masculinidad y le añade un aire de maduras, y misterio. Sus cabellos es grueso, de un hermoso tono marrón, y lo lleva siempre peinado de manera casual Pero elegante. Su estilo es sofisticado, totalmente adecuado para el abogado que es reconocido como el mejor e implacable, su porte profesional y seguro refleja su éxito y destreza en la sala de juicios. Su presencia es imponente, y su actitud implacable. Sin embargo, fuera de su trabajo en un hombre cálido, encantador con una sonrisa amable, que completa un cuadro de atractivo irresistible.

Esa noche, Branco se preparó para el reencuentro. Se sentó en su escritorio, con un vaso de Whisky, mientras recordaba a Luna. Recordaba cuando eran niños, él le llevaba unos cuánto antes a Luna, sin embargo, su y su espíritu brillante siempre habían tenido un efecto profundo en él. Había decidió esperar para confesarle sus sentimientos hasta que pudiera ofrecerle una vida segura y estable. Ahora, se daba cuenta de que había esperado demasiado.

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Al amanecer, Branco se levantó, se baño y se arregló para impresionar. Quería verse lo mejor posible para cuando se reencontrará con Luna después de tanto tiempo lejos.

Bajo al estacionamiento, subió a su auto y se dirigió a la dirección que Julieta le había dado, su mente trabajando rápidamente para encontrar la mejor manera de ayudar a Luna. Al llegar, fue recibido por Julieta, que lo abrazó con fuerza.

- Gracias por venir, Branco. Significa mucho para nosotras - dijo Julieta, sintiendo con gratitud.

- Haré todo lo que pueda para ayudar a Luna - respondió Branco con determinación.

Entraron en la casa, dónde Luna estaba sentada en la sala de estar, con los ojos aún hinchados por las lágrimas de la noche anterior. Al ver a Branco, se le levantó sorprendida.

- ¿Branco, eres tú? - pregunto Luna, con la voz temblorosa.

Branco se acercó a ella, con una expresión de ternura y determinación.

- Si soy yo pequeña - dijo y la abrazo - Julieta me llamo anoche, y me contó todo lo que ocurrió, estoy aquí para ayudarte. No permitiré que ese tipo y su amante se salgan con la suya y te sigan lastimando.

Luna, lo abrazo, y se refugió entre sus brazos.

- Gracias, Branco. No sé qué hacer... - dijo, su voz quebrada.

La tomo suavemente por la cintura y la dirigió a la mesa del comedor, donde se sentaron los tres.

- Primero, vamos a hablar sobre tus opciones legales. Luego, veremos cómo podemos protegerte - respondió Branco, con una calma reconfortante.

Branco comenzó a delinear un plan.. Explicó los pasos legales que Luna podría tomar para protegerse y recuperar el control de su vida y su futuro.

- Lo más importante ahora es que mantengas la calma y te rodees de personas que te apoyen - dijo Branco, tomando la mano de Luna - Estás rodeada de amigos que te queremos y que no permitirán que te hagan daño.

Luna asintió, si tiendo una renovada fuerza gracias al apoyo de Julieta y Branco.