Mário, Mariano y Marisa son tres hermanos que viven en São Paulo. Mário y Mariano son gemelos, lo que hace que uno esté bastante ligado al otro. Mientras uno de ellos tiene su rutina de fiestas y chicas todas las noches, el otro se queda en casa junto con su hermana, que, por la ausencia de los padres que están viajando por trabajo, se ve obligada a cuidar de la casa y de sus dos hermanos.
Los padres de los chicos trabajan con las mayores industrias, productoras de papel higiénico y otras de chocolates y café. En un día común, Mário sale a una de sus fiestas, Mariano se queda en su cuarto acostado en su cama, y en cuanto el hermano regresa con otra de sus chicas, terminan discutiendo. Al día siguiente, los hermanos van a la escuela, y una vez más Mário está con resaca.
En la escuela hay un chico en particular con el que a los dos hermanos les encanta practicar bullying: Erick, un muchacho tierno y dulce, que sufre tanto en su casa como en la escuela. Pero un día su vida cambia de rumbo cuando es invitado a ir a una fiesta.
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Capítulo 19
Mário Narrando
Estaba muy animado, pues todo estaba saliendo exactamente como lo había planeado. Después de besar a Erick en la biblioteca, lo dejé conversando con la amiga y salí.
Marisa estaba fumando narguile con algunas chicas y Mariano estaba en medio de la multitud bailando sin camisa, me acerqué a él y le di algunos empujoncitos en sus costillas.
- Apenas comenzó la fiesta y ya estás aéreo - pregunté cerca de su oído
- Está todo bien, hermano - dijo él sonriendo
- No eras tú quien me daba consejos para dejar la bebida - hablé arqueando la ceja
- Sí, realmente yo te daba consejos. Pero una vez en la vida no va a matar a nadie, y tú bebías todos los días - dijo él saltando
- Ok, solo contrólate para no tener resaca mañana - hablé saliendo de allí
Un poco más adelante soy jalado hacia un rincón oscuro, terminé asustándome, pero luego puse mala cara. Allí frente a mí estaba una de las chicas de la escuela con la que había estado.
- Cómo estás, gato Máriozinho - dijo ella pasando sus dedos por mi barriga - sabes que extraño mucho tus besos
- Olvídame, chica, te dije que fue solo un rollo, te avisé que no quería relación seria - hablé empujándola levemente
- Pero ni siquiera un piquito me merezco - dijo la chica haciendo puchero
- No, a ver si me olvidas, Aline - dije saliendo del agujero en el que ella me había metido
Comencé a bailar con la gente. Yo no estaba bebiendo, tomé solo algunos vasos de energizante, no sé lo que estaba pasando conmigo, pero no estaba sintiendo ganas de beber bebidas alcohólicas.
Estaba conversando con Marisa, cuando siento que alguien me jala, y luego recibí un beso. Rápidamente empujé a la chica y me limpié los labios.
- Estás volviéndote loca - dije mirándola furioso
- Lo siento, solo hice lo que tenía ganas - dijo Alice sonriendo pícaramente
Recorrí mis ojos por el lugar, y luego me encontré con Erick, se notaba que él estaba queriendo llorar, pero estaba aguantando para no hacer tal acto. Luego él se retiró junto con Isa y yo miré a la chica furioso.
- Olvídame, Alice, finge que nunca tuvimos ningún involucramiento - hablé pasando por la multitud
Marisa vino detrás de mí y me empujó.
- Habla, carajo - grité mirando a la chica
- Primeramente más respeto conmigo jovencito - dijo mi hermana mirándome perpleja
- Lo siento, Mari - hablé dando una sonrisa sencilla
- Ok, esta vez pasa. Bueno, sabes que estas chicas van a estar atormentándote, entonces, esta es la hora de probar si realmente estás enamorado de Erick - habló ella mirándome
- Pero claro que lo estoy - dije mirando hacia mis pies
- Entonces, ve a conversar con él, yo sé que él va a entender todo lo que pasó - dijo ella sonriendo
Le di un beso en la mejilla a mi hermana y entré en la casa, Erick estaba sentado en el sofá, la amiga de él salió y tuvimos una conversación calma. Él entendió todo y resaltó que no teníamos nada serio.
Luego la hermana de él aparece para llevárselo, pero pedí que él se quedara. Me ofrecí para llevar a la chica a casa, ella rechazó al principio, pero luego aceptó.
Busqué a Marisa por la casa, y la encontré en la mesa de comidas.
- Mari, voy a llevar a la hermana de Erick a casa, prometo que no voy a tardar - hablé sonriendo
- Cuidado con la carretera - dijo ella con la boca llena
- Mastica esa comida, niña - hablé viendo ella masticar lentamente
- Te dije que tuvieras cuidado en la carretera, y a ver si no tardas mucho, o llamo a la policía - habló ella dando leves carcajadas
- Puedes dejarlo - dije sonriendo y retirándome
Tomé la llave del coche que estaba en el llavero detrás de la puerta, y luego seguí hacia el garaje. En el camino Erick fue explicándome todo lo que pasó con su madre, y debo decir que yo me puse un poco triste pues quería ayudarlo con eso.
En el apartamento él tomó todo lo que necesitaba, y luego salimos de allí. Percibí que él estaba callado, se notaba que algo lo estaba incomodando.
- ¿Pasó algo? - preguntó sin quitar los ojos de la carretera - estás muy callado
- Mário, ¿puedo hacerte una pregunta?, ¿me respondes con sinceridad? - preguntó él mirándome
- Sí, y sí - dije sonriendo
- ¿Estás seguro de que quieres salir conmigo?, ¿estás seguro de que yo soy la persona correcta?, ¿la persona que buscabas?, ¿que llena el espacio vacío que te falta? - dijo él mirándome sin esbozar reacción
- Fueron cuatro preguntas - hablé dando algunas carcajadas
- Es serio - dijo él carcajeando también
- Ok, sí yo quiero salir contigo, tú eres la persona correcta, yo quiero pasar todos los días de mi vida a tu lado, y cuando nos pongamos viejitos, vamos a cuidarnos el uno al otro - dije sonriendo
Detuve el coche, y lo jalé para un abrazo, y luego terminamos involucrándonos en otro beso, y luego él se sube en mi colo nuevamente.
- Yo sé que todavía eres virgen, entonces yo voy a ir despacio, todo a tu tiempo - dije después de haber separado el beso
- Todavía tenemos mucho tiempo por delante - dijo él sonriendo y saliendo de mi colo - ahora vamos que yo quiero aprovechar el resto de la fiesta
Puse el coche en movimiento, y luego llegamos a la mansión. Estacioné el coche y luego salí del garaje junto con Erick, cuando entramos en la sala encontramos a Isa que claramente ya estaba un poco borracha.
- Bicha, tú desapareciste - habló la chica carcajeando
- Yo fui a llevar a mi hermana a casa - dijo Erick sonriendo
- Ven conmigo, hay un gay bailando horrores encima de la mesa - dijo Isa arrastrando al chico
Salimos para afuera, y terminé sorprendiéndome con lo que estaba viendo. Mariano estaba sin camisa encima de la mesa, y restregándose en dos machos. Me acerqué a Marisa que estaba grabando todo con su celular.
- Déjalo guardado para que él no diga que estamos mintiendo - hablé dando carcajadas
- Él va a ponerse loquito mañana - dijo Marisa sonriendo también
Sentí que alguien me empujaba, y luego miré a Erick que estaba tan confuso como yo.
- ¿Mariano también es gay? - preguntó él frunciendo el ceño
- Yo creo que no, vamos a descubrir eso mañana - hablé sonriendo
- Chicos, paren el sonido - gritó mi hermana
El sonido cesó y ella se acercó a Mariano que estaba con cara seria y de brazos cruzados.
- Baja ahora y sube a tu cuarto - dijo Marisa autoritaria
- Pero....- Mariano intentó hablar
- Sin más jovencito, ya fue suficiente bebida para ti hoy - dijo ella extendiendo la mano para que el chico bajara de la mesa
Aún a regañadientes Mariano bajó de la mesa, y siguió con Marisa para adentro de casa, fui detrás y subí las escaleras.
- Tú vas a dormir ahora - dijo ella mirando al chico
- Pero yo quiero bailar - dijo Mariano acostándose
- Tú necesitas descansar - habló Marisa sonriendo - cuando despiertes tú bailas
Después de algunos minutos Mariano durmió, y Marisa lo cubrió con el edredón.
- Tú dices que no te pareces a mamá, pero sí, tú estás del mismo modo - hablé sonriendo
- A falta de ella, hay que aprender a lidiar - dijo ella sonriendo
- Gente, yo estoy impactado - dijo Erick que estaba observando la conversación
- Si tú estás impactado, imagina a nosotros que ni sabíamos que a Mariano le gustaban los hombres también - dijo Marisa sonriendo
- No, a él no debe gustarle, debe haber sido por causa de la bebida - dijo mirando a Mário que estaba roncando
- Dicen que la bebida es el suero de la verdad - habló Erick
- Pero mañana él debe contarnos lo que pasó, eso si él se acuerda - dijo Marisa levantándose de la cama
Salimos del cuarto, y bajamos las escaleras. Todo el mundo ya estaba bailando nuevamente, Erick, yo y Marisa también entramos en medio de la multitud que estaba sudada y borracha.
