Nuestra Guerra Segunda Parte (Tomas Y Sofhi)

Narra Sofhi

Han pasado más de un mes desde que comencé ayudarle a tomas con sus estudios, me siento orgullosa de su avance y me sorprende ver lo rápido que capta todo, parece una máquina, él es muy inteligente y sin contar que no está dando su máximo potencial, sé que todo lo está haciendo por agradar a su padre, pero si esta es la forma en que cambie pues yo lo apoyo, todos estos días no la pasamos estudiando en casa y al terminar vemos una película y nos sentamos a conversar de un montón de cosas triviales, estar con él es lo mejor del mundo, estar a su lado me hace sentir segura y confiada, no sé si se ha vuelto a ver con su noviecita creo que si pues a veces la menciona, pero yo cambio de tema cuando escucho su nombre.

Cuando estamos en la escuela el solo se la pasa conmigo y con Olivia, por lo que salir con Brad se ha vuelto imposible, pero sin embargo hay ocasiones que salgo con el pero solo en plan de amigos, en mi cabeza solo están los buenos momentos que paso con Tomas, el me hace reír, me escucha, me acepta y hasta me cuida, en varias ocasiones nos hemos acostado en mi cama y nos quedamos hablando tanto que hasta nos hemos quedado dormidos, como si fuéramos mas que solo amigos o primos como él dice, en todo este tiempo ha respetado mis condiciones y no me ha ignorado, ni besado y menos se ha sobrepasado, pero juro que hay momentos donde mirar sus labios es un llamado de necesidad, pero siempre que tengo esos deseos voy al baño y mojo mi cara para despejar esos malos pensamientos, estamos en las últimas semanas y es momento de preparar las exposiciones que él debe presentar para todos, comenzamos hacer los carteles, siempre soy yo la creativa y él se encarga de la letras pues es mas definido en cuanto a estructura y redacción, al terminarlo chocamos la mano en señal de que formamos un gran equipo.

- Mañana es el último día ¿Cómo te sientes? – le pregunto

- Nada de nervios, no siento miedo hablar en público, es más creo que ese es mi don – me dice guiñando el ojo

- Eso veo – le digo riendo

- Gracias fosforito, de no ser por ti no lo hubiera logrado – me dice con ternura

- De nada, es gratificante ver que eres mejor de lo que tú crees – le digo con una sonrisa

- No deberías tenerme tanta fe – me dice

- ¿Por qué no? Tú mismo has demostrado que eres demasiado inteligente, solo te falta actuar sabiamente – le respondo

- No lo sé Sofhi, creo que aunque me he esforzado eso no cambia lo que soy y lo que me gusta hacer – me dice y aunque me da tristeza sus palabras trato de cambiar el tema

- Bueno creo que me debes algo - le digo con tono pícaro

- Como quieres que te lo pague – me responde y me dice – ¿un beso quizás?

- No seas idiota, ni que fueras tan irresistible – le digo con burla

- Quizás ya perdí mi toque contigo – me dice con cara seductora y siento que me tiembla todo pero no se lo dejo saber

- Porque no me invitas a cine o a comer – le digo

- Umm… ya veo, tengo una idea – me dice

- ¿Y cuál es? – pregunto con intriga

- Ya verás déjamelo a mí – me dice con un beso en la mano

Después de despedirnos subo a mi habitación y me doy un baño para bajar a cenar con mis padres y mis hermanos. Estando todos en el comedor, menos los bebes que ya están dormidos, mis padres comienzan a indagar de nuestras vidas, que como estamos, como nos sentimos, que pensamos, como nos ha ido y se vuelve un poco molesto, pero es lindo ver como se preocupan por nosotros, pero es más lindo ver como papa mira a mama, se puede ver su evidente amor por ella y ella hacia él, algún día quiero amar y ser amada de la misma manera, en medio de la cena también hay risas y charlas que todos hacemos. Luego de todo eso subo a mi cuarto para dormir.

Llega la mañana y me pongo mi mejor ropa para estar ayudando a tomas en la presentación, seré su asistente, me rio sola como una tonta, ya lista bajo a desayuno y no espero a papa pues hoy Tomas quedo de recogerme cerca de mi casa en su moto, por lo que papa no debe saber, le invento que iré con Olivia aprovechando que Jack está enfermo y no ira hoy a estudiar, salgo emocionada y antes de dar la vuelta el ya está estacionado esperándome.

- Estas hermosa – me dice con una sonrisa jodidamente matadora

- Gracias, tú también – le alago

- Vamos – me dice y me monto a su moto, él toma mis manos para que lo apriete con fuerza, cosa que hago inmediatamente pues siento evidente pánico de andar en moto y él lo sabe

Sentir el viento en mi rostro y oler su loción hace que me sienta en las nubes, por momento el conduce solo con una mano y con la otra toma las mías para hacerme saber que todo está bien, lo que él no sabe es que mi abrazo fuerte ya no es por miedo sino por deseo y necesidad de sentir su cercanía, llegamos a la escuela y todos se quedan mirándonos, no me gusta que me miren a modo de señalamientos pero ignoro todo eso, al ingresar al salón preparamos todo antes de que lleguen los demás alumnos y los profesores que estarán presentes ya que no solo es Tomas quien debe presentar, sino también de otros que al igual que el estaban perdiendo el año, minutos después ya todos los exponente están listo y se da inicio, yo me siento a un lado para poder pasarle los elementos que requiera y eso lo hace estar más confiando, verlo hablar en público muestra lo excelente orador que es, como abogado tiene mucho futuro, pues además de expresarse a la perfección también sabe refutar las preguntas de los profes, así que al final recibe un enorme aplauso y muchas felicitaciones, el me mira satisfecho y me lanza un beso, luego se acerca y se sienta a mi lado para escuchar a los demás, le digo en el odio que solo le falta el examen final para por fin tener sus lujos, el me mira maliciosamente y sonríe diciendo – pan comido – le miro negando con risa por su exceso de confianza, pero sé que es verdad, espero que todo termine para ver la sorpresa que me tiene.