Lágrimas De Cristal

Cédric: ¿qué sucede contigo?

Victoria: no lo sé, ¿quién era él?

Cédric: Edward Roderick el chico que salvaste

Victoria: ¿Roderick?

Cédric: sí, el hijo de Amethyst

Victoria: estoy desconcertada, no se por qué me intimida su precencia

Edward: cuándo la veo entrar siento como si hubiese estado esperando por ella desde hace mucho, sin duda es hermosa, no puedo apartar los ojos de ella y toda la conmoción que ha causado, cómo humilló a los emperadores y a ese príncipe sobrevalorado, no puedo evitar reírme, no es tan dulce como parece y verla bailar fue una locura, sin duda no puedo ignorar esta sensación de ser arrastrado hacia ella, me preguntó si también lo sentirá y como si fuese una señal me elije en la multitud sin la necesidad de mirar solo señala hacia mí pero no levanta su rostro, evita que nuestras miradas choquen, cuándo termina el enfrentamiento se marcha con prisa y Cédric me da a entender que no me acerque y obedezco, por ahora, necesito verla, hablar con ella y no pasará de esta noche

Cédric: no habló en todo el camino y en cuánto llegamos dijo estar cansada y se fue a su habitación

Víctor: ¿qué pasa con ella?

Cédric: es hora de tener una conversación

Alicia: ¿les dirás?

Cédric: sí, pero no aquí, vamos a la oficina

Roxana: ¿por que nos has traído hasta aquí? ¿qué nos ocultas?

Cédric: Victoria esta unida a Edward

Víctor: ¿cómo que unida?

Alicia: por fin sabemos el contenido de las páginas doradas, aunque no pudimos leerlo

Cédric: existe la promesa de la unión de las dos familias los Evermont y los Roderick

Roxana: ¿por qué?

Alicia: los Roderick son el linaje de Amethyst

Cédric: ambos están vinculados incluso antes de nacer por eso el comportamiento de Victoria ella puede sentirlo, aunque no sabe qué es lo que siente o por que

Alicia: el es un buen chico lo he visto desarrollarse en estos años

Víctor: pero aun así...

Victoria: subo a mi habitación, después de un largo baño en dónde intento organizar mi ideas, me siento en la cama no logro comprender, no soy una niña, he vivido dos vidas, alegrias y tristezas, qué es lo que hay en ese hombre que me hace sentir tantos nervios y hasta temor, sin obtener respuestas a mis preguntas miro hacia la ventana buscando tranquilidad en el paisaje nocturno solo para encontrarme un rostro cubierto y unos ojos carmesí

que me miran con una intensidad que reconozco y me deja petrificada, aunque no lo haya dicho no hay manera de que no sepa quién es, solo una persona puede hacerme reaccionar así

Edward: me acerco a ella, está inmóvil, descubro mi rostro, no pretendo hacerte ningún daño pero quería hablar contigo y pareces evitarme, ¿también lo sientes?, esa sensación extraña entre los dos

Victoria: ciertamente no le presto atención a sus palabras estoy perdida ante la belleza de su rostro y esa forma de mirar tan profunda la cuál se superpone con la de alguien a quién amé, ¿quién eres? ¿por qué me haces sentir así?, mi cuerpo se mueve por si solo, me acerco hasta quedar a escasos centímetros de él, acaricio su mejilla, no evito la cercanía al contrario la necesito

Edward: no logro responder a sus preguntas, me quedo absorto, me mira como si me conociese, está peligrosamente cerca, acaricia mi rostro y yo solo me pierdo ante toque

Victoria: algo en el se siente familiar y no puedo precisar ¿qué es?, ¿será su olor?, me acerco a su cuello sintiendo su aroma y sí lo he olido antes, en estos momentos estoy fuera de mí, algo en él hace que actúe sin control, cómo si hubiera esperado siglos para sentir su calor y solo me dejo llevar

Edward: se acerca a mí no la evito, solo dejo que haga lo que le plazca, me tiene completamente hechizado, la siento dejar un beso suave en mi cuello, no... hagas eso... por favor o las cosas se saldrán de control

Victoria: lo escucho, lo entiendo, pero no puedo detenerme, quiero sentirlo, es como si mi vida dependiera de ello

Edward: por su mirada se que no se detendrá así que tomo el control y la hago caer en la cama, la besó con ansias, sus labios son dulces, no quiero dejar de probarlos al contrario quiero más, me siento codicioso, quiero todo de ella

Victoria: me besa nuestros labios encajan a la perfección, nuestras lenguas se acoplan en una danza voraz, ninguno quiere detenerse ni siquiera para respirar, sus manos empiezan a dianvular por mi cuerpo el cuál solo lleva un camisón ligero, se acomoda entre mis piernas mientras sostiene una de ellas y besa mi cuello

Edward: tengo que detenerme pero no puedo, esto no estaba en mis planes cuándo decidí irrumpir en su habitación, puedo sentir su cuerpo erguirse como un arco debajo de mí, cómo me presiona con sus piernas a mis costados, esos leves gemidos cuando beso o muerdo su cuello, como entierra sus manos en mi cabello cuando dejo un camino de besos por su pecho, a este paso me hará enloquecer, pero vuelvo a la realidad al oír un toque en la puerta

Roxana: hija ¿estás despierta?

Edward: se me hiela la sangre ante la probabilidad de que la puerta sea abierta y Victoria no parece volver en sí, estoy atrapado entre sus piernas, no puedo escapar, si alguien nos ve en la cama, conmigo encima, con ella semi desnuda, con marcas de besos en su cuerpo, estaré en serios problemas, se oyen los pasos alejarse por el pasillo, juraría que no había respirado en todo este tiempo, la miro tiene una expresión perdida en el placer que exige más, me acerco a su oído y le susurro, Victoria si sigues mirándome así nos meteremos en problemas lo entiendes ¿verdad?

Victoria: su voz baja me trae de vuelta a la realidad, casi somos atrapados, asiento ante sus palabras y lo dejo libre, se incorpora, su rostro esta tan rojo como el mío, lo siento no se que me pasó

Edward: no te disculpes, es algo de lo que no me arrepiento ¿tú si?

Victoria: no, pero ¿por qué reaccione de esa forma?, yo no suelo comportarme así

Edward: mis padres me unieron a la hija que nacería de los Evermont y esa eres tú, no sé como funciona pero estas hecha para mí así como yo para tí por eso tu cuerpo reacciona a mi cercanía y cuando alguno de nosotros peligre el otro lo sabrá

Victoria: eras tú el causante del llamado hace cinco años, algo me atraía a ese lugar

Edward: sí, estaba muriendo, instintivamente clamé por ti sin siquiera saberlo, tu poder me salvó, alimentó mi cuerpo maltrecho, curó mis heridas y me devolvió parte de mi poder

Victoria: ¿dime tu nombre? ¿tu identidad?

Edward: ya lo conoces

Victoria: ¿es tú único nombre? ¿tienes un solo pasado?

Edward: no entiendo a que te refieres

Victoria: no es nada, si no entiendes es solo una equivocación mía, creí ver algo más en tí por un momento

Edward: hay cierto rastro de tristeza en esas palabras que no comprendo, cómo si conociese algo que nadie más sabe

Victoria: ¿que harás? la guerra empezará en cualquier momento

Edward: quiero venganza, perdí todo lo que me importaba en un solo día y viví mucho tiempo arrastrándome como un insecto para sobrevivir

Victoria: lamento haber llegado tan tarde

Edward: llegaste justo a tiempo, robo un beso de sus labios, me voy, no tengo confianza de estar tranquilo contigo en la misma habitación

Victoria: desaparece tan sigiloso como llegó, cuándo estoy sola mi corazón se llena de tristeza, tantos años de cerrar esa puerta y casi olvidar que existía, con el solo toque de sus manos me hicieron recordar a él, hasta ahora nunca me permití extrañarlo, mi mente se llenó de nuevas experiencias, de vivencias divertidas, de cariño, así que fingí olvidarlo hasta engañarme a mi misma, pero hoy se ha derrumbado esa farsa, lo he visto a traves de él, pero eso no es posible, no quiero mentirme, ni mentirle