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El Presidente Enamorado... Una Historia De Amor, Secuestro Y Venganza.

El Presidente Enamorado... Una Historia De Amor, Secuestro Y Venganza.

Status: Terminada
Genre:Completas / Malentendidos / Traiciones y engaños / Síndrome de Estocolmo
Popularitas:866.7k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Gaby Albizu

Annie jamás pensó que podría llegar a hacer algo tan descabellado como ayudar a secuestrar al presidente del país.
Durante todo un mes es la Encargada de mantener en buena forma al cautivo y aunque al principio el mandatario, John Meyer es una persona dura, fría que solo la insulta, poco a poco se deja llevar por la personalidad dulce y tierna de su secuestradora.
Después de varios días en cautiverio Annie lo ayuda a escapar, arriesgando su propia vida y la de su familia.
Jonh esta agradecido por su sacrificio por lo que la lleva con el, además, es la única que puede ayudarlo a llegar al final de todo este asunto.
¿Lograra John acabar con los planes de magnicidio en su contra? ¿Annie conseguirá su propia Venganza?

NovelToon tiene autorización de Gaby Albizu para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 21: Me salvaste la vida.

Al otro día, los análisis comenzaron a mejorar así que ya no era necesaria la internación, tomando unas vitaminas terminaría por recuperarse.

John regresa a la clínica por ella, debe irse rápidamente, pero al menos quería llevarla a su nuevo hogar, momentáneo.

Cuando Annie lo ve aparecer por la puerta debe contener sus deseos de abrazarlo, pero él se acerca a ella y la saluda con un beso en la mejilla.

—Hola Annie —saluda sorprendido, jamás la había visto con ese semblante. Desde que la conoció su piel era pálida y tenía en su rostro marcas de cansancio, al parecer su anemia venía desde antes que se conocieran en el secuestro. Pero ahora, casi recuperada puede ver el color en su piel, y la sonrisa que se dibuja en su rostro, a pesar de la tristeza que debe inundar su alma—veo que has descansado, te ves mucho mejor que ayer.

—Sí, hacía tiempo que no dormía de esta manera, ¿Tú has descansado? –pregunta mirándolo a los ojos.

—Annie... —esa mirada, si supiera lo que ocasiona en él, no lo volvería a hacer... Oh sí...

—¿Qué sucede? —lo observa confundida —¿hice algo mal?

—Olvídalo, debemos irnos, en media hora sale mi vuelo.

—Pero... —manifiesta dudativa, no tiene a donde ir, su hogar y su familia dejaron de existir. John puede ver la tristeza en sus ojos, se acerca a ella y le toma las manos amistosamente.

—Annie...

—Sii, puedes llevarme de Noreen, me quedaré con ella.

—¿Noreen? ¿Quién es Noreen? —pregunta confundido.

—Es una buena Amiga, es mi vecina, ella sin dudas me dará un lugar en su casa.

—Annie... No puedes volver a tu barrio sola, recuerda que esa gente aun esta dando vueltas alrededor nuestro, quiero que te quedes conmigo, es la única forma de protegerte y que no salga nadie más herido.

—John... Yo—manifiesta —no quiero ser una carga para ti, no quiero generar más problemas en tu vida de los que ocasione.—ella baja la mirada Avergonzada, el toma delicadamente su menton con los dedos y lo sube para que lo mire a los ojos.

—Annie... No eres una carga para mi, quiero que lo entiendas, salvaste mi vida

—Si, pero yo no buscaba que me recompensarás—le confiesa con sinceridad —yo creí que huiría a la ciudad con mi familia y no volvería a verte más—comenta con mucha tristeza en su voz.

–Por el momento no puedo dejarte ir a la ciudad, una vez que esas personas estés tras las rejas serás libre para irte a donde desees, mientras tanto debes quedarte cerca mío—¿Sería capaz de dejarla ir? Piensa John...

—Esta bien –contesta resignada, con una sonrisa en los labios.

—Vamos —John toma su mano y la ayuda a subir al auto que está afuera esperándolos.

Durante el viaje Annie va en silencio, porque John tiene muchísimas llamadas, se lo ve muy estresado, después del secuestro no ha tenido descanso, y eso no está bien, en cualquier momento el también puede colapsar.

—Deberías descansar un poco ¿No te parece? —lo regaña Annie, preocupada, una vez que corta la llamada.

—Gracias por preocuparte, pero lamentablemente el presidente no descansa.

—Antes que el presidente eres un ser humano.

—Díselo a los empresarios, ellos no lo entienden.

—¿Cuánto hace que no te tomas unas vacaciones? —pregunta Annie.

—A decir verdad, no lo recuerdo. Aunque no lo creas, durante el secuestro descanse un poco, si no lo hacia quizás hubiese colapsado como tu.

—John...

–Al menos ahora tengo a alguien que cuida de mi—dice tomando la mano de Annie entre las suyas, haciendo que ella se incomode, poniéndose colorada —Annie ¿por que te pones tan incómoda? Es solo un apretón de manos amistoso.

—Lo siento, John, no pasa nada.

—Deja de pedirme disculpas por todo—la regaña.

—Si...

Finalmente, ambos llegan al hotel y entran a la habitación presidencial. Allí John se tira al sofá, se desajusta la corbata y cierra los ojos. Tiene media hora para relajarse.

–¿Necesitas algo, John? —pregunta Annie, al verlo tan agotado.

—No, gracias.

—Creo qué deberías suspender ese viaje y descansar no estás bien.

—No te preocupes por mi, tengo 43 años, sé cuidarme solo.

—Al parecer no sabes hacerlo. Porque en este caso deberías quedarte a descansar.

—¿Tu crees? —pregunta dudativo, de verdad se siente agotado, tiene tantas ganas de acostarse y dormir todo el día, pero no quiere quedar mal con la gente que lo está esperando.

—John... En el caso que tú no puedes ir... ¿No va el vicepresidente en tú lugar? — quiere convencerlo de que se quede, viajando podría empeorar la situación.

–Sí, en realidad podría ir Max, pero no se...

—Toma, llamalo y dile que no vas —Annie toma el celular de John que había dejado sobre la mesa de entrada y se lo da.

—¿Le estas dando órdenes al presidente? —pregunta, divertido, le gustaría quedarse para compartir un momento con Annie, pero sabe que tiene compromisos—de verdad, no puedo , tengo mucha gente esperándome, no quiero defraudarlos.

—Esta bien, no puedo convencerlo, haga lo que sienta—Annie lo trata de modo formal, John sabe que cuando esta enojada lo trata de ese modo, es tan maravillosa, nadie se había preocupado así por el antes. Ella va a un minibar qué hay en la habitación y esta por sacar un vaso de agua para John, cuando siente que él se acerca por detrás y la abraza, haciendo que el vaso estalle en el suelo.

—No te enojes Annie, entiéndeme—le suplica.

—No me enojo señor... pero no entiendo por qué no le presta más atención a su salud—protesta, pero jamás en su vida se había sentido tan comoda en los brazos de alguien, ni siquiera en los de su padre.

—Estás enojada si no, no me tratarías tan formal —John la da vuelta y la mira a los ojos, abrazándola de frente —gracias por preocuparte por mí, antes nadie lo había hecho.

—¿Qué? —pregunta sorprendida —¿Cómo a nadie le importa la salud del presidente? Al doctor si lo vi preocupado.

—Bueno si, él es el único, si no fuera por él hubiese colapsado hace mucho, pero ahora te tengo a ti...

—Si, pero usted no se deja cuidar—le contesta enojada.

—Annie... Te prometo que después de dos reuniones más que tengo, descansaré unos días, ¿Me perdonas? —John la mira a los ojos, fingiendo una mirada de gatito desvalido, lo que hace reír a Annie.

—Esta bien, esta bien. Pero promételo.

—Lo prometo Annie –John se acerca y le da un beso en los labios, dejándola anonadada.

—John...—le reclama Avergonzada.

—Lo siento, no pude evitarlo —le contesta abrazándola, mira su reloj y se aleja de ella, se ajusta su corbata y se pone el saco, ya tiene que irse hacia el aeropuerto —cuídate mucho Annie, nadie vendrá a hacerte daño aquí. Además, en la puerta dejé parte de mi seguridad, solo descansa aquí hasta la noche que regrese —al ver que Annie no contesta, aun confundida por el beso, vuelve a tomar su barbilla en los dedos y la mueve para que sus miradas hagan contacto, que gran error... Lamentablemente, no puede evitar volver a besarla, pero esta vez el beso se hace más intenso, con sus lenguas en juego, por alguna razón no puede dejar de hacerlo, sus bocas se están conociendo, y se necesitan... Pero un golpe en la puerta al cerrarse y un carraspeo interrumpe el momento.

—Lo siento, no quería interrumpir, pero es hora de irnos, John —manifiesta, Max... John se separa de ella como si quemara, toma su celular y sale de allí, huyendo, confundido.

—Luego hablaremos de esto, Annie...

1
Silvia Cimirro
hay dios 5 años mintiendo le que su amor estaba muerto
Negrita
Excelente
Carlita Lorena Avila
me encantó quisiera una segunda parte porfavor 😊
Ángela Flores
Felicidades autora Gaby por su hermosa novela ese amor entre los protagonistas y lo que pasaron me fascinó le deseo muchos éxitos espero leer más novela de su autoría gracias y bendiciones
Gladys Briones
Excelente
Ángela Flores
Ese amor de los padres de Sara es grande
Ángela Flores
autora la felicito por su hermosa novela es espectacular
Ángela Flores
El culpable es Max aparezca Michel para que lo ayude. diciendo la verdad
Ángela Flores
Está novela me fascina y me engancho desde que empecé a leer
Ángela Flores
El presidente es hermoso ella también
Ángela Flores
Hay no es que le pasan cosas ahora quemada y a mí me parece que ella vivió hay y se la robaron pueda ser que la mamá no lo sepa
Ángela Flores
Ese va a ser su papá donde ella le conoce la voz
Ángela Flores
esta hermosa historia me fascina
Petra Gonzalez
Excelente
Petra Gonzalez
no me abren lis siguientes capitulos
Ángela Flores
como Anni no le ha dicho las iniciales del que llamaba el sigue confiando en max
Ángela Flores
pero ella se le olvidó de decir las iniciales del mal parido y ahora mató a su familia
Ángela Flores
Ese es el amigo de él no todos son amigos puede más la envidia que la amistad
Ángela Flores
ellos quieren que lo maten no les conviene dejarlo vivo
Ysandra Castañeda
Bello el presidente
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