Quién no ha odiado a su jefe, pues el mío era el peor del mundo tenía un genio de la fregada, su nombre era Alonso MONTEZ Fuentes un hombre frío, nunca se le había visto sonreír, era conocido en el mundo de los negocios por ser el más poderoso e inteligente y yo era su simple asistente a más bien su exclava.
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caricias clandestinas
ALONSO
Ver la cara llena de furia de mi pequeña me causaba risa, como arrastró a Estefanía de los cabellos y la saco de mi oficina fui tras ella pues tenía miedo de lo que podía hacer la loca de Estefanía, por desgracia no podía sacar a Estefanía con los de seguridad pues ella también contaba con acciones de está empresa, nosé como las obtuvo pero ya era socia de está empresa, tome a mi pequeña Pau la tomé entre mis brazos la lleve va mi oficina pero ella todavía estaba muy enojada, trate de calmarla con mis besos pero ella repetía:
--- Ni creas Alonso Montez que te voy a perdonar no haberme dejado darle su merecido a esa bruja---
--- No es eso, no quiero que ella te haga daño---
--- Y crees que me voy a dejar, tengo que darle su merecido nadie te puede tocar tu eres mío, solo yo te puedo besar has entendido---
--- Claro que lo entiendo, yo le amo Paula---
--- Yo también te amo jefecito---
--- Mmmm me gusta mucho cuando me dices jefecito, me excita tengo tantas ganas de hacerte muchas cosas---
--- como cuáles jefecito--- Ella era una mezcla de seducción inocencia, comenzó a rodearme con sus brazos, me daba ternura cómo se levantaba de puntillas para poder alcanzarme.
---Tengo muchas ganas de hacerte el amor aquí en la oficina---
--- Y que te detiene--- dijo ella muy seductora, desabrochando mi cinturón y pantalón, para después bajar mi boxer dejando al descubierto mi miembro muy endurecido, ella comenzó a besarlo, para después chuparlo como si fuera el mejor dulce que hubiera probado, yo tomé de su cabello guiando sus movimientos, el placer que ella me estaba dando con su boca no tenía comparación, su boca era tan cálida y sus suaves movimientos con su lengua me hicieron llegar, quise apartarme pero ella me detuvo así que me corrí en su boca, justo en ese momento alguien llamo a la puerta por lo que rápidamente nos arreglamos la ropa, yo le susurré al oído:
--- Te debo una y te pagaré bien---. Ella me sonrió y fue al baño de la oficina.
--- Adelante---
--- Señor tiene una reunión con todos los socios está tarde--- dijo mi secretaria.
Realizamos el trabajo pendiente entre Pau y yo cruzábamos miradas dando señales de lo que queríamos hacer
--- Muchachos se que se aman pero es tiempo de trabajar dejen de estar distrayendose---
--- Si señora Julia--- dijo mi pequeña con una risa, a la que yo seguí, no podía evitarlo quería tenerla entre mis brazos volverle hacer el amor hasta el cansancio pero el trabajo me lo impedía, llegó la hora de la reunión con los socios y ahí se encontraban los abuelos de Pau, como también su tía Estefanía pensar que por un tiempo esa mujer me enloquecía hoy me da asco, durante la reunión Pau de sentó a mi lado no pude evitar tocar sus muslos e ir más allá, la mesa de la sala de socios era nuestro único testigo de nuestras locuras porque también Pau metió debajo de la mesa sus manos en para acariciarme y tocarme era unas caricias clandestinas.
