Mi Hermana Gemela

Cuando estábamos cerca de mi casa Sebastián me pidió que fuéramos a la de el

Sebastián: Vente a mi casa.

Estefany: No me hiere a vivir contigo de una vez.

Sebastián: No te digo que te vengas a vivir conmigo, al menos no si tú no querés solo digo que pases la noche de hoy.

Estefany: Ok, con una condición.

Sebastián: ¿Cuál?

Estefany: Tenemos que quedarnos aquí en mi casa para compartir con mi Nana toda la tarde y cuando anochezca nos iremos a tu casa hasta la próxima noche.

Sebastián: Está bien, me encanta pasar tiempo con tu Nana.

Estefany: Como es que te gusta pasar tiempo con ella, que es lo que pasó entre ustedes que desde esta mañana parecen los mejores amigos.

Sebastián: Nada, amor.

Me parece tan raro que ellos hablen como si ya se hubieran visto mil veces cuando hasta donde se yo, mi abuela me fue a buscar en la iglesia para que no le casará con el

Pasamos toda la tarde con mi Nana, mi Nana mostró muchas fotos de cuando yo era una adolescente y ganaba dinero, Pero quería parecer sería y profesional y me ponía trajes 3 tallas más grandes.

reímos muchísimo y vimos una película.

Sebastián fue al baño y yo aproveché para hablar con mi Nana

Estefany: Nana, necesito hablar contigo.

Nana: Dime hija.

Estefany: Quiero que tomes una decisión, lo que pasa es que ya sabes que Sebastián y yo somos pareja y quizás en un futuro yo me vaya a vivir con él y quiero que me digas si quieres venir a vivir con nosotros.

Nana: Para nada hija, sabes que me gusta mucho el licenció y vivir sola o contigo, pero con nadie más, yo puedo volver a mi pueblo querida hija.

Estefany: Para nada Nana, no digas eso, si no quieres venir con nosotros puedes quedarte viviendo aquí, pasaré la casa a tu nombre y seguiré viendo de ti.

Nana: No tienes que hacerlo hija.

Estefany: No lo estoy haciendo por obligación, tu eres como mi mamá y te amo, no puedo vivir si tú estás tan lejos de mi, si te quedas aquí podré visitarte cada vez que me lo permitas y además puedes decirle a tus hijas que vengan a vivir contigo, solo si quieres

Nana: Tu podrás venir cuando quieras mi pequeña, no sabes cuánto te amo.

Estefany: Yo te amo mucho más Nana.

Cuando Sebastián volvió comenzó a bostezar mucho y al terminar la película yo tomé la iniciativa de irnos.

Estefany: Nana, ya tenemos que irnos, hoy me quedaré en casa de Sebastián, te digo para que no te preocupes por mi Nana, te quiero muchísimo.

Nana: Está bien hija gracias por avisarme, cuidense mucho.

Sebastián: Cuidense mucho Nana.

Nana: Adiós hijo mío.

Estefany: ¿Que pasó entre ustedes Enserio?

Sebastián, Nana: Nada.

Sebastián y yo salimos de mi casa y subimos al carro para irnos a su casa.

De camino Sebastián no dejaba sus manos en un solo lugar, trataba de tocarme los muslos o de sobarme la mejilla.

Estefany: Ya deja de tocarme tanto y concéntrate en la carretera.

Sebastián: Eso es casi imposible, eres hermosa.

Estefany: Por favor Sebastián no quiero tener un accidente.

Sebastián: Ok, está bien.

Llegamos a la casa de Sebastián y desde que bajamos Sebastián no paraba de besarme, cuando estábamos entrando en su habitación se quiso poner un poco más intenso.

Estefany: ¿Qué haces?

Sebastián: Solo te estoy besando.

Estefany: y tocando

Sebastián: ok, también estoy tocando un poquito, Pero no tiene nada de malo

Estefany: No acepte dormir contigo hoy, yo solo acepté pasar la noche en tu casa.

Sebastián: ¿a si? ¿qué podría hacer para que cambies de opinión?

Estefany: Nada ¿me prestas tu baño?

Sebastián: Claro.

Entre al baño y encendí rápidamente el agua caliente junto con el agua fría a todo lo que daban para que el baño se cubriera de vapor rápidamente y yo pidiera calmar los latidos de mi corazón.

Sebastián no dudó mucho en entrar al baño después de mí y a causa de que había mucho vapor no logré verlo, solo sentí cuando se quitó la ropa al lado de la bañera y luego metió los pies dentro.

Estefany: Sabes que no va a pasar nada cierto

Sebastián: Quizás no sepa eso

En ese momento tuve un impulso y antes de que se sumergiera en el agua decidí agarrarle su miembro y meterlo a mi boca así dejándole a entender que en este momento quien dominaba la situación era yo, lo sentí un poco tímido por mi reacción apresurada, Pero poco a poco se dejó llevar y cada vez disfrutaba más hasta que llegó al límite y sin antes avisarme acabo en mi boca, en medio de la neblina sentía su mirada penetrante llena de satisfacción mientras miraba como me degustaba sus fluidos, hasta que me hablo con su voz ronca y decidí responderle.

Sebastián: Eres única

Estefany: ¿tienes más de esto? O ya agote tus fuerzas