Mi Ardiente Chef

Paulo

La tengo en la cama rechazando cada avance pero no me daré por vencido, no aún. Tenemos unos días por delante y tengo que si o si conseguir algo con ella.

La beso, la presiono contra la cama sin dejarla escapar y me siento como un maldito enfermo pero no la forzaría de todos modos. Sigo besándola, recorro su escote, su cuello, incluso beso su boca. La siento agitada y se que todo esto le afecta pero se mantiene firme en ignorarme y hacerse la indiferente.

Muy de a poco va cediendo así no lo quiera admitir y se que pronto tendré mí más preciada venganza.

Lo único que me está carcomiendo es que realmente la deseo por todo el tiempo que quizás la estoy persiguiendo o por querer algo más debido a que de jóvenes en realidad quería estar con ella. Ahora sería como una venganza que me desee tanto como yo a ella y finalmente tenerla en la cama.

Es endiabladamente bella, tiene un cuerpo que me provoca mil fantasías retorcidas y es tan obstinada que pienso lo lindo que sería molestarla después de follarla y decirle que estuvo con quién tanto asco le daba y cosas por el estilo.

Me levanto de la cama dejándola acostada sabiendo que se perfectamente que no es tan fuerte como parece. Su mirada refleja pánico pero rápidamente se recompone.

-¿Pedimos algo para comer?- pregunto para aliviar la tensión un poco

-Pide para ti

-¿Y tu?

-De ninguna manera, necesito mantenerme en forma

-Estas bien así

-Hay si como no, justamente a ti no voy a creerte nada de lo que me digas y no me interesa tu opinión

-¿No me creerás nada? Bien nena pero déjame decirte que soy el último hombre que te vio semi desnuda así que deberías considerar lo que te diga

-Como sea, no me importaria tu opinión así me vieras desnuda

-Ahora que lo mencionas puedes quitarte la ropa así veo ya que no te interesa

-Sigue soñando idiota. Estás mal si crees que voy a creer algo de lo que digas. Y no me engañas con tu repentino interés, se que algo estás planeando

-¿Qué planeo según tu? Cuéntame, no sabía que tenias imaginación

-No lo sé exactamente pero que te haya rechazado en la secundaria se que debió afectarte para que luego de una década me hicieras la vida imposible. Qué de un día para el otro cambies de parecer es sospechoso.

-Tenia ganas de estar contigo, así como todos los demás pero me dejaste allí sin cumplir con tu palabra. Pero aquellas ganas que te tuve las desahogué en muchos brazos y creo que lo sabes bien ¿No? Ahhh claro, tu creías que yo era una vecina pero no yo

-¿Por qué nunca me dijiste?

-¿Y perderme la sorpresa al enterarte? No, ni soñarlo. Aunque no salió como esperaba porque estabas peleando con el rarito de tu ex pero estuvo muy bueno el espectaculo aunque el rojo no fuera tu color

-Tengo mil prendas de todos los estilos y colores. No volveré a usar ese porque me trae malos recuerdos pero seguiré comprando ese color. Después de todo no tengo por qué complacerte a ti y no los verás.

-Siempre puedo quitartelos

-Mejor me duermo, estás diciendo demasiadas estupideces y actuando como un idiota. Seguro el gas afecto tu cerebro de mosquito y la única neurona que tenías medio sana

-¿Eso piensas? Al menos yo no digo que no siento nada cuando se que te mueres de ganas de que te folle en todas las posiciones en esa cama. Niegalo todo lo que quieras pero muy pronto te tendré

-Existen demasiados hombres, sigue soñando si piensas que te eligiria precisamente a ti para satisfacer mis necesidades

-Ya lo veremos