3 años desde que tomé la decisión más dura de mi vida, pero no podía permitir que le hiciera lo mismo a nuestra hija.
Aún lo amo, tanto que he estado tentada a buscarlo, pero sé que no valdrá la pena.
Por mí bien y el de mi hija es mejor que estemos así, separados, él sabe que jamás voy a olvidarlo y mucho menos dejarlo de amar.
Pensaba que todo sería así para siempre, pero supe que estaba equivocada el día que se presentó frente a la puerta de mi negocio desatando dentro de mi, caos, miedo y deseo, mucho deseo.
¿Volveríamos a intentarlo? ¿Volveríamos al deseo?.
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Capítulo 21: El buenazo.
—Hagan silencio— les pido por tercera vez.
—No seas aburrida Gre— reprocha Cecilia—Vinimos de tan lejos a verlas y tú estás anciana— se queja.
—Verdad— asiente Esther.
—Van a despertar a todos con su escándalo, es lo único que no quiero— digo—En casa podemos hacer lo que quieran— sonrío, sé que ahí tampoco podemos hacer desmadre, pero es para que cierren el hocico.
Abro la puerta de mi departamento y me encuentro con la tierna imagen de mi hija dormida en los brazos de Liam quien está acostado en el sofá.
—Joder chillonas, cállense— me quejo nuevamente.
—Oh mira, el buenazo duerme con su hija— señala el sofá Jules.
—Gre— susurra él despertando.
—Si he llegado— le digo intentando quitarle a mi hija.
—Deja, yo la llevo— me dice y lo dejo tranquilo.
—Ya se nos bajó un poco la borrachera y siendo honestas, Liam está demasiado bueno— comenta Cecilia— Debe ser buenísimo follando— se muerde los labios.
—¡Cecilia!— exclama Esther sorprendida—Ya, es el amor eterno de nuestra amiga, es prohibido— la regaña.
—No pensaba otra cosa más— se defiende—Pero bueno, nos iremos, para que te quedes esta noche con tu amor y hagan sus cositas— sonríe.
—Ya, nos vamos— dice Jules.
—Son un grano en el trasero— me quejo.
Las termino de despedir y cierro la puerta nuevamente, Dios que cansada me siento, iré directo a la cama, no tengo ganas de ducharme, solo dormir y descansar.
—Me alegra que sigan siendo amigas— dice y pego un salto del susto.
—Liam, no se te quita la mala costumbre de llegar de forma muy silenciosa— lo regaño—Si, seguimos siendo amigas y ahora tías de Grace— sonrío.
—¿Pensaste en lo que te dije?— pregunta.
—Liam, no vamos a mudarnos— le digo tajante—No estoy preparada para ello— confieso.
—Grecia, de verdad quiero tenerlas conmigo— se queja.
—Pero mudarnos así de la nada no es la solución, al menos yo no estoy preparada y tú deberías de entenderlo— le aclaro.
Asiente en silencio—Hoy me quedaré aquí— anuncia y no digo nada, ¿para qué? Si igual va a invadir mi habitación.
Entro al cuarto de baño y me doy una ducha, si hay un intruso no puedo acostarme así, entonces, en contra de mi voluntad me doy una ducha refrescante.
—Pensé que no te ducharías— comenta el muy fresco acostado en mi cama viendo TV.
—Solo cierra la boca que quiero dormir— le digo acostándome a su lado.
Le doy la espalda y cierro los ojos para dormir, en seguida escucho como apaga el TV y se acomoda un poco más cerca y trato de ni siquiera moverme, sentir su respiración cerca de mí me sigue poniendo nerviosa.
¡Qué locura con este hombre!.
—Liam, quieto— le digo.
—Solo quería abrazarte— comenta.
—Mm.
~Dos semanas después~
Hoy es uno de esos días donde mis ánimos están por el piso, amanecí con ese bajón emocional que te recuerda todo lo malo que has vivido; Liam se llevó temprano a Grace a su casa, aún no hemos pautado una reunión con sus padres, realmente yo lo he atrasado, pero sé que por mucho tiempo no podré hacerlo, pero sinceramente tengo cero ganas de reuniones y menos aglomeraciones.
—¿Estás bien?—pregunta mi madre.
—Lo estaré— respondo—Creo que necesito dormir más—frunzo el ceño.
—Cariño, ve y duerme, yo cuidaré a Grace— dice y asiento, pero no me muevo de mi asiento.
Estoy inquieta, ansiosa y siento que en cualquier momento llenaré el departamento con lágrimas. Hoy está mi mamá, pero cuando esto sucedía estaba Jules o Brigitte quienes cuidaban a mi hija, a veces eran ellas que me cuidaban a mi.
—Tranquila mi amor— me abraza—Ve a descansar— me ordena.
Esta vez sí me muevo y regreso a la cama, me siento muy agotada, espero poder descansar, pero mi mente está trabajando más de lo normal y me estresa, pero la preocupación no es monetaria, es más sentimental que otra cosa, creo que todas las madres tenemos este tipo de momentos donde queremos salir es corriendo.
Todo pasa si, pero a veces cuesta y duele.
excelente tierna amorosa historia felicitaciones bendiciones para ti 🤩😍♥️🇨🇴🌹💯❤️🥰🌹💯😍🇨🇴
muy buena historia felicitaciones bendiciones para ti 🤩😍♥️🇨🇴🇨🇴👏💯🌹🥰