Mi Querido Esposo

Todo parecía estar yendo bien para Isabela, había vuelto de la playa hace unos días, su piel aun se veía algo bronceada.

Su hermana había dado a luz a una niña cuando ella estaba de vacaciones, así que ella feliz de ser tía por primera vez, había comprado muchas cosas para la bebe, pero como siempre ella y su hermana habían terminado discutiendo, de todos modos le había dejado los regalos y había salido de la casa.

Pero al día siguiente su hermana la llamo como si nada y le dio las gracias y como siempre ella la perdono, era su hermana y quería que le permitiera estar cerca de su sobrina.

Tanto Alexander como ella habían estado ocupados desde que volvieron, pues tenían muchos pendientes, ella estaba resolviendo los últimos detalles antes de la inauguración de la fundación, para eso tenía una cita en con el bufet de abogados que se encargaba de los asuntos legales de la empresa de su familia política, ahí resolvería los últimos detalles legales, la cita en ese lugar duro alrededor de 15 minutos.

-bien señora Casablanca eso sería todo por hoy, nos vemos en unos días

-me parece perfecto, gracias por todo

Isabela salió de la oficina, comenzó a caminar hacia el elevador cuando alguien la llamo por su nombre, no por el apellido de su esposo, y tampoco le dijo señora, así que esta persona la conocía, volteo hacia donde vino la voz, y se encontró con Alan.

-Isabela – dijo el caminado hacia ella

-Alan, ¿Qué haces aquí, creí que estabas en el extranjero?

-es una larga historia, ¿qué te parece si tomamos un café? Hay una cafetería en el primer piso del edificio.

Ambos fueron a la cafetería, se sentaron en una mesa algo alejada de los curiosos pues Isabela era muy conocida en redes sociales, Alan estuvo en silencio hasta que trajeron su café.

-¿Cuándo volviste? – dijo Isabela

-hace como un mes -

-creí que tu beca era por dos años -

-lo era, pero hice algunas cosas imprudentes y perdí la beca -

- no sé si quiero saber que fue lo que hiciste, no eres de los que se meten en problemas solo porque si -

-no estaba pasando por un buen momento, estaba tratando de olvidarte, llevaba bien la situación, pues para ser honesto, tenía la esperanza de tu y yo volveríamos en algún momento, hubo un tiempo en el que llegue a creer que nosotros nos casaríamos en un futuro, y de repente un día recibí una llamada de mi madre para decirme que estabas comprometida ¿sabes cómo me sentí? creí que aun me amabas-

Isabela se quedo callada pues no sabía que decirle

-no me lo creí sabes y de repente lo vi en redes sociales y me sentí como un imbécil, ese día me puse una borrachera y tal vez hice algunas cosas tontas, ni siquiera lo recuerdo muy bien-

- ¿me vas a decir que yo tengo la culpa de eso?

- admito que llegue a culparte, me olvidaste demasiado rápido, y te casaste con un hombre con quien solo duraste unos meses, yo tuve que esperar un año para dormir contigo -

-¿por qué estamos teniendo esta conversación? -

- que quieres que te diga, mientras preparabas tu boda yo la pasaba realmente mal, una parte de mi no quería creerlo, hasta que vi fotos de tu boda, eso me rompió el corazón, no fui muy responsable con mis estudios y perdí la beca –

-déjame ver si entendí, ¿me estas echando la culpa de perder tu beca? ¿Crees que yo no la pase mal, cuando rompimos? Fueron tres años Alan, pero después de que rompimos a mí nunca me pasó por la cabeza volver contigo, te perdí toda la confianza-

-tú sabes que no te engañe Isabela, a veces creo que usaste eso como excusa para romper conmigo, pues yo nunca podría darte el nivel de vida que llevas ahora -

-tal vez tienes razón, nuestra relación ya estaba muy desgastada, después me di cuenta que me dolió más que me ocultaras las cosas, que el que supuestamente me engañaras, creo que si hubiéramos seguido juntos y habríamos terminado peor, fue lo mejor para ambos-

-¿eso crees? -

-¿no lo crees tú?- preguntó Isabela

-viéndote ahora, creo que sí, yo en este momento no podría pagar lo que usas - dijo el viendo el bolso de diseñador que ella tenía sobre la mesa

-¿me estas llamando interesada? -

-yo solo digo lo que veo Isa, es obvio que ese diamante en tu cuello es real y el de tú dedo también –

- hasta parece que no me conoces, pero sabes que piensa lo quieras –después de eso se levantó saco unos billetes de su bolso y pago su café.

Alan, se levanto y la tomo del brazo – aun te amo Isa, te extrañe mucho, perdón por decir que eres interesada, pero no me creo para nada que te casaras por amor-

Isabela se soltó y salió de la cafetería, Alan fue tras ella pero antes de alcanzarla apareció un guardaespaldas y se le paró enfrente fulminandolo con la mirada.

-¿hay algún problema señora?

- no, ninguno, vámonos –dijo Isabela y comenzó a caminar hacia el auto

El guardaespaldas le dio una última mirada a Alan, y luego fue tras su señora.

...****************...

Amalia se bajó del auto, no podía creer que su hijo viviera en un lugar así, ella esperaba que su marido hubiera instalado a Dante en un pent-house.

-¿estás seguro que esta es la dirección? – le dijo Amalia al chofer

-si señora, estoy seguro -

-Espérame aquí- dijo la mujer

Saco un pañuelo y de su bolso y lo uso para empujar la puerta sin tocarla, luego lo tiró a la basura, fue hacia los ascensores, pulso el botón y espero, después entro y pulso el botón del quinto piso, este lugar le parecía tan simple, ahora entendía por qué su hijo estaba tan molesto.

al salir del ascensor camino por un pasillo que le pareció mal iluminado y decorado con muy mal gusto, se detuvo frente a la puerta del departamento de su hijo y toco la puerta, después de varios intentos nadie abrió así que trato de abrir la puerta y para su sorpresa esta no tenia seguro, entonces la empujo y entro al lugar, de inmediato se arrepintió pues el lugar era un asco, había envases de cerveza por todas parte cajas de pizza y mas basura de empaques de comida rápida, al igual que colillas de cigarro.

Amalia furiosa y asqueada fue a la habitación de su hijo y abrió la puerta de golpe y lo encontró durmiendo, a pesar de que era la 1:00 pm, fue a la ventana y abrió las cortinas dejando entrar la luz del sol y haciendo que Dante despertara.

-¿Qué carajos?- dijo Dante levantándose y casi calleándose de la cama cuando vio a su madre

-¿Qué haces aquí? -

- creí que habías aprendido la lección, pero este lugar es un asco y tu apestas a cerveza barata -

-que esperabas, es para lo único que me alcanza con la miseria que me das, ni siquiera puedo salir de fiesta -

-no puedo con esto, por favor báñate primero y rasúrate, estas hecho un asco, te espero en la sala -

Después de bañarse, el joven salió para encontrar a su madre limpiando y echando todo a la basura, mientras hacía muecas de asco -

-siéntate –dijo Amalia

-¿Qué haces aquí madre?

- soy tu madre puedo venir cuando quiera -

-eso no explica ¿Qué haces aquí? -

-estoy tratando de convencer a tu padre para que vuelvas y tú te comportas así -

- que mas haría estoy aburrido, aquí no hay nada que hacer -

-deberías estar estudiando, esta es tu última oportunidad -

-ya te dije que no me gusta estudiar, no pienso volver a la universidad -

-¿y qué piensas hacer con tu vida? -

-nada, para eso te tengo a ti y al dinero de papá, para que necesito trabajar -

-tu padre me ha dejado claro que no te dará más dinero -

-¿y qué hay de ti madre? Sé lo que haces en la fundación, se que tienes el dinero suficiente para que yo viva en un lugar mejor que este -

-¿me estas amenazando? Te recuerdo que soy tu madre, así que me respetas -

-como tu digas, madre, pero si no quieres que le diga a papá lo del dinero, pues ya sabes, a por favor no olvides enviarlo cada mes, si no me voy a ver tambien en la penosa necesidad de decirle a todo mundo que no soy el hijo adoptivo de Maximiliano, si no su hijo legitimo, ¿quieres que todo mundo te señale porque eras la amante? -

Amalia, saco su chequera, definitivamente este mocoso era hijo suyo, escribió una cantidad y se lo dio, el joven lo tomo y lo vio con una sonrisa.

-ahora si nos estamos entendiendo, pero esto no es suficiente, quiero que le hagas creer a papá que si estoy asistiendo a las clases, a y quiero un departamento mejor-

Amalia se levanto y salió del departamento sin despedirse de su hijo, tal vez Maximiliano tenía razón y Dante era el karma de ambos, en momentos como este se arrepentía de no haber tenido otro hijo, que fuera legítimamente un Casablanca, su esposo había querido otro hijo, pero ella se negó pues no quería arruinar su cuerpo de nuevo, había subido mucho de peso con su primer embarazo, pero ahora se arrepentía si hubiera tenido otro hijo, tendría parte de la herencia asegurada.

Salió del edificio molesta, ahora no solo su Marido y su hijastro estaban en su contra, si no que su hijo también, necesitaba hacer algo pronto, había trabajado mucho por llegar al lugar donde estaba ahora no podía permitir que otras personas se quedaran lo que era suyo.