Carla

Me da miedo cada paso que doy, ya no es lo mismo trabajar como lo hacía antes, será que se fue?, será que desde hoy no aparezca por la empresa?, en vez de estar feliz porque termina la semana, es todo lo contrario, sigo preguntándome como fue que mi vida se complicó tanto?.

Preparo mi capuchino y me dispongo a trabajar, trato de no pensar tanto, el ambiente está tranquilo y relajado. Tengo que entregar unas carpetas cuando mi amiga se acerca a mí.

-hola amiga, ¿cómo estás?

-hola Ani, bien, y vos?

-relajada, es viernes y mi cuerpo lo sabe.

Lo dice con una sonrisa y moviendo las caderas, nos reímos a continuación.

-que fue lo que te paso ayer, te note pálida?

-nada Ani estoy con cólicos femeninos, así que imagínate.

-uff carla, si te entiendo. Que te pareció nuestro jefe fantasma?, ayer no tuvimos tiempo de hablar.

Esa pregunta me pone algo nerviosa, si supiera todo lo que vivimos juntos, si la empresa se enterara?, creo que moriría

**-si, realmente tenían razón, es un Dios **

rio un poco nerviosa a continuación.

-Anita, tengo que entregar estas carpetas, en un rato vuelvo y seguimos nuestra charla con un almuerzo de por medio.

- si amiga, te espero entonces.

Bien, eso me da tiempo para que no haga más preguntas y pueda pensar un poco más. Tomo mis carpetas y voy de salida, llego al departamento de comercio que está en el piso siguiente al nuestro, encaro para la oficina del responsable de esa área, le entrego mis carpetas y comienzo a darle una explicación detallada, cuando termino me vuelvo para la salida de la oficina y ahí estaba viniendo Ale hacia el mismo lugar. Por Dios, aún sigue acá, donde me meto?, mis mejillas comienzan a calentarse, no me queda otra que pasar por su lado, agacho mi cabeza, él pasa, yo levanto levemente mis ojos para verlo, y nuestras miradas se encontraron, mis pies caminan rápido, pero mi cuerpo me hace una mala pasada y volteo para verlo de nuevo y me doy cuenta de que él se había parado y había hecho lo mismo que yo, otras vez nuestras miradas se encontraron. Quiero salir rápidamente de ahí, espero que no se haya dado cuenta.

Para estas alturas tengo la adrenalina a flor de piel, subo al ascensor y puedo escuchar como mi corazón retumba en mi pecho, vamos Carla tranquilízate. Llego a mi piso y salgo a toda prisa, voy para el baño, me lavo la cara, por favor que esto termine, de pronto llega Anita y me indica que es la hora del almuerzo, así que bajamos al bufé y elegimos lo que vamos a comer. Yo pido un par de empanadas de jamón y queso, realmente esto me estaba quitando el apetito, charlábamos lo más tranquila cuando veo que el Sr. Miguel aparece y nos saluda con la mano, nosotras les respondemos de la misma forma, entonces veo que detrás de él venía Ale y por unos segundos nuestros ojos se volvieron a topar. Que él este acá me pone muy incómoda, pero por suerte ellos se sientan alejadas a nosotras y en ángulo trasero.

-ay amiga, parece que nos vamos a tener que acostumbrar al hecho de que este hombre hermoso lo veamos todos los días.

-mmm, espero que no.

Mis palabras salen sin pensarlo y mi amiga me mira con el ceño fruncido, no entendiendo lo que digo

-Carla, porque decís eso?

- ehhh, es que no me gusta trabajar con tanta presión y menos que me pongan más trabajo del que tengo.

**-ahh sí, tenés razón. **

Anita lo decía distraída y miraba de a segundo para atrás nuestro.

-¿qué pasa Ani?

-ehh, que decías?

- te preguntaba que te pasaba, que estás mirando tanto, que hay?

- nada nada, es solo que el Sr. Alexander habla con el Sr. Miguel y no deja de mirar para nuestro lado, yo creo que algo están hablando de nosotros, porque lo vi señalarnos.

Al término de que ella dijera eso, a mí me corre un frío por la espalda. En un movimiento rápido me paro.

-Anita vamos por favor

-ehh, pero no terminaste de comer y aún tenemos bastante tiempo.

-no me siento muy bien, así que no voy a comer más, tengo ganas de fumar un cigarrillo, me acompañas a comprar?

-Carla, vos desde cuando fumas?

- Anita cuando puedo me fumo un cigarrillo, por favor salgamos de acá, quiero estirar las piernas.

- ok está bien amiga.

Yo salí a toda marcha dejando a la pobre de Anita atrás de mí. Necesito aire, todos los días va a ser así?, si seguimos cruzándonos, se va a terminar dando cuenta.

La jornada termina y me voy a casa, necesito hablar con Mauro, así que marco su número

-Hola Nena, esas desapariciones tuyas me van a matar un día.

**-Hola amigo, si lo sé, perdón. **

-estoy por ir a comprar un vino y hacer una picada, venís o voy?

-voy amigo en un rato, te parece?

- perfecto entonces ni una palabra hasta vernos