Luna es una chica que quedó huérfana el día que nació, al tener heterocromia de iris, las personas de su pueblo la llaman bruja y desde pequeña comienzan a acosarla haciendo su vida miserable.
Ella sigue su vida "normal" hasta que un día sin más encuentra a un hombre herido en su cabaña.
Luna se enamora de él a tal punto de entregarse sin saber que esto la llevaría a un abismo de dolor, pero también la haría experimentar el más hermoso amor.
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Una Verdadera Amiga
Al verla actuar así me preocupé mucho por que no entendía que sucedía.
_ ¿Qué pasa Kimberly? ¿Porqué actúas así?¿Lo conoces?._ Le pregunto preocupada.
_ Por Dios Luna, quién no lo va a conocer._ Me dice levantándose mientras enumera con los dedos._ Él es Anthony Smith hijo único de una familia millonaria, uno de los empresarios más jóvenes e importantes del país, tiene una de las cinco mejores constructoras del mundo.. escúchalo bien del mundo._
No podía creer lo que estaba escuchando, pensaba si de verdad se trataba del mismo Anthony que yo conozco.
_ Aunque no se sabe exactamente al cien por ciento se dice que compró unos terrenos allá por los países Árabes y en estos había petróleo, ¿Ahora te das cuenta que tan importante y conocido es él?._
_ Basta Kimberly, ya no sigas por favor, ya no quiero escuchar nada de esa persona._ Le pido sintiendo como tiembla mi cuerpo._ No importa quién sea o que haga ya nunca lo volveré a ver y ahora creo que eso es lo mejor._ Le digo acariciando mi vientre.
_ Perdón que te lo diga pero tú y el bebé merecen todo lo mejor, ¿porqué no buscas a su padre y le dices de tu embarazo?, tal vez..._
_ ¡Eso nunca!., prefiero seguir limpiando baños a decirle a ese poco hombre que es el padre de mi hijo._ Le digo sin dejar que termine de hablar._ Además no te olvides que lo acabo de ver con esa mujer, tal vez ella sea su esposa._ Le digo desviando la mirada.
_ No Luna, ahí si te equivocas._ Me dice y hace que la voltee a ver._ Él no está casado, por años ha tenido una única novia pero aún no se ha casado._ Me dice volviendo a buscar algo en su celular.
_ ¿Ahora qué buscas?._ Le pregunto curiosa, porque aunque no lo quiera sentía curiosidad.
_ ¿Es esta la chica que viste hoy?._ Me pregunta mostrándome una fotografía en la pantalla de su celular.
_ Sí, definitivamente es ella, aunque solo la vi por unos segundos._ Le digo mirando la fotografía.
Susan Marshalls 23 años, modelo de grandes pasarelas entre las que están la de Milán, París y Nueva York entre muchas más. Además la rubia ojiazul es una joven empresaria, ha fundado una compañía de cosméticos de alta gama con la ayuda y protección de su amigo de la infancia y ahora su novio por más de cuatro años el joven y talentoso empresario Anthony Smith. Sin duda una de las mejores y hermosas parejas que se puedan ver en el mundo.
Esto decía el artículo de la página que me mostró Kimberly... no pude, ni quise seguir leyendo más porque no tiene caso lastimarme de esta manera porque aunque no lo quiera él fue una persona muy importante para mí.
También sé que cuando decidí dejarlo ir y no le decirle que estaba embarazada, desde ahí supe que tenía que cerrar ese círculo.
Así que ya no me tiene que afectar lo que haga o lo que no haga, él puede tener a Susan o a la que él quiera, porque yo no voy a estar sufriendo, mendigando o mucho menos suplicando por el amor de esta persona y claro mi hijo mucho menos, por que el amor de madre siempre tendrá hasta la eternidad.
Después de eso pedimos un taxi para regresar al complejo de departamentos como si nada hubiera pasado Kimberly y yo por el camino platicamos de las cosas que el bebé iba a necesitar y que teníamos que comprar lo antes posible. Ella me prometió que me acompañaría el fin de semana para ir comprando de poco a poco las cosas básicas para así el día del parto tener todo listo, yo por supuesto más que feliz acepté, porque nada me hace más feliz que la ilusión de comprar cosas para mi bebé.
Aún no sé el sexo del bebé, en la fundación me hicieron una ecografía o ultrasonido para ver que el bebé estuviera bien y que el líquido amniótico tuviera los niveles que tiene que tener.
La doctora de la fundación me dijo que si quería saber el sexo del bebé me lo podía decir, pero yo decidí saberlo hasta el día del nacimiento, como una sorpresa. Así que en cuestión de la ropita para el bebé todo será en colores neutros para los dos sexos ya después cuando nazca compraré de color.
Hoy es fin de semana y hoy iré con Kimberly y Anne, quién se nos unió para ir de compras, aunque no si sé si se pueda decir de "compras" ya que solo serán unas cuantas cosas, pero ella se ilusionó tanto en acompañarnos que no pude negarme y más bien, me sentí feliz de que lo hiciera.
Ibamos las tres en un taxi rumbo al centro en la ciudad para buscar tiendas donde vendieran accesorios y cosas para bebés cuándo en la radio de este comenzaron a hablar del gran e importante empresario Anthony Smith y su adquisición, al escuchar su nombre sin quererlo un escalofrío recorrió mi cuerpo que termine bajando la cabeza.
Inmediatamente sentí la cálida mano de Kimberly, quien me daba pequeñas palmaditas en ella, la volteé a ver y le dedique una sonrisa diciendo con esta que todo está bien.
Desde que llegué a la capital nunca había visto, ni escuchado nada de Anthony hasta el día que me lo encontré en la cafetería y Kimberly me dijo quién era. Pero a partir de ese día para mi mala suerte o para mi tormento donde quiera lo veía, parecía un fantasma que no me quería dejar libre, salía en televisión, revistas, en la radio, en los periódicos donde quiera salía Anthony Smith.
Cuando llegamos al centro nos dirigimos a un centro comercial y comenzamos a mirar una a una las tiendas de bebés. Había tantas cosas hermosas, tanto donde mirar que una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.
Ibamos caminando por uno de los pasillos del centro comercial cuando en un aparador mis ojos se clavaron en un conjunto de bebé realmente precioso, les pedí a la chicas que me acompañaran a esa tienda, ellas se voltearon a ver un momento pero después accedieron con una sonrisa.
Entramos a la tienda y todo era realmente hermoso pero yo definitivamente quería el conjunto que vi en el aparador, lo busqué con los ojos y cuando lo ví estaba por dirigirme hacia allá cuando una señorita nos detuvo.
_ Disculpen, ¿les puedo ayudar?._ Nos pregunta mirándonos como escaneadora de arriba abajo.
_ Sí, queremos ver el conjunto que viste ese maniquí del aparador._ Le dice Anne amablemente pero ella una vez más nos mira de arriba a bajo.
_ Lo siento seño..ritas._ Dice haciendo pausa._ Pero si no se han dado cuenta puede ser que no les alcance ni para los zapatitos._ Nos dice con una sonrisa burlona.
Al escucharla varias personas que estaban en el lugar nos voltearon a ver con malas caras mientras murmuraban.
Yo realmente quería salir de ahí porque no soportaba todas esas miradas clavadas en mí.
_ Vámonos._ Les susurro para salir de ahí.
_ Detente Luna._ Me toma la mano Kimberly para que no de ni un paso más.
_ Haganle caso a su amiga y salgan que esta no es tienda para ustedes._ Nos dice la mujer con mala cara.
_ Siento desepcionarla seño..ra._ Le dice Kimberly parandose frente a ella amenazante mientras a esta mujer casi se le deforma el rostro por el coraje.
Entonces en ese momento otra chica que atendía la tienda pasó frente a nosotros y nos sonrió mientras nos asentía con la cabeza amablemente.
_ Disculpe señorita, ¿Nos puede ayudar?._ Le pregunta Kimberly ignorando a la chica que tiene enfrente.
_ Claro que sí, ¿Qué necesita?._ Pregunta amablemente acercándose.
_ Quiero un conjunto igual al que tiene ese maniquí y también quiero mmm..._ Dice mirando a los lados._ Ese moises blanco junto a esa manta amarilla por favor._ Le dice dejándonos a todas con los ojos abiertos.
_ Kimberly.._ Traté de decirle que no hiciera esto pero ella me detuvo.
_ Cobrece de aquí señorita si es tan amable y por favor tome una propina para usted._ Le dice a la chica entregándole una tarjeta.
_ Muchas gracias señorita, pueden pasar para acá por favor, en un momento le entrego sus cosas._ Nos dice la chica amablemente.
Kimberly pasó a un lado de la chica que nos había tratado mal y le susurro algo que no alcanzamos a escuchar, pero en la cara de la chica se podía ver el malestar que eso le provocó.
Salimos de la tienda cargadas con las cosas que Kimberly había comprado. Las invité a comer, porque ya no iba a permitir que ella gastara un centavo más y después de comer regresamos a casa.
Sin duda ese dia supe que Kimberly es una amiga de verdad. Más tarde me enteré que ese dinero lo había estado ahorrando por años para comprar su propio departamento.
^^^Continuará...^^^
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