CHOQUE DE ORGULLOS.

Salí de la cocina y me fui a mi cuarto estaba llena de celos, coraje y rabia ¿cómo pudo Arturo decirle eso a esa muchacha?, claro ahora lo entiendo seguro ya se está acostando con ella por eso se siente con el derecho de hablarme así, no aguantaré que tenga a su amante bajo el mismo techo que yo, esto es el colmo no aceptaré ningún insulto más, ni humillaciones de su parte soy Elena Salgado Lizardi ya basta de ser tan tonta esta noche Arturo Durán me va a conocer.

Ya era las ocho de la noche no quería ir a mi casa pero necesitaba recoger algunas cosas, todo el día estuve pensando en ella así que contra todo tenía que ir, el arreglo que le mande ya debe estar ahí.

FLASH BACK:

Muchacho: Buenas noches, ¿la señora Elena Durán?

Fiorella: Mi señora aún no baja ¿que desea?

Muchacho: Traemos un arreglo de flores para ella y necesito que firme de recibido.

Elena: ¿Quién es Fiorella?

Fiorella: Es un muchacho que trae unas flores para usted mi señora.

Muchacho: ¿Es usted la señora Elena Durán?

Elena: Sí soy yo.

Muchacho: Traemos esté arreglo de flores para usted, me firma de recibido por favor.

Elena: Si claro.

Muchacho: ¿Dónde las ponemos señora?

Elena: Fiorella Pasalos a la sala y ponlo sobre la mesa.

Fiorella: Si mi señora, por aquí.

Elena: Toma para ustedes y gracias.

Muchacho: Gracias patrona con permiso.

Elena: Es un loco, pero están preciosas.

Fiorella: Seguro que sin del señor Durán mi señora mire está es la tarjeta.

Elena: Te pido una disculpa por mí comportamiento de anoche, no era mi intención lastimarte. Arturo Durán.

TERMINA FLASH BACK.

Suspire como una tonta, creí que sus palabras era sinceras pero era un mentiroso un hipócrita y sabía que esto no terminaría ahí esa noche esperé a que llegará y me senté en la sala mientras observaba las flores y me decía "Si tan solo fueran verdad sus disculpas"

Pedro me dijo que habíamos llegado, baje y mire la casa era hermosa pero vacía Elena y yo la habitamos pero somos dos extraños bajo el mismo techo, era mi última noche ahí.

Elena: Buenas noches.

Arturo: Buenas noches, veo que te llegaron las flores.

Elena: Sí.

Arturo: Qué bueno.

Elena: ¿Vas a cenar?, ya está la mesa puesta pero solo para mí no sabía que vendrías porque cómo no llamaste no te esperaba.

Arturo: Es mi casa ¿por qué tendría que avisar?

Elena: Por qué hay una palabra que se llama cortesía no sé si la conoces.

Arturo: Elena tuve un día muy pesado por favor no empieces.

Cornelio: Buenas noches, señor.

Elena: Cornelio por favor que pongan otro palto para el señor.

Cornelio: Sí señora con permiso.

Arturo: ¿Qué hicieron de cenar?

Elena: Lo que hayan hecho.

Arturo: Ya te he dicho que no me hables así.

Georgina: Buenas noches, señor.

Arturo: Buenas noches, Georgina.

Elena: Ya pueden servir por favor.

Georgina: Sí señora

Llegaron con el consomé y luego probaron la ensalada mediterránea comían en silencio y Arturo miraba de cuando en cuando a Elena y no entendía por qué sonreía así pero lo excitaba.

Cuándo llegue y la vi sentada en la sala traía un vestido hermoso dejaba ver sus torneadas y hermosas piernas, tacones negros y unos labios pintados de rojo que ya estaba saboreando con la mirada se veía tan sensual y yo ahí babeando como idiota ¿acaso no había ropa que no se le mirará bien?, todo lo sabía lucir y mi amigo inmediatamente reaccionó y solo con ver sus labios tan tentadores y rojos sin imaginar como terminaría todo.

Llegó y se paró en frente de mí con su voz grave y seductora, su manera de mirarme sus labios que ansiaba por probar me imaginaba estar entre sus brazos pero la realidad me golpeó cuándo recordé lo que horas antes me escupió Azucena a la cara.

Arturo: Georgina me retira esto por favor y sírvame el plato fuerte.

Elena: A mí también retíreme esto.

Georgina Si señora con permiso.

Sirvieron el pastel de carne y Arturo ve que Elena está sonriendo y ahora lo entendía.

Arturo: ¿Quién ordenó esto?

Elena: Yo.

Arturo: Sabías que el pastel de carne no me gusta ¿por qué lo ordenaste?

Elena: Sencillamente, a mí si me gusta.

Arturo: Pero a mí no.

Elena: No iba a ordenar dos platillos diferentes solo porque a ti no te gusta.

Arturo: Retirense.

Georgina: Sí señor.

Elena se levanta y camina a las escaleras para irse a su cuarto.

Arturo: ELENA, ELENA TE ESTOY HABLANDO ESTÚPI,$*$*÷*DA.

Elena: ESTÚ,#¿DO TÚ IMBÉ;$*$CIL

Arturo: Vuelve a ordenar esto o cualquier otra cosa que no me guste y te va a ir muy mal oíste idiota

Elena: ¡No me digas!, pues si no te gusta no vengas y traga en otro lado.

Elena entra a su cuarto y cuándo va a cerrar la puerta Arturo la avienta de una patada y Elena cae al suelo y Arturo la levanta y la jalonea.

Arturo: NO ME HABLES ASI IDIOTA, PARATE, PARATE.

Elena: SUELTAME.

Arturo: Ya no voy aguantar más tus estupideces Elena ya me canse.

Elena: Eres un cínico, un mentiroso hipócrita y todavía te atreves a mandarme flores.

Arturo: Tú no vales ni una pinche disculpa.

Elena: No me hables así ni te hagas el bueno y digno conmigo que no te queda.

Arturo: Supongo que tú eres tan digna, tan buena que por eso eres la amante de Manuel.

Elena: Por eso se lo dijiste a tu amante, esa maldita sirvienta con la que te revuelcas.

Arturo: Estás loca ¿cuál pinche sirvienta?

Elena: AZUCENA NO TE HAGAS EL SORPRENDIDO, ESA MUJERZUELA CON LA QUE TE REVUELCAS ME LO DIJO TODO palabra por palabra exactamente las que tú me dices.

Arturo: ¿Sabes qué?, no me importa pero que se vaya todo al demonio, te voy a llevar con tú amante que es dónde quieres estar CAMINA ANDA PARA QUÉ TE REVUELQUES TÚ TAMBIÉN CON ÉL.

Elena: SUELTAME ME ESTÁS HACIENDO DAÑO.

Arturo: CÁLLATE Y CAMINA.

Elena: Por favor Arturo Sueltame te lo suplicó me estás lastimando.

Arturo: PEDRO, PEDRO.

Pedro: Sí señor.

Arturo: Llévame a la casa de esta, muévete.

Elena: Arturo por favor, perdóname no lo hagas por favor haré lo que quieras, lo que me pidas, no seas malo por favor.

Pedro: Señor permítame llevar a la señora a su cuarto mientras usted se tranquiliza.

Arturo: No sabes como te odio soy yo ahora el que siente asco por ti.

Elena: Igual yo.

Elena corrió a las escaleras y azoto la puerta de su cuarto y le puso llave lloró hasta que ya no pudo más, Arturo también subió a su cuarto y también lloraba ambos creyendo que ya no había remedio y solo esperarán los 6 meses que faltaban y después tomarían caminos diferentes

¿Qué hice?, me deje llevar por el orgullo y la rabia y la volví a lastimar soy un poco hombre y un miserable bien merezco que nadie me ame soy de lo peor como quisiera entrar a su cuarto y pedirle perdón, abrazarla y decirle que le mentí soy un completo imbécil pero ya no hay vuelta atrás todo había terminado.

Lloré hasta que ya no pude más fueron muchas las palabras, las ofensas, las humillaciones los dos nos lastimamos, los dos nos herimos yo desde antes ya no había remedio él me venció todo había terminado de la manera más cruel.