Maktub

Capítulo 22

Emir al no saber nada de Zeynep, despertó a Khaled. En cualquier momento sus padres volverían y cómo enfrentaría que su hermana desapareció

—Ábreme!.—gritó Emir mientras golpeaba la puerta

—¿Ahora que?.—preguntó Khaled

—Ahorita mismo me vas a decir, ¿dónde vive el tal Anatoli?.—preguntaba Emir mientras agarraba de la playera a Khaled

—No te lo diré, ¿qué quieres con él?.—preguntaba Khaled

—Se llevó a Zeynep, y hasta ahorita no sabemos nada de ella. Es obvio que voy por mi hermana.—respondió Emir

—Tranquilo Emir, al parecer ellos están teniendo un relación, es obvio que Zeynep quiera estar con él.—decía Khaled

—Eso crees, pues te equivocas se la llevó a la fuerza. Todos estuvimos esperando que llamara para ir por ella, mientras tú estabas aquí dormido. Si le hace algo nuestro padre jamás no lo perdonará.—dijo Emir

—Zeynep es una mujer adulta, responsable e independiente. Te recuerdo que tú no eres nadie para evitar que ella haga su vida, sobre todo con quien a ella le plazca. Pero ve y confirma lo que te digo, aquí está la dirección. Ahora si me permites, lárgate.—decía Khaled

Emir se tuvo que contener para no golpearlo, cada vez estaba peor. Sin duda Khaled ya no era el mismo de siempre, salió de inmediato junto con Samira, Lobato y Danilo. Durante el camino solo pensaba en Zeynep, se resistía a creer que su hermana estaba involucrada con un hombre que parecía un matón.

Anatoli estaba revisando los mails, en su estudio, también estaba confirmando la operación Mónaco, tenía que ser ejecutada de inmediato. Después llevaría a Zeynep a comer a un lugar maravilloso, para celebrar su matrimonio

—Señor lamento interrumpir, esta Emir Ruiz Velasco afuera.—lo anunció el mayordomo

—Es mi cuñado, avísenle a mi esposa. Háganlo pasar.—dijo Anatoli fue de inmediato para recibirlo

Anatoli caminaba hacia la sala para saludarlos, en cuanto lo miró Emir. No dudó en tratar de golpearlo, pero tenía que ser prudente. No sabía qué clase de persona era.

—Sean bienvenidos.—saludo Anatoli

—¿Dónde está mi hermana?.—preguntó Emir

—En nuestra habitación, ya la mandé llamar. Pero tomen asiento, esta es su casa.—respondió Anatoli

—No gracias, vengo por mi hermana. No sé quién seas y no me interesa, pero te recuerdo que no solo puedes llegar y llevártela.—decía Emir, en eso llego Zeynep

—Emir.—corrió a abrazar a su hermano y a Samira

—¿Estás bien?.—preguntó Emir

—Si, ¿qué haces aquí?.—preguntó Zeynep

—Obviamente vine por ti para que regresemos a casa.—respondió Emir, ella se soltó de él y caminó para sentarse al lado de Anatoli

—Emir no puedo ir con ustedes, Anatoli y yo nos casamos esta mañana.—le decía Zeynep

—Te has vuelto loca, te imaginas que va a decir tu padre. Mi tío Pedro no quiere a Khaled cerca de él, menos a ti.—dijo Samira

—Cuando regresen, iremos Anatoli y yo a hablar con ellos. Además lo hecho, ya está hecho.—respondió Zeynep

—No puedo creerlo que no ves que él no te conviene, pero Khaled tiene razón. No podemos mandar en tu vida, felicidades. Vámonos.—dijo Emir estaba molesto, o más bien decepcionado

—Cuñado, no te vayas quédense e iremos a celebrar.—decía Anatoli

—Jamás me vuelvas a llamar cuñado. No tengo nada que celebrar, permiso.—respondió Emir y salieron todos juntos.

Zeynep pudo darse cuenta del enojo que tenía Emir, jamás se había molestado con ella. Siempre la apoyaba y sabía que no era por sus decisiones que estaba así, si no porque simplemente se lo ocultó y no le tuvo la confianza

—Tú hermano también tiene carácter, no te pongas triste. Hablare con tu padre y ya verás que todo estará bien. Nada, ni nadie me separará de ti.—le decía Anatoli

—Cuando mi padre se entere de lo mucho que te amo, te va a aceptar.—decía Zeynep mientras se abrazaba de él

Anatoli en verdad amaba a Zeynep, pero a él solo le importaba tenerla a su lado, nadie estaba preparado para lo que ocurriría después. Sherbina se había enterado del matrimonio de su hijo, así que no dudo en apoyarlo eso fortalecería el futuro de la organización

Mientras tanto Antonio estaba en su yate, pasando unos días de descanso frente a las costas de Mónaco. Solo Nazir y Sherbina sabían dónde pasaría sus días de asueto, pero la misma seguridad que lo había cuidado por años, servía a Sherbina

—Señor, ¿Quiere que enviemos por sus solicitudes a Mónaco?.—preguntó Carlo

—Si, por favor tu ve con ellos, solo que se quede el capitán y Bahar. No se vayan a tardar.—respondió Antonio

Más tarde, los de seguridad se fueron a Mónaco como lo había ordenado Antonio, tenían que ir por su administrador y traer la ganancias de los casinos manejados por la mafia de Milán, Antonio estaba en la sala preparándose un trago, cuando Bahar se acercó

—Señor, tengo un mensaje para usted.—dijo Bahar y le entregó una nota

“Has hecho un buen trabajo, pero no el suficiente como para permanecer como el líder. Se terminó el pacto, es hora de que devuelvas lo que no te pertenece.”

Antonio se sorprendió, volteó la mirada y sin dudarlo Bahar le disparó en la cabeza, además le dio dos tiros más para rematarlo. Después tomó el celular

—Señor, el trabajo está hecho.—le llamó Bahar a Anatoli

—Tan eficientes como siempre, la nota se la entregas a todos cuando vuelvan al yate. Mientras vuelve el líder, nos encargaremos de todo.—respondió Anatoli, también les avisaron a Nazir y a Sherbina

—¿Qué contento te ves?.—preguntó Zeynep

—Estoy feliz de que todo salga como yo quiero, pero ven quiero amarte hasta quedarme sin aliento.—respondió Anatoli, mientras la llevaba a la habitación.

Mientras tanto en Mónaco, cuando regresó el jefe de seguridad al yate, no podía creerlo. De inmediato leyó la nota, sin embargo algo no estaba bien, discretamente buscó la manera de comunicarse. Tenía que llamar a Javier de Icaza, sin duda esto había sido una trampa y una traición hacia Antonio

Javier estaba en casa de Pedro, escuchando a Emir y ayudándolo a calmar su decepción. Había tensión y más porque suponían que pronto llegaría Pedro, todo se volvería más difícil y sería un grave problema al enterarse que su hija se había casado, nada más y nada menos que con el futuro líder de la mafia Rusa.

En eso recibió el mensaje de Carlo el jefe de seguridad de Antonio, no podía creer lo que estaba leyendo el mensaje daba a entender que Pedro había dado la orden de su ejecución

—¿Qué pasa padrino?.—preguntó Emir

—Nada hijo, puedo usar el despacho de tu padre.—respondió Javier

—Si claro pasa, aquí te espero.—dijo Emir

Javier fue deprisa a llamar a Pedro, pero no hubo respuesta. Eso quería decir que venían aún en el avión, sin dudarlo le llamó a Carlo

—Señor le agradezco que me haya llamado.—respondió Carlo

—¿Qué sucedió? Tu misión todos estos años era protegerlo con tu vida si era necesario, Pedro jamás lo enviaría asesinar. Él está de vacaciones en china con su esposa, esa era tu misión más grande cuidar de Antonio.—le decía Javier alterado

—El jefe me envió para que nos encargáramos de la recaudación de las ganancias de los casinos, y también de ir por el administrador. Pero Bahar me dijo que no debemos cuestionar, además no puedo cuestionar porque no saben que siempre trabajé para ustedes.—respondió Carlo

—El pacto se ha roto, no sé cómo se lo voy a decir a Pedro.—dijo Javier

Después de unas horas Pedro y Mahtob regresaron de su viaje, ellos estaban emocionados de ver a sus hijos. Pero ellos no tanto, Javier estaba ahí.

—Pedro ¿podemos hablar en privado?.—preguntó Javier, algo estaba mal

—Si, claro.—respondió Pedro y fueron a su despacho, de inmediato al entrar

—¿Qué pasa?.—preguntó Pedro

—Antonio fue asesinado, en su yate frente a las costas de Mónaco.—respondió Javier

—¿Que dices?, y Carlo ¿donde estaba?.—preguntó Pedro

—Antonio lo había enviado por el administrador y por el dinero de los casinos. Cuando volvieron ya estaba muerto, mira la nota que le entregaron antes de asesinarlo.—respondió Javier mientras le mostraba la foto de la nota en su celular

—Maldita sea!.—gritó Pedro y tiró todo lo que estaba sobre su escritorio

En la sala su familia escuchó el alboroto, Mahtob fue de prisa a ver qué sucedía, su esposo estaba fuera de control antes de entrar decidió escuchar a través de la puerta.

—Pero hay algo peor.—anticipaba Javier

—¿Ahora que?, ya basta Javier con tantas cosas.—preguntó Pedro fuera de sí

—Anoche Zeynep fue llevada a la fuerza por Anatoli Sherbina a su casa, al parecer tienen una relación sentimental, Emir fue hoy por ella, no quiso volver. Zeynep y Anatoli se casaron.—respondió Javier, en ese momento Pedro cambió radicalmente.

No podía creer lo que escuchaba, ahí estaba de nuevo. Aquel hombre despiadado y frío se hacía presente, dispuesto a comenzar una guerra en contra de los Sherbina

—Adler, prepárense salimos de inmediato a la casa de Sherbina.—dio la orden Pedro

—Pedro tranquilo, no entiendes. Eres de nuevo el líder de la mafia, no puedes comenzar una guerra con tus socios.—trataba Javier de persuadirlo

—Yo no comencé esto, ellos me traicionaron. Asesinaron a Antonio, y el perro ese envolvió a mi hija. Eso no, no voy a permitir que mi hija siga con ese infeliz.—respondió Pedro, Mahtob al escucharlo que iba a salir, regresó de inmediato a la sala, Khaled iba bajando

Pedro salió del despacho, Mahtob no podía creer todo lo que estaba pasando. Cuando Pedro vio a Khaled, de inmediato se acercó a él para culparlo

—Todo esto es culpa tuya, tú trajiste a esa gente de nuevo a nuestra vida.—decía Pedro furioso mientras lo tomaba de la playera

—Habibi suéltalo, por favor.—suplicaba Mahtob

—Si cúlpame padre, mejor explícanos ¿por que antes hacías negocios con los Sherbina?.—preguntó Khaled desafiándolo, Pedro lo abofeteó

—Tu no eres nadie para cuestionarme, ahora si vas a conocer mi puño de hierro.—respondió Pedro

—Basta, habibi.—suplicaba Mahtob

—Padre, ya basta. Zeynep decidió, no podemos interferir.—decía Emir

—Ya veremos si no puedo decidir.—dijo Pedro, salió con todos sus guardaespaldas y Javier para ir por su hija

Mahtob abrazaba a Khaled, pero lo que la atormentaba, era que su esposo tenía que volver a la mafia. Ya no podían mantenerlo en secreto.

Zeynep y Anatoli estaban en su habitación, cuando Vladimir llamó a la puerta. Anatoli se enredó en la sábana y salió.

—Señor lamento interrumpirlo, lo busca el señor Pedro y trae una cara de pocos amigos. Viene por su hija.—decía Vladimir

—Voy a vestirme, yo lo atiendo.—decía Anatoli, regreso a la habitación

—¿Qué sucede amor?.—preguntó Zeynep

—Tu padre está aquí, viene por ti.—respondió Anatoli

—Me cambiaré y hablaremos con el.—decía Zeynep

—Primero bajaré yo, hablaré con el. Tu espérame aquí—dijo Anatoli

—Esta bien.—respondió Zeynep y lo besó, Anatoli se vistió y bajó para enfrentar a su suegro

—Sea bienvenido suegro.—saludó Anatoli, Pedro lo recibió con un golpe

Los guardaespaldas de Pedro sacaron sus armas, para amedrentar a los matones de Anatoli.

—Tu peor error fue haberte metido con mi hija, y te haré pagar por ello. No me importa que seas hijo del mismísimo demonio, tu padre me traicionó y la traición se paga en la organización.—dijo Pedro y lo golpeó de nuevo

Todos veían que Anatoli no se defendía, pero no entendían ¿por qué?.

—Defiéndete, infeliz!.—le exigía Pedro

—No, usted es el líder y también el padre de mi esposa, la mujer que amo. Le debo respeto.—respondió Anatoli, esa respuesta detuvo a Pedro

—Tu, ve y llama a mi hija.—le ordenó Pedro a Vladimir

—Si jefe.—respondió Vladimir

Zeynep bajo de inmediato, su esposo se estaba limpiando la sangre.

—Papá pero ¿qué haces?.—preguntó Zeynep

—No ves, vine por ti. Ahorita mismo nos vamos a casa, buscaré cómo disolver tu matrimonio con este desgraciado.—respondió Pedro

—Yo decidí casarme con él, lo amo.—dijo Zeynep

—Si eso crees, pero él no te conviene. Así que vámonos.—le ordenaba Pedro

—No, no me voy a ir. Yo me quedaré a su lado. Me sorprende que tomes esta actitud.—decía Zeynep

—¿Sabes a lo que se dedica?.—preguntó Pedro, Zeynep hizo su cara de asombro con esa pregunta.—Lo suponía, el es el futuro líder de la mafia Rusa, eso quieres para tus hijos. ¿Que crezcan en este mundo?.—preguntaba Pedro

—Anatoli, ¿dime que no es verdad?.—le pregunta Zeynep

—Es verdad, es un derecho adquirido al nacer, al igual que tu padre que es el líder de la mafia de Milán y líder de nuestra organización algo así como el presidente. ¿Lo vas a negar?.—respondió Anatoli

—Papá no te quedes callado, habla.—le exigía Zeynep

—Es verdad, pero tenía un pacto con ellos. Que por cierto rompieron hoy, vamos hablaremos de todo esto en casa.—decía Pedro

—No, no voy a ir contigo a ningún lado. Tal vez él me lo oculto, pero tuvo la valentía de decirme la verdad. En cambio tú me has mentido toda la vida, si ya terminaron su visita es mejor que se vayan.—dijo Zeynep

—Entiende esta no es una vida para ti, la mafia destruye. No me hagas llevarte a la fuerza.—insistía Pedro

—No escuchaste, vete. No tienes la autoridad moral de juzgar a nadie, y menos de ordenarme algo. Estoy casada ahora, me quedaré con mi esposo.—dijo Zeynep mientras se acercaba para ayudar a su esposo con los golpes en su cara.—Estoy tan decepcionada de ti.—le decía Zeynep

Pedro no podía creerlo, esa sensación de perder a su adorada Zeynep era devastadora. Salieron de la casa subieron a la camioneta, durante el trayecto. Se preguntaba si lo que estaba sintiendo, era lo mismo que había sentido Mohamed cuando el se robó a Mahtob.

*******************************************

Chicas las invito a seguir nuestra página en Instagram somos un grupo de autoras amigas y compartimos nuestras historias finalizadas y en emisión.

También tenemos spoiler y aviso de capítulos o maratones

Nos vemos en nuestra página: *AutorasBandidas*

https://instagram.com/autorasbandidas?igshid\=NzZlODBkYWE4Ng\=\=