Ámbar creció viviendo un infierno bajo la mano de su propio padre. su madre murió al darla a luz y era tratada peor que un esclavo. pero pronto se vio sola en un mundo que no conocía, y a la edad de 18 años se cruzo por el camino de un Dios Demonio.
ser una Bruja Maldita será su salvación o su perdición???
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22
Coral y Gabriel se miraron ¿cuál había sido la parte de que eran muy difíciles de conseguir que el amo no había entendido? Pero su error fue pensar que ahora era más paciente. Como tardaron en contestar una pregunta tan sencilla, estiro su brazo y tomó del cuello a la sirena.
Creo que mi pregunta se escuchó correctamente- dijo acercando su cara a la de ella.
Si amo, pero como le dije no sé donde sé encuentran. Son perlas especiales,, pero no tienen un lugar definido, por eso soy muy difíciles de encontrar- dijo mientras sentía su mano apretando su tráquea y cortándole el aire.
Dijiste difícil, no imposible. Así que comencemos donde tu padre encontró esta- señaló la que estaba en el collar.
La sirena solo le hizo una seña para que la soltara así podía explicarle y él lo entendió, pero no soltó su cuello solo libero un poco su agarre. Al ver que aún la mantendría así comenzó a explicar.
Hay un lugar en el fondo del océano donde nuestros tritones van a buscar estar joyas, a veces pasan meses sin encontrar solo una porque como ya le explique amo, algunas conchas solo tienen perlas lilas y negras, mi padre consiguió en su juventud 4 de estas y a medida que fuimos naciendo fue mandando a buscar más. Nos entregó estas cuando ya tenía con quien casarnos, sin importarle la edad que tuviéramos, la mía me fue entregada a mis 14 años, porque como habrá visto no poseo el don de la canción así que siempre le fui inútil a él, por eso no envió tropas a rescatarme. Puedo indicarle en un mapa donde se encuentra ese lugar, pero le reitero amo es peligroso, las sirenas somos los seres más benevolentes del océano y las criaturas que viven en ese lugar- no termino de decir las palabras cuando un escalofrío recorrió todo su cuerpo y erizo los vellos de sus brazos, algo que no paso desapercibido por Caleb, quien decidió soltarla por fin haciendo que cayera al suelo tosiendo.
Difícil no imposible- dijo volviendo su mirada a Ámbar quien no demostraba sufrir dolor alguno.- quiero que la higienices y la acomodes bien, como ya te dije ella es tu responsabilidad, falla y conocerás las consecuencias- si coral ya estaba asustada con su recuerdo del mar, ahora temblaba ante la amenaza, solamente pudo agachar la cabeza en forma de respeto para que él entendiese que aceptaba su acuerdo.
Gabriel que se había quedado cerca escuchando todo el relato, recordó de pronto que había una manera de conseguir aquello que buscaba su Lord.
Mi señor ¿quizás podríamos hablar con Kiro?- dijo con algo de miedo por no pedir permiso para hablar.
Bien llámalo, que vaya a mi despacho cuanto antes. Te voy a traer un mapa y marcarás la ubicación de ese lugar- dijo mirando fijamente a la pobre muchacha que aún yacía en el suelo.
Si amo- se limitó a decirle.
Caleb se levantó de la cama y se dirigió a la salida, pero antes de abrir la puerta le recordó que debía bañarla, y se marchó seguido de su sirviente.
Coral, al verse sola en la habitación, rompió en llanto, estaba acostumbrada a los malos tratos de su padre y hermanas, pero a ser un juguete y a que la traten como a un perro nunca se había amoldado, ella seguía en el fondo deseando su libertad, no para volver a su reino, sino para buscar su propio destino. Se puso de pie y se acercó a Ámbar mientras se secaba las lágrimas, iba a cumplir la orden de limpiarla antes de que su falta de apuro desate un castigo sobre ella. De pronto una mano poso sobre su cabeza asustándola completamente, cuando levantó la mirada era Ámbar quien la estaba consolando, había escuchado todo.
No llores más por favor, ayúdame a levantarme, yo me bañaré rápido para que no tengas ningún problema- dijo sonriéndole.
¿Escuchaste todo?- aun sorprendida, la miraba con ternura, no sabía si era el hecho de que jamás se habían preocupado por ella o simplemente esa calidez que la muchacha transmitía, lo que le hacía sentirse bien.
Desde que me pusiste este collar, solamente me quedé dormida porque el aura de ese joven es muy oscura y temía que me hiciera algo nuevamente- dijo sin descuidos, ella no era persona de disfrazar nada ni lo malo ni lo bueno.
Coral quería preguntarle muchas cosas, pero temía que Caleb volviese pronto, así que la ayudó a sentarse en la cama y luego cuando iba a pararse una punzada directa en su vientre la hizo sentarse nuevamente. El dolor cruzó su rostro y la sirena no quiso preguntar algo que era más que obvio, el demonio ya la había hecho suya.
Junto fuerzas para soportar el dolor y pararse, ayudada por coral llegó al baño y pudo sentarse en una silla, mientras la otra preparaba la bañera. el baño fue relajante, pero rápido, Ámbar deseaba volver a la cama y la sirena, quien sabía que el amo volvería pronto, no quería perder tiempo en nada. le puso un vestido que encontró en un armario, no era provocativo y permitía el libre movimiento en caso de necesitar huir, aunque eso sería demasiado estúpido. volvió a recostarse, cuando su estómago rugio, no había comido en mucho tiempo y ya su cuerpo le avisaba que no iba a aguantar más.
traeré algo para que comas, solo espérame acostada por favor, si llegas a levantarte y te caes el Señor me matara- dijo coral mientras se retiraba del cuarto.
Ahora que Ámbar estaba sola podía pensar en todo lo ocurrido en los últimos días, no entendía por qué seguía viva ¿por qué los dioses eran tan malos con ella y no la cruzaban con alguien qué la matará? ¿Acaso este sufrimiento era el resultado de ser quien era? Mientras esos pensamientos inundaban su mente, recordó las palabras de su madre, Templanza, *vive hija*. ¿Pero como se podía vivir en un mundo donde nadie la quería viva? Aún recordaba el rostro de su hermana Anahi cuando el psicópata de Kevin la amenazaba con un cuchillo ¿ qué culpa había tenido ella para morir de esa manera tan cruel? No, no había culpa. Los humanos, demonios y brujos eran malo porque querían serlo, en todos ellos había algo bueno y algo malo y siempre al final mostraban su verdadera cara. En sus corazones siempre había maldad. Solamente ella tenía el poder de cambiar todo eso, aun si significaba hacer desaparecer a todo ser viviente, la corrupción en su sangre, era lo que los llevaba a matar inocentes.
Estuvo un rato largo pensando diversas cosas y hasta llorando, tan concentrada estaba que solo se dio cuenta de que la sirena había vuelto, cuando esta le apoyo la bandeja con comida en sus piernas.
No sé si es de tu agrado, pero si lo es del mío- dijo coral en tono de disculpa, pues se había ido tan rápido, que olvidó preguntarle si tenía alguna comida favorita en la mente.
está bien, todo esto me agrada mucho, sobre todo las verduras- dijo riéndose mientras tomaba un bocado de pescado con brócoli. Como nunca había tenía la oportunidad de elegir que comer, jamás se puso en exquisita y devoraba todo lo que estuviese en el plato.