Phoebe es obligada por su padre a casarse con un frío y anciano hombre por dinero.
En tanto que el terminó comprando una esposa, y aunque esta le reclamara que fue obligada, el alega que nunca le puso un arma encima para aceptar.
Siendo ese el caso, donde su relación con una enorme diferencia de poder y edad prevalece por lo alto, donde deberá acostumbrarse a su nueva vida, ¿Podrá ella encontrar la felicidad?
¿Podrá su corazón al final sentir amor?
O la vida, caprichosa por naturaleza, al igual que el destino, ¿Le deparará algo más que moverá su mundo de pies a cabeza?
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Benicio Della Giovanna
Unas manos sacaron a Phoebe de las profundidades de la piscina.
— Te has vuelto loca el agua esta helada, exclamó Benicio sacándola del agua.
— No podía dormir dijo ella mientras su cuerpo temblaba en brazos de Benicio.
Él la cargo hasta el vestuario y busco unas toallas luego de quitarle la bata mojada la cubrió con unas toallas, la apoyo contra su pecho, pero ella no dejaba de temblar.
Decidió cargarla en brazos y llevarla al dormitorio.
Al cruzar por la cocina comenzó a llamar a Carlota a los gritos, la empleada apareció en bata.
— Prepare una infusión caliente, está temblando.
Carlota asintió y comenzó a preparar la infusión.
Benicio la llevo a su cama, cubriéndolo con las mantas.
Carlota subió con la infusión caliente y una de las pastillas que Phoebe solía usar para dormir.
— Tome señora, tranquila yo la ayudo dijo ella sosteniendo la taza mientras Phoebe daba pequeños sorbos.
— No la deje sola, iré a cambiarme exclamó él molestó.
Minutos después Benicio regreso a la habitación.
— Vaya a descansar Carlota yo me ocupo dijo él.
— Señor me permite unas palabras dijo Carlota saliendo de la habitación, Benicio la siguio. Ya tomó una pastilla para dormir, son recetadas. Se que no es asunto mío, pero esta desquitando la rabia que tenia por su padre con la persona equivocada.
— Cómo dijo no es asunto suyo, pero mi relación con Phoebe no tiene nada que ver con el señor Della Giovanna. Limitese a realizar su trabajo que no es precisamente dar consejos
— Lo sé, pero aunque me despida. La está llevando al límite, acaba de decir que le gustaría ir con el señor Ángelo. Es una niña está muy sola.
— Es una mujer, ese es maldito problema aquí, todos la tratan como si fuera a romperse, además tengo entendido que su familia estuvo aquí con ella.
— Es una joven demasiado inocente, ¿dónde ve a su familia?, ellos solo vinieron a vaciar sus bolsillos y volverán aquí en cinco años para arrebatarle lo que usted le entregue, su padre la dejo con usted para que la cuide, no para que la torture, dijo Carlota.
— Retírese, exclamó él furioso.
Carlota se retiró, segura de que después de eso él la despediría.
— Hay señor Ángelo, ese hijo suyo necesita unas buenas nalgadas murmuró ella mientras bajaba las escaleras.
Benicio ingresó a la habitación, y la observó.
Ella lo miró con esos ojos preciosos que tenía.
— No te quiero acá exclamó ella.
El apoyo su pulgar sobre sus labios rojos, era tan blanca que resaltaban como una afrodisíaca manzana lista para ser devorada.
— Poco me importa lo que quieres, cuando te duermas me iré, así que solo depende de ti que me vaya exclamó él.
Ella se giró, dándole la espalda. Él se acercó y se sentó a su lado quitándose los zapatos. El sonido de los zapatos golpeando el suelo alertó a Phoebe.
Al girarse se topó con él, Phoebe se incorporó.
— ¿Qué estás haciendo?, sal de mi cama exclamó ella.
— No estoy haciendo nada, cuando te duermas me iré mientras tanto solo me pongo cómodo.
— Sí no sales de aquí lo haré yo exclamó ella.
— No saldrás de aquí dijo él tomándola de la barbilla, tienes dos opciones te enfrentas a mí y sales perdiendo o me ignoras te duermes y me voy de aquí. También hay otra opción más agradable, puedo besarte exclamó deslizando su pulgar por el escote de su bata y recordamos viejas épocas. Phoebe se apartó de él se dio media vuelta y se acomodó para dormir, ignorarlo parecía la mejor opción. Benicio cruzo sus brazos y sonrió.
La respiración de Phoebe cambió de ritmo era más profunda, él la miró corriendo su cabello del rostro.
Ahora el que no podía dormir era él, decidió bajar a su oficina y trabajar.
Estaba caminando por la casa cuando una puerta se abrió y un empleado salió con una taza de café.
— ¿Qué hace aquí?, pregunto él.
— Es mi turno de vigilancia exclamó él sorprendido de la pregunta. Benicio observó los monitores la mitad mostraba las inmediaciones de la casa y la otra mitad el interior.
— ¿Hay cámaras en cada ambiente de la casa?, pregunto él.
— Sí señor, menos en las habitaciones a excepción de la habitación principal en esa si hay una camara, pero no tenemos acceso exclamó.
— No entiendo, exclamó Benicio.
— La cámara de la habitación principal, tiene un circuito independiente, ese es almacenado y transmitido en vivo, pero nosotros no tenemos acceso, solo el señor Della Giovanna sabía los códigos de acceso.
— ¿Desde dónde accedía?, pregunto Benicio.
— Desde su oficina, exclamó él.
— Buenas noches, exclamó Benicio.
— Señor Fiorelli, usted quiere recibir el informe de seguridad al igual que lo hacía el señor Della Giovanna.
— Por supuesto, quiero ese informe.
— Debe proporcionarme una dirección de mail y lo recibirá dijo el empleado.
Benicio tomó una pluma y un papel que había sobre el escritorio y anoto la dirección.
— Buenas noches señor.
La revelación del empleado lo dejo pensando, él era receloso, pero por lo visto Ángelo no solo era desconfiado, era obsesivo del control al grado de espiar a su esposa. Se dirigió a la oficina prendió el ordenador y busco, pero no logro encontrar nada. Se recostó sobre su silla.
Odiaba profundamente fracasar, volvió al ordenador y busco los archivos escribió en el buscador << Phoebe >> , pero nada apareció. << Casa >> nada apareció.
— Maldita seas Ángelo Della Giovanna exclamó él.
Escribió << Ángelo Della Giovanna >> no obtuvo resultado.
Frustrado golpeó la mesa, tomó la carpeta que Aurelio le había entregado.
Entonces una idea se apoderó de él, la oficina solo pudo ser abierta por el, las claves de acceso eran para el herederó.
Escribió << Herederó>> nada, seguía sin obtener resultados, << Benicio Della Giovanna >> un archivo apareció frente a él.
Benicio hizo click en el archivo al mismo tiempo dos archivos se abrieron eligió uno. Al abrirlo vio a un hombre ingresando a su habitación, al ver la fecha y hora era de dos años antes, mientras el video transcurría vio a Phoebe parada en la puerta vestida en lencería. El hombre salió y vio a Carlota ingresar un minuto después.
El video transcurrió y vio a Ángelo ingresar a la habitación.
Ingreso al otro archivo, otra vez Phoebe esta vez en la sala conversando con un hombre. El hombre abofeteó a Phoebe. Lo recordaba lo había visto en el restaurante, al igual que al amante de Phoebe.
Tomó su teléfono y le envió un mensaje a su asistente.
Quería la información de Peter Braun y Braian Palmer.
— ¿Porque si sabias que tu esposa te engañaba no te divorciaste ?, pregunto Benicio.
La alerta de llegada de un mail lo sacó de sus pensamientos era un archivo. Al verlo vio que era un informe detallado de seguridad.
Abrió el primero todo transcurría en las horas siguientes a la muerte de Ángelo.
Vio a Aurelio consolar a Phoebe, no le gustaba esa cercanía de ellos.
Vio la llegada de los padres de Phoebe y a Peter Braun intentar ingresar a la oficina. Las horas transcurría y el seguía mirando el monitor. Vio la llegada del amante de Phoebe, junto a su esposa y un pequeño bebé, es que acaso esa mujer no tenía vergüenza, se había metido con el marido de su hermana.
Vio a Phoebe regresar de su viaje, discutir con su familia por el testamento.
Vio al cuñado entrar en la habitación de Phoebe media hora después ella ingresó. Estaba asqueado, Carlota apareció en escena, así que ella solapaba sus sinvergüenzadas.
Ya sabía lo que tenia que hacer al día siguiente pondría su plan en marcha…