El Dolor De Una Partida

Nota: Apreciados lectores, desde ayer subí el cap. 22, pero la plataforma me lo rechazo, ya que es 18+ y muchos de ustedes saben que no aceptan contenido subido de tono, por lo que abrí una cuenta en Facebook y lo cargue por allí, espero les guste y no olviden seguir la página porque se seguirán subiendo los cap. De este calibre, tratare de actualizar a diario siempre y cuando mis otras obligaciones me den el espacio 😘 bendiciones

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Los rayos del fuerte sol que entraban por la ventana hicieron que Alejandro despertara.

Al abrir sus ojos los recuerdos de lo que pasó la noche anterior invadieron su mente, de golpe se sentó en la cama ignorando el dolor en su cabeza, destapó un poco el cuerpo de Adhara quedando perplejo al ver en su piel blanca y delicada una gran cantidad de moretones que describían lo salvaje que había sido. Alejandro no puedo evitar sentir que su corazón se rompía de verla en ese estado, se sentó en el borde de la cama con sus brazos apoyados en las rodillas y las manos en la cabeza lleno de remordimientos. Al poco tiempo sintió que unos brazos lo abrazaban por detrás.

- Perdóname! - dijo Alejandro sin poder mirarla

- Perdonarte?, porque?

- Te maltraté, amagulle tu cuerpo!

- Estabas bajo los efectos de esa droga y aun así fuiste todo lo cuidadoso que pudiste, no tienes por qué sentirte mal por algo que no es tu culpa, además yo decidí quedarme contigo. No te preocupes mmásestos moretones desaparecerán en unos días, y dime como te sientes?

- Me duele un poco la cabeza - continuó Alejandro sin mirarla por lo que ella lo jalo obligándolo a recostarse de nuevo en la cama.

- No tienes que esconder tu mirada de mí, no tienes por qué sentir vergüenza, recuerdas?

No pasa nada yo estoy bien.

En realidad a Adhara le dolía hasta el cuero cabelludo, pero entendía que su rudeza era por la droga y sabía que él se sentiría así, por lo que se tragó la vergüenza que sentía al recordar todo lo que le había hecho y animarlo para que dejara de sentirse mal por algo que ella había disfrutado tanto, porque aunque sentía que la había atropellado una estampida de elefantes, había válido la pena, su primera vez fue mejor de lo que se imaginó alguna vez.

Alejandro atrajo hacia él a su esposa con cuidado, ella se recostó sobre su fuerte pecho, Alejandro le daba besos en la cabeza y acaricia con mucha delicadeza su espalda, brindándole un momento de relajación que la llevó a cerrar sus ojos, estar así con él le gustaba mucho.

- Gracias por hacer eso por mí, jamás imagine que alguien hiciera algo como eso, me salvaste de que esa droga me dañara para siempre, me entregaste tu primera vez - dijo Alejandro levantando el rostro de Adhara para darle un suave beso.

- Si tú estás para mí yo también estaré para tí - respondió con una sonrisa.

Alejandro se volvió apoderar de sus labios en un largo, pero delicado beso que les acarició el corazón a los dos.

-Debemos organizarnos para irnos, ya es tarde! - dijo Alejandro.

Adhara intento caminar, pero sintió un dolor en la parte baja de su vientre y aunque trató no pudo esconder su mueca de dolor, Alejandro le quito la sabana con la que se había envuelto y la llevo en sus brazos al baño.

- Que haces Alejandro!

- Te bañaré!

- Queee!!! No, no hay necesidad, ya no me duele nada, lo puedo hacer yo! -dijo Adhara roja de la vergüenza.

- No tienes de que avergonzarte, recuerdas! - dijo Alejandro con una leve sonrisa, le devolvía la frase que se había convertido en especial para los dos.

Además, ya he visto tu cuerpo y en todas las formas - Esto último lo dijo con voz sensual cerca al oído de Adhara logrando que se erizara por completo.

Alejandro empezó a lavar el cuerpo de su mujer con total cuidado, lo enjabono y lo restregó como si se tratara de porcelana, al llegar a sí zona baja Adhara sintió ardor y dolor por lo que frunció el ceño, Alejandro lo hizo con mucho más cuidado logrando que Adhara sintiera que la invadía un calor con el roce esa parte se ponía más sensible, Alejandro no demoro en notar que ella estaba húmeda y no precisamente por el agua, lo que también lo puso en apuros, pero no la tomaría, no con su cuerpo así de maltratado por lo que se obligó a calmar su deseo.

Luego de bañarse, se vistieron, Adhara se colocó un vestido de tiras porque hacía mucha calor.

- Si sales así todos verán tus moretones y terminarán pensando que te golpie.

- O se imaginarán que me diste la mejor noche de mi vida - dijo Adhara guiñándole un ojo y jalando fuera de la habitación.

- Vamos a almorzar, muero de hambre - Dijo Adhara

Llegaron al restaurante del hotel donde no se hicieron esperar las miradas y los comentarios a voz baja de los presentes que en su mayoría era mujeres de mediana edad.

Una chica se les acercó y les ofreció una mesa ubicada en el fondo del restaurante lo que Alejandro agradeció, no le gustaba como miraban a su esposa, al caminar a la mesa casi chocan con Silvia, su padre y Pedro quienes habían terminado de almorzar.

- Señor y señora Miller es un gusto saludarlos, anoche no tuvimos la oportunidad de dialogar - dijo el papá de Silvia.

- Señor Smith, qué tal? No hace falta hablar conmigo cuando está con ustedes mi ejecutivo estrella, quien además es el encargado de manejar los negocios con su empresa - dijo Alejandro.

- Veo que decidiste venir a la gala - dijo Alejandro mirando a Pedro.

- Yo lo invité, hay algún problema con eso? No es dia laboral -Dijo Silvia con sus ojos tan negros como la noche que daban la sensación de quererse tragar todo lo que esta a su alrededor, no podía disimular el desprecio y la rabia que sentía por Adhara.

- No tengo por qué molestarme, mis empleados pueden hacer con su tiempo libre lo que quieran - respondió Alejandro con tranquilidad.

- Se encuentra usted bien, señora? - pregunto el papá de adhara refiriéndose a los moretones.

- Mejor que nunca! - respondió Adhara

- En ese caso le recomiendo que use ropa más tapadita no vaya a ser que la gente se confunda y piense que es usted víctima de maltrato intrafamiliar y se lleven preso a su marido- volvió a hablar el hombre con una risa de burla.

- Oh! No sé preocupe señor Smith que en caso de que alguien se confunda y denuncie a mi esposo yo le aclararé a la policía que cada una de estas marcas me las hizo haciendo el amor cada vez que yo le pedía más y no creo que hacer feliz a su esposa sea un delito - Respondió Adhara en un tono de voz un poco fuerte para que las mujeres que murmuraban escucharán a la vez que le dio un beso en los labios a Alejandro, haciendo que a Silvia se le reventara el hígado de la ira.

- Bueno señor y señora Miller, les pedimos un permiso, disfruten del almuerzo - dijo el papá de Silvia un poco avergonzado y tomando a su hija por el brazo y sacándola del lugar antes que cometiera una locura.

Adhara y Alejandro continuaron hasta su mesa donde almorzaron sin importarles las miradas de los demás. Alejandro sonreía al ver lo osada que podía llegar a ser su esposita de la cual se enamoraba cada vez más.